Fin de año a puro faltante: por desabastecimiento de importados se reprograman cirugías, crujen industrias y autos
La película de los faltantes cierra otro diciembre de terror. Tras un año en el que los desabastecimientos de importados determinaron el funcionamiento de gran parte de los resortes de la economía nacional, el final de diciembre es de dolor de cabeza pronunciados para sectores como la salud, la producción de maquinarias y alimentos, y el segmento automotriz. El problema no se agota ahí: los pronósticos de analistas y empresarios dan cuenta de faltantes que se profundizarían durante 2023. Semejante posibilidad ya quita el sueño de más de un protagonista del aparato productivo doméstico.
El drama que atraviesa el ámbito sanitario volvió a quedar en evidencia luego de que representantes de la Federación de Clínicas de la provincia de Buenos Aires (FECLIBA) informaran esta semana que los nosocomios de distintos puntos del país comenzaron a reprogramar cirugías por la falta de insumos.
Néstor Porras, titular de la entidad, remarcó que en la segunda mitad del año se aceleró la falta de bombas aireadoras que se utilizan en los procedimientos en el quirófano, jeringas especiales y hasta guantes.
"Los proveedores aducen que no tienen stock", declaró el directivo. "Empiezan a escasear hasta los guantes. Ya en época de pandemia comentamos que había que tener cuidado con la provisión de oxígeno, que venía complicada, y la falta de elementos de sedación", agregó.
Porras comentó que, producto de este contexto, se aceleró la derivación de pacientes bonaerenses, sobre todo afectados por dolencias cardiovasculares, a clínicas distribuidas en ciudades como La Plata o Bahía Blanca.
La falta de insumos para las operaciones de corazón fue advertida a inicios de diciembre por el Colegio Argentino de Cirujanos Cardiovasculares (CACCV). Desde la entidad se remarcó que la no disponibilidad de material quirúrgico, que llega a la Argentina proveniente de China, Estados Unidos y Europa, "está poniendo en riesgo la salud y la vida de los pacientes que requieren cirugías".
En sintonía con los problemas que atraviesa ese nicho, la Sociedad Argentina de Córnea, Refractiva y Catarata (SACRYC) notificó a mediados de este mes que el sector sufre las trabas a la importación de materiales como lentes y productos clave para la realización de cirugías de cataratas, glaucoma o vías lagrimales.
Faltantes: las complicaciones para los industriales
En el ámbito industrial el panorama es igual de complicado. Directivos de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (AFAMAC), definieron como "muy serios" los problemas para abastecerse con piezas y repuestos importados.
Luciana Mengo, referente de la organización, afirmó que el ingreso de insumos "está congelado" y que a ese inconveniente el sector debe añadirle las complicaciones financieras que atraviesa el agronegocio por efecto de la sequía imperante.
Los metalúrgicos de la asociación mendocina ASINMET también levantaron la voz a principios de diciembre para señalar que el sector metalmecánico está al borde de la parálisis por las dificultades para importar materiales básicos.
La lechería no se quedó atrás: la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL) reconoció dificultades para sostener el abastecimiento de leche por falta de insumos para el procesamiento y el envasado de productos.
"Vemos con preocupación las demoras en la autorización del SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina). Esto dificulta la provisión de insumos y pone en riesgo la producción en nuestras empresas", expuso la entidad en un comunicado reciente.
"Según expresaron autoridades del Gobierno, los insumos para la producción de las pymes iban a estar garantizados y a eso aspiramos", agregó.
Las automotrices seguirán afectadas por las trabas
El sector automotriz concluye 2022 con graves problemas de abastecimiento de piezas y la perspectiva para el año que ya casi inicia tampoco es la mejor. Las autopartistas, por ejemplo, continúan sufriendo el régimen de pagos habilitados cada 180 días a sus proveedores, lo cual no hace más que dificultar la disponibilidad de insumos clave.
En las terminales no creen que esta situación se modifique en el corto plazo, por lo que la generación de vehículos 0 Kilómetro continuará viéndose afectada en 2023 con lo que esto implicará en términos de bajo stock en las concesionarias.
Fabricantes como Renault y Nissan vienen atravesando un grave desabastecimiento de piezas y ambas firmas establecieron sendos parates en el segundo semestre a raíz de esa causa.
Por falta de componentes, Nissan frenó la fabricación de la "pick up" Frontier que produce en territorio cordobés durante algunos días de la primera mitad de noviembre. Renault, en tanto, suspendió actividades durante octubre por efecto de las demoras en la instrumentación del SIRA.
Por supuesto que no fueron las únicas automotrices afectadas en este último tramo de 2022. También en noviembre, Ford reconoció problemas para cumplir con sus proveedores fuera de la Argentina e inconvenientes en el abastecimiento de semiconductores.
Por su parte, Fiat suspendió producción por algo más de un día a fines de octubre. También, afectada por las pautas contempladas en el SIRA, la compañía congeló por varias horas la producción de unidades como el Cronos, con cese parcial de actividades en las áreas de chapa, pintura y montaje.