La guerra entre Rusia y Ucrania y su impacto en Argentina: qué negocios de empresas entran en riesgo
La invasión a Ucrania perpetrada por Rusia sembró de interrogantes los acuerdos y potenciales pactos que, sobre todo la segunda nación, venía negociando con la Argentina. Si bien el intercambio comercial es bajo respecto de otros vínculos, nuestro país ostenta con el estado que gobierna Vladimir Putin una relación económica anual de 1.300 millones de dólares -exportaciones por 700 millones- que empezó a brotar fuerte a partir de 2021.
Ocurre que en ese momento Argentina avanzó con la importación de vacunas Sputnik contra el coronavirus y mantuvo un nivel de compras sostenido de ítems como petróleo, gasoil e insumos para el agro. En la vereda de enfrente, Rusia es "cliente" asiduo de cítricos, peras, maní e, incluso, algunos pescados del Atlántico Sur.
Si bien el Gobierno se esforzó por comunicar en las últimas horas que "todo sigue igual" con Rusia en términos, justamente, comerciales, lo cierto es que la posibilidad de que el enfrentamiento bélico escale añade incertidumbre a los tratos que se venían negociando.
"Con Rusia se están llevando una cantidad de acuerdos, que se alcanzaron y se siguen alcanzando en temas de inversiones de empresas rusas, y con respecto a lo que Rusia ayudó a la Argentina en la pandemia, a través de acuerdos para poder tener vacunas, cuando no teníamos otras", afirmó Gabriela Cerruti, portavoz oficial, durante la jornada del jueves.
A principios de febrero, Alberto Fernández mantuvo una reunión con Putin en la que el primer mandatario argentino expuso su decisión de aumentar el vínculo con Rusia de un modo contundente. "Tenemos que ver la manera en que Argentina se convierta en puerta de entrada de Rusia en América latina de un modo más decidido", afirmó Fernández.
Luego reconoció que Putin le habló de la posibilidad de motorizar inversiones para la construcción de centrales nucleares y satélites.
"La compañía rusa Transmashholding –del rubro ferroviario– ya está trabajando en el país y yo le propuse que la empresa Kamaz, que es un gigante en la fabricación de camiones, también se instale en la Argentina. Pero eso sí: que no sea para ensamblar, sino para fabricar", declaró el Presidente en aquel momento.
Inversiones rusas en Argentina
La realidad es que el oficialismo lejos está de poder garantizar que cualquier tratativa iniciada continuará en pie si la guerra se sostiene en el tiempo. De igual modo, y según pudo constatar iProfesional, las apuestas rusas en el país son breves y aún transitan la senda de la promesa.
En sintonía con lo expuesto acerca de las vacunas, Rusia alcanzó un acuerdo con Richmond para producir cerca de 500 millones de dosis de Sputnik en una planta a construir en Pilar. El pacto establece una inversión de 85 millones de dólares. En torno al Gobierno reconocen que, si la guerra se prolonga más de un mes, la intención de inaugurar las instalaciones en septiembre de este año se pasará para más adelante.
Respecto de la mencionada Transmashholding, a principios de año la firma se adjudicó la licitación lanzada por el Gobierno para la fabricación y provisión de 70 trenes eléctricos de la serie Ívolga.
Según se informó desde la cartera de Transporte, los trenes cuestión tendría como destino sendos ramales de los ferrocarriles San Martín, Sarmiento y Roca.
"Los primeros 45 trenes llegarán al país a partir del segundo año de la firma del contrato para las líneas Roca y Sarmiento, el resto de las unidades llegará a partir del comienzo del cuarto año del contrato", expuso Alexis Carrera, titular de dicho ministerio, a fines de enero pasado.
El conflicto coloca todo esto en suspenso. De hecho, se desconoce en qué momento los técnicos de la compañía rusa viajarán hacia la Argentina para brindar la capacitación que requiere el uso de estas formaciones.
Otra empresa de peso que también podría paralizar por completo sus ambiciones en el ámbito doméstico es la petrolera rusa Gazprom. En 2021, la compañía hizo visible sus intenciones de asociarse a Pampa Energía para desembarcar en la cuenca neuquina de Vaca Muerta. Con vistas a pisar fuerte en la extracción de gas en los yacimientos de El Mangrullo y Sierra Chata, hoy bajo control de la firma argentina.
Sin embargo, el entusiasmo inicial mostrado por los rusos se fue desvaneciendo con el correr de los meses. Y la contienda que hoy se libra en Europa sin dudas enfriará aún más cualquier intento de la hidrocarburífera por ampliar su capacidad comercial a esta parte del mundo.
"La inversión rusa en nuestro país es muy poca. Lo que sí hay es un intercambio comercial. Argentina vende lácteos, pescados, frutas, carnes, maní. Lo que se importa de Rusia tiene que ver con químicos, fosfatos, energía. Lo relevante es la relación comercial, sin dudas", dijo a iProfesional Marcelo Elizondo ex director ejecutivo de la Fundación ExportAr y actual director de la consultora DNI.
¿Qué ocurre con Ucrania?
Por el lado de la relación comercial Argentina-Ucrania, el vínculo entre ambas economías es por demás de breve. Así, mientras que el país importa apenas algunos insumos de la industria petrolera y contados accesorios para la producción de electrodomésticos, la nación que hoy sufre el ataque de Rusia compra algo de vinos y pescados.
Los "commodities" agrícolas no son de gran atractivo tanto para Ucrania como para Rusia. Ambos países son enormes exportadores de trigo y, en el caso específico de la nación ucraniana, esta ocupa el primer lugar mundial en términos exportación de semillas y aceite de girasol. Y se ubica entre los primeros cuatros mayores productores y vendedores globales de maíz.
"Las exportaciones argentinas a Ucrania son 40 millones de dólares al año. Y se efectúan importaciones por unos 30 millones. Números insignificantes si pensamos que en 2021 Argentina efectuó exportaciones por 75.000 millones de dólares e importó alrededor de 62.000 millones", consignó Elizondo.