POSIBLES SANCIONES

La invasión de Rusia a Ucrania genera incertidumbre sobre la vacuna argentina contra el Covid

El proyecto que lidera Laboratorios Richmond fue cubierto por un manto de dudas sobre su continuidad por las sanciones que podrían imponerse a Rusia
NEGOCIOS - 28 de Febrero, 2022

La continuidad del hasta ahora exitoso y estratégico plan del empresaro Marcelo Figueiras para producir en la Argentina la vacuna Sputnik V entró en un plano de incertidumbre luego de la icondenable e inexplicable invasión rusa a Ucrania.

Si bien hasta ahora el proceso se mantiene, la continuidad del proyecto dependerá de hasta donde llegue el resto del mundo occidental con las sanciones al país que preside Vladimir Putin.

Es decir, si los castigos económicos hasta ahora impuestos se extienden también a las investigaciones y desarrollos científicos llevados a cabo por Rusia para ayudar a combatir la pandemia del Covid-19, lo cual podría afectar los planes del laboratorio local Richmond.

No se trata de una posibilidad descabellada si se tiene en cuenta que Estados Unidos acaba de imponer restricciones económicas al Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés), el organismo que financia la plataforma científica a cargo de la producción de la Sputnik V y con el cual Figueiras cerró el contrato para fabricar localmente la vacuna.

Producción de la vacuna en Argentina, ¿en dudas?

El convenio de Richmond fue suscripto hace un año, en febrero del 2021 en la ciudad de Moscú. Ese día, Figueiras firmó un memorándum de entendimiento junto a ejecutivos del RDIF, que representa al Instituto Gamaleya.

En ese momento, se aclaró que a partir de la firma del acuerdo se comience a trabajar en la construcción de una planta en la localidad bonaerense de Pilar y se inicie la búsqueda de los fondos necesarios para financiar la iniciativa para que en el plazo de un año se estén produciendo las vacunas en la Argentina.

El proyecto de fabricación de vacunas locales que lidera Laboratorios Richmond fue cubierto por un manto de dudas 

Además del fondo soberano ruso, el proyecto tiene la participación de Hetero Labs, de la India y socio estratégico de Richmond desde hace más de 25 años.

Hasta ahora, la Argentina lleva distribuidas 21 millones de dosis de Sputnik V entre sus ciudadanos, a partir de un acuerdo con el gobierno de ese país para la provisión de 30 millones de unidades contra el coronavirus, lo cual indica que aún quedan por recibir nueve millones que ahora también corren riesgo de no llegar si se amplían las sanciones contra Putin por el avance invasor que lidera contra Ucrania.

De hecho, el cerco económico a las instituciones y empresas rusas se sigue extendiendo a otras áreas luego de la medida adoptada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, que prohibió a los estadounidenses realizar transacciones con el Banco Central de la Federación Rusa, el Fondo Nacional de Riqueza de la Federación Rusa y el Ministerio de Finanzas de la Federación Rusa.

El presidente Joe Biden había ordenado la semana pasada a la secretaria del Tesoro que imponga sanciones de bloqueo total al RDIF por considerar que se trata de una entidad financiera de propiedad estatal que funciona como un fondo soberano de riqueza y atrae capital en sectores de alto crecimiento y alta tecnología.

Si bien Figueiras no respondió las consultas de iProfesional, fuentes cercanas al dueño del laboratorio Richmond sostuvieron que el plan continúa por entender que las sanciones internacionales todavía no afectan los acuerdos firmados por Rusia en el campo de la ciencia y las investigaciones médicas.

"Hasta el momento, la distribución y comercialización de la vacuna Sputnik en Argentina sigue el curso pautado", aseguraron.

Cómo pueden afectar las restricciones económicas a Rusia

De hecho, se espera que esas excepciones se mantengan teniendo en cuenta que, más allá de la invasión militar, el Covid-19 sigue causando víctimas en todo el mundo y por ende, el desarrollo de las vacunas sigue siendo prioritario a nivel global.

Sin embargo, la decisión del gobierno de Joe Biden puede hacer cambiar esa mirada. "Putin y su círculo íntimo han confiado durante mucho tiempo en RDIF para recaudar fondos en el extranjero, incluso en los Estados Unidos. Al restringir aún más a estas personas y entidades del sistema financiero, Estados Unidos continúa demostrando su compromiso inquebrantable de apoyar a Ucrania, imponer costos al círculo íntimo de Putin o a aquellos conectados con Putin y su elección por la guerra, y evitar que el régimen de Putin aumente su capital para financiar su invasión de Ucrania y otras prioridades", expresó el Departamento del Tesoro norteamericano, a través de un comunicado publicado en su portal web que reprodujeron las agencias de noticias internacionales.

