¿Mayor presión fiscal? El kirchnerismo pide subir impuestos para mantener las tarifas
A pocos días del supuesto envío del acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Cámara de Diputados, sectores oficialista vinculados al kirchnerismo insisten con criticar parte de las negociaciones.
En especial, las vinculadas a la reducción de los subsidios para sostener el precio de las tarifas de los servicios públicos como la electricidad y el gas.
Un ejemplo, es la iniciativa que impulsa la diputada por el Frente de Todos, Fernanda Vallejos para gravar más a los sectores de ingresos altos y de esa forma frenar lo que bautiza como "un tarifazo energético".
Tras reiterar su rechazo al acuerdo por la deuda macrista porque "fue una estafa", la también economista y cercana a la vicepresidenta Cristina Kirchner, repudió la presión del Fondo para forzar un aumento en las tarifas energéticas mediante políticas focalizadas de eliminación de subsidios y sugirió gravar más a los sectores de ingresos altos con el fin de compensar la proporción de los subsidios que reciben sin afectar a los ciudadanos de ingresos bajos y medios ni al sector productivo.
Más impuestos a los que más tienen para sostener las tarifas
"Si la idea es corregir ese sesgo, que sería injusto, para quienes no necesitan el subdidio, dejen de recibirlo, basta y sobre con cobrar más impuestos a ese 10% o 20% de la población, con escalas y alícuotas progresivas, según el nivel de ingresos y riqueza", señaló la diputada Vallejos en su cuenta de Twitter.
Su posición también quedó reflejada en un reciente informe elaborado por la consultora Proyecto Económico para alentar un esquema mixto por el cual los consumidores paguen una tarifa reducida que cubra los costos operativos de la empresa más una ganancia razonable y que las inversiones queden a cargo del Estado.
La diputada Vallejos, que es jefa de Proyecto Económico, sumó ahora una nueva presión al Gobierno de parte de los socios K en la alianza oficial para que se mantengan los fondos que el Gobierno destina a mantener las tarifas de la energía y, como contrapartida, propone compensar el subsidio que reciben los consumidores de mayores ingresos gravando sobre "la base de Ganancias (ingresos) y Bienes Personales (riquezas)" a estos mismos sectores.
"Si el problema, como algunos plantean, es que resulta injusto que reciban subsidios quiénes no lo necesitan (comparto), la segmentación no es la solución", tuiteó.
También advirtió que "nunca se aclara quiénes no lo necesitan o qué porcentaje de la población. "¿El 10% más rico? ¿El 20%? No puede ser más que eso", respondió la economista para agregar que si la idea es corregir ese sesgo sólo habría que aplicar a esos sectores escalas y alícuotas progresivas, según el nivel de ingresos y riqueza.
De esta manera, Vallejos sumó otro aporte para evitar un aumento en el servicio energético que impacte en los sectores de ingresos bajos y medios, incida sobre los costos de las empresas y del sector productivo y agregue más presión al Indice de Precios al Consumidor (IPC).
"Cuando el Estado subsidia, inyecta recursos. Cuando cobra impuestos, los absorbe. De modo que subiendo esos impuestos se absorben entre los sectores que no necesitan, los recursos que se inyectaron" explicó la dirigente de Soberanxs y del Grupo 25 de Mayo.
A través de otro mensaje agregó que "cobrando impuestos a los más ricos, para recuperar los recursos que se volcaron en subsidios en esos sectores, se termina la distorsión de la política tarifaria", al tiempo que calificó como falso "que haya que tocar las tarifas, segmentar, y si no se hace de ese modo, es porque el objetivo es otro".
Debate a largo plazo
Si