H&M: cómo pasó de vender ropa para mujeres a vestir al planeta entero y cuál es la historia que esconde su nombre

Cuando entró en Macy´s quedó impactado. No por las prendas que colgaban de los percheros y se lucían, tentadoras como duces, en los exhibidores, sino por la inmensidad de la tienda, la eficiencia de las vendedoras y, sobre todo, el modelo empresarial norteamericano, capaz de mover grandes volúmenes de mercadería a lo largo y ancho de ese enorme país. Fue tal el impacto, que el sueco Earling Persson, fundador de H&M, se inspiró en esos grandes almacenes de Nueva York para crear su propio imperio de ropa de diseño accesible.

Corría el año 1946, post Segunda Guerra Mundial. Persson emprendió un viaje a Estados Unidos que marcaría su vida. Un año después de su travesía, el joven empresario ya sabía exactamente cuál sería su próximo paso: fundar en su país una tienda de ropa femenina al estilo norteamericano. No tenía un gran interés ni conocimiento en la moda, pero eso no lo detuvo.

No era un novato en esto de crear empresas: en 1943, con solo 26 años, ya había fundado la compañía Erling Persson Ur & Penn en Gotemburgo. Originalmente era una librería (Penn) en la que había trabajado de empleado siendo adolescente, que adquirió y luego convirtió en una tienda de regalos.

La H detrás del nombre "fácil y simple de recordar"

Aunque vivía desde hacía varios años en Estocolmo, decidió abrir el primer local en Västeras, su ciudad de origen, a 100 kilómetros de la capital. Pragmático como pocos, Persson diseñó el logo y eligió un nombre que fuera simple y fácil de recordar para el público local. La llamó Hennes (Ellas, en sueco). Sería la "H", de la marca. Aún faltaban casi 20 años para sumar la "M".

Con un modelo de negocios novedoso para la época, centrado en disponer de un gran volumen de mercadería a bajo costo y con la premisa de que durara apenas una temporada, comenzó su aventura dentro de la industria textil. El secreto de la fórmula "lindo, bueno y barato" Persson lo encontró afuera, en los países en vías de desarrollo, donde los costos productivos eran sensiblemente menores a los que existían en Europa, algo que sigue vigente hasta hoy.

El fast fashion y la M que se suma para completar el nombre

Su idea inspirada en aquellas grandes tiendas de Estados Unidos resultó tan exitosa que al año siguiente abrió otra en Estocolmo y con los años, la empresa comenzó su etapa de ascenso y esplendor dentro del mercado sueco hasta que en 1964 abrió su primera tienda fuera de Suecia en Noruega, lo que marcó uno de los hitos de la marca. Para ese entonces, Hennes se había transformado en uno de los referentes del fast fashion. Sin embargo, todavía faltaba sumar la "M" para dar el gran salto.

La tienda H&M, que nació a fines de los 40 para vestir a mujeres de mediana edad, hoy tiene presencia en 73 países

La marca tal como la conocemos terminó de completarse en 1968, cuando el fundador adquirió la tienda de caza Mauritz Widforss en Estocolmo para disponer de los locales físicos y seguir su proceso de expansión.

Pero esa compra terminó por darle un nuevo rumbo e impulso a la firma, que incorporó a su catálogo la ropa para hombres y niños. Esto supuso un cambio de nombre: la empresa comenzó a llamarse Hennes & Mauritz, o H&M, como se la llama popularmente hoy en todo el mundo.       

La expansión europea de H&M y la explosión norteamericana

Con una identidad cada vez más fuerte, la compañía empezó a cotizar en bolsa en 1976 y se animó a traspasar las fronteras de Escandinavia.

El primer país fuera de esa zona fue en Inglaterra, con un importante local en Londres. A partir de ese momento el crecimiento en Europa fue exponencial durante la década del 80, en la que Erling le cedió el control de la compañía a su hijo Stefan, y continuó en los ‘90.

Alemania (el principal mercado), Países Bajos, Bélgica, Austria, Luxemburgo, Finlandia, Francia y Rusia fueron algunos de los países donde la empresa de fast fashion comenzó a vestir a todo aquel que quisiera seguir las tendencias de la moda sin gastar un dineral.

Pero fue con el nuevo milenio, cuando H&M cruzó el Atlántico Norte hacia Estados Unidos, que la compañía tuvo su explosión. No es casualidad que allí, en ese país que había servido a Erling como inspirador, la firma alcanzara fama mundial. En Sudamérica, vale decirlo, su presencia es escasa: Chile es el país donde hay mayor número de tiendas, seguido por Perú, Colombia y Uruguay.

Con el nuevo milenio, H&M cruzó el Atlántico Norte hacia Estados Unidos y tuvo su explosión 

Colaboraciones con Versace, Jimmy Choo y Stella McCartney

Pero sin duda son sus colaboraciones con renombrados diseñadores y marcas lo que ha vuelto a la marca sueca una de las preferidas por los amantes de la moda accesible en todo el mundo.

Desde 2004 hasta hoy ha creado colecciones cápsula con Lanvin, Karl Lagerfeld, Isabel Marant, Commes des Garçons, Sonia Rykiel, Kenzo, Jimmy Choo, Roberto Cavalli, Versace y Stella McCartney, por nombrar los más destacados.

Se trata de una estrategia de marketing para diferenciarse de sus competidores directos entro del fast fashion como Zara o Uniqlo, que no suelen contar con estas colaboraciones, que se venden en minutos, apenas salen al mercado.

"Con cada colaboración, los amantes de la moda de todo el mundo han tenido la oportunidad de vestir algunas de las piezas más increíbles, comprobando que el diseño es más que una cuestión de precio", dijo alguna vez Margareta van den Bosch, asesora creativa de H&M, sobre la alianza con los grandes diseñadores.

 

Estos nombres rutilantes comenzaron a atraer la atención de celebrities como Kylie Jenner o royals la reina Letizia, que impactó con un vestido azul marino en su visita oficial a Suecia el año pasado.

Camaleónica, la tienda que nació a fines de los 40 para vestir a mujeres de mediana edad, estaba destinada a transformarse en una marca global, con presencia en 73 países, capaz de vestir a todo tipo de personas y cuerpos. Lo único que mantiene intacto desde su lejano origen es la no renuncia a hacer de la moda un lujo accesible.