De hecho, un cable de Europa Press especula con el futuro de la vacuna y se pregunta si estas restricciones pueden afectar la provisión del componente activo con el que Laboratorios Richmond envasa la fórmula en el país.

También existe incertidumbre sobre la decisión que tomarán la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades regulatorias de la Unión Europea acerca de la homologación de la Sputik V que permitiría a millones de vacunados evitar inconvenientes para ingresar a destinos que exigen una pauta completa de vacunación con una fórmula avalada, al menos, por una agencia sanitaria internacional.

El empresario Marcelo Figueiras lidera el desarrollo de la vacuna argentina contra el Covid-19 a partir de un acuerdo con Rusia

Proyecto Vida, un fideicomiso financiero

Más allá de estas dudas y del cambio total que la invasión rusa generó en el tablero de la geopolítica mundial, el directorio de Laboratorios Richmond autorizó el año pasado la creación de un fideicomiso financiero que lleva la denominación de "Proyecto Vida (Vacuna de Inmunización para el Desarrollo Argentino)".

Se trata del instrumento que permite participar a inversores locales y extranjeros del proyecto a cambio del cobro futuro de una determinada rentabilidad a través de una colocación de deuda o una participación de capital y que se encuentra listados en un mercado.

En el caso de Richmond, el fideicomiso se propuso como objetivo recaudar u$s70 millones para financiar la adquisición, instalación y puesta en marcha de la planta que producirá una serie de vacunas entre las que se incluirán aquellas para el coronavirus.

En su momento, el laboratorio informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV), que la planta también estará preparada para elaborar otros productos biotecnológicos, "de manera tal que pueda brindar servicios de maquila productivos a distintos laboratorios farmacéuticos, entre los que se encuentra Richmond".

El establecimiento será provisto por un consorcio integrado por cinco empresas: CIMA Industries inc; Axiom Ingeniería S.L; Shanghai Tofflon Science & Tecchnology; Sanghai Zhongla Quality Management & Trading Co, y Grupo Sinotek S.A. de CV.

La fábrica será entregada bajo el concepto de "llave en mano" y estará montada sobre un inmueble ubicado en Pilar.

Al inicio del proyecto, Richmond definió la contratación como fiduciario del Banco de Valores; acordó la transferencia del terreno a este fiduciario; de los derechos respecto del contrato de compra de la Planta del que es titular el laboratorio y otros activos que oportunamente determinen las autoridades.

El acuerdo contempla además que el fidecomiso reciba ingresos que se determinen específicamente y que la sociedad obtenga por la comercialización de especialidades medicinales que se produzcan en la planta.

El directorio de Richmond acordó además instruir al fiduciario la emisión de valores negociables bajo el Fideicomiso con el objetivo de financiar los cerca de u$s60 millones que, fuentes del mercado estiman serán necesarios para alcanzar el objetivo de que en el plazo de un año se estén produciendo las vacunas en la Argentina.

Es más, en agosto del año pasado, el gobierno argentino autorizó la aplicación de las primeras Sputnik V elaboradas por el Laboratorio Richmond, que se encontraban almacenadas en la Planta de Operaciones de Logística Farmacéutica de Andreani en la localidad de Malvinas Argentinas.

Se trataba de un cargamento de 995.125 dosis componente 1 y 152.500 dosis del componente 2 de la vacuna que habían sido fabricadas localmente a partir del antígeno provisto por el Instituto Gamaleya.

En ese momento, desde Richmond se informó que ya había producidas en la Argentina 2.300.000 de dosis del segundo componente de la Sputnik V, pero solo fueron aprobadas por Rusia 152.000.

El fideicomiso se propuso como objetivo recaudar u$s70 millones

La Sputnik V de producción nacional, aprobada por la ANMAT

Y a principios de febrero pasado la propia ministra de Salud, Carla Vizzotti, anunció que la Sputnik V de producción nacional había sido autorizada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para ser comercializada en nombre del RDIF que ya venía siendo producido por Richmond.

Dicha autorización de la ANMAT también facilitó la exportación de la vacuna rusa producida en Argentina.

Ahora, y con el incierto desenlace de la invasión rusa a Ucrania, todo el proyecto local se encuentra cubierto bajo un manto de dudas e incertidumbre que solamente podrían disipar el éxito de las negociaciones de paz y un retorno de la tranquilidad mundial con la salida de Rusia del territorio ocupado y el fin de las sanciones hasta ahora impuestas por el resto de la comunidad internacional.

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