Golpe a golpe: supermercados preparan un nuevo aumento de 10% promedio en alimentos
Abril comenzará con aumentos de precios. Algunos pautados y esperados, como el de la tarifa de gas y los combustibles, y otros que no sólo no figuraban en la agenda sino que, lo más inquietante, vienen a confirmar que los alimentos encabezan el lastimoso ranking de remarcaciones. Y muestran que se trata de un proceso inercial mucho más potente que el diagnosticado por el Gobierno.
En concreto, desde este lunes, habrá nuevos incrementos en las listas de algunas de las principales fábricas lácteas del 10% en promedio. Ajustes que irán del 5% al 18% e incluyen a la mayoría de los productos lácteos que integran la denominada "mesa familiar".
Para algunas de las usinas lácteas, se trata de la segunda remarcación en el mes.
El sector viene siendo protagonista de los aumentos en los precios, en un contexto de aceleración inflacionaria. Sobre todo en los alimentos.
De acuerdo a estimaciones realizadas por un par de consultoras que miden la evolución en las góndolas, la suba promedio en alimentos y bebidas habría sido de entre 5% a 6% durante marzo.
Esas mismas consultoras indican que la inflación de marzo se habría situado en torno al 3,5%-4%, también con el rubro lácteo empujando para arriba al índice.
Esta dinámica inflacionaria en la comida hizo que la canasta de la indigencia se encareciera nada menos que el 59% en el último año. Y que la denominada canasta "de la pobreza", que incluyen gastos en alimentos y transporte subiera $10.000 en los últimos 12 meses ($17.500 a $27.500).
Con estos números a la vista, luce comprensible que el índice que mide la pobreza haya saltado al 32% en el segundo semestre de 2018, cuando se hicieron evidentes los costos de la devaluación. Tanto, que en un año la cantidad de pobres creció 6,3 puntos porcentuales.
Esta vez, el aumento promedio en las leches será del 10%. En los quesos, los incrementos irán del 10% al 18%. Las variedades que más ajustan son: cremosos y fontina (12%), reggianito (15%) y rallado (18%)
Por debajo de estas marcas, las cremas se encarecerán 5% en promedio, lo mismo que la ricota y el queso blanco untable. Por su parte, el dulce de leche subirá 10%.
Si se considera el primer bimestre, hubo una suba promedio del 12% en toda esta categoría, a la que se añadió un alza adicional del 15% promedio para este mes.
La leche resultó la más impactada: el sachet de un litro, que a comienzos de año se conseguía a $33,50, ya orilla los $50. Una suba del 49%.
Los envases larga vida se expendieron hasta los $65 y $68. Y los que vienen reforzados con "hierro", por ejemplo, no bajan de $70. Registraron un par de alzas durante marzo. Y habrá más.
Los aumentos en el sector lácteo podrían pasar a segundo plano si no fuera que aparecen en el marco de un encarecimiento general de la canasta básica de alimentos.
Carne, fideos y más
Las carnes también vienen liderando las subas. Los distintos tipos de cortes "populares" registraron alzas de entre 20% y 22% en los dos primeros meses del año, medido por el Indec. Y durante marzo registraron ajustes adicionales de entre 10% y 15%, según los precios que se promocionan en carnicerías y cadenas de supermercados.
iProfesional reveló que la empresa Molinos retocó sus listas de manera generalizada.
Hubo ajustes en los precios de aceites, harinas, fideos, arroz, café, yerbas, café, pastas rellenas, rebozadores, premezclas para hacer pizzas o bizcochuelos y hasta en los congelados.
Las subas fueron de hasta 11,3% en el caso de los aceites; del 9,3% en los fideos y de hasta un 15,5% en las yerbas. La harina lo hizo en un 7% y el arroz en un 5% promedio. Los congelados se encarecieron 14% promedio.
Explicaciones y polémica
La nueva suba de los precios en los lácteos obedece, como cuestión central, a la caída en la producción de materia prima.
"En el mes de enero de 2019, la producción fue de 819,9 millones de litros de leche, valor que representa una disminución del 10% respecto al mes anterior y una caída del 7,3% en comparación con igual mes del año 2018", destaca el informe del Observatorio de la Cadena Láctea.
Un comportamiento que, según deslizan en la industria, también se verificó en los meses siguientes.
En simultáneo a ese retroceso en la producción, hubo una expansión de las exportaciones del 37% para aprovechar la mejora en el valor internacional de la leche en polvo.
El combo de caída en la elaboración, el crecimiento de las exportaciones y el salto en los precios redundó en una baja del 13,9% en el consumo interno de este producto y sus derivados en la última parte del año pasado. Para este año, los tamberos prevén una caída adicional del consumo del 1,5% para toda la canasta de productos.
En el medio, los tambos vieron una mejora pero lejos de los valores que se observan en los comercios minoristas. Según el reporte del Observatorio, el precio de la leche al productor en enero fue de $ 9,83/litro, lo que representa un aumento del 4,1% respecto al mes anterior y del 69,5% con igual mes del año anterior.
De acuerdo a fuentes de la industria, la situación podría extenderse un par de meses más, hasta mayo. Por una cuestión estacional, en ese mes suele verificarse una mejora en la producción y abastecimiento del mercado interno.
¿Bajarán los precios? Nadie en el sector podría asegurarlo. "Depende lo que pase con el dólar", suelta el gerente comercial de una láctea líder, en diálogo con iProfesional.
La escalada del billete verde de las últimas jornadas impactó en las góndolas. Un ejemplo concreto de lo que le pasó al gerente de ventas de un supermercado mayorista retrata la histeria del momento en relación a los precios: al comerciante le ingresó un correo electrónico a las 22 horas del viernes 22 anunciando un incremento de $24 a $26 en el cartón de "larga vida". La fecha de entrega se pactó para el martes. Ese día, el camión llegó con un aumento adicional, de $26 a $27 la unidad. El ajuste finalmente ascendió al 12,5%.
Otra foto del momento: el gerente de una de las principales fabricantes de dulce de leche tuvo que disculparse ante un supermercadista del conurbano bonaerense por incumplir un acuerdo de palabra sobre el valor de los productos.
Algunos industriales se defienden: culpan a los comerciantes y a la cadena de comercialización por los faltantes y las remarcaciones. El representante de una fábrica láctea de mediano porte, con oficinas en un barrio de la Ciudad de Buenos Aires, se sincera: "Los industriales tenemos parte de la culpa. Se montan a un escenario muy complicado y especulan. Las empresas más grandes deshidratan leche todo lo que pueden y lo exportan como leche en polvo. Y otros suben los precios más allá de lo razonable especulando con un mercado con escasez", admite en diálogo con iProfesional pidiendo el anonimato.
Ese mismo empresario, exhausto en medio de la trepada del dólar y las nuevas listas con constantes retoques, al final exclama: "La verdad es que el Gobierno también tiene su cuota de responsabilidad. Nadie se mete. Se deja hacer, y el mercado funciona con gran voracidad. Guillermo Moreno le hizo un gran daño al sector. Pero este ‘siga siga’ tampoco sirve".
Se sabe, hoy es el sector lácteo pero la cuestión es sistémica. La inflación se ha convertido en el principal problema de la política económica. Los precios desajustados impactan sobre el nivel de consumo y las expectativas cambiarias. Un círculo vicioso que funciona con eficiencia.
Pero que podría golpear sobre las expectativas electorales de la Casa Rosada. Algo de esto ya notaron las principales encuestadoras políticas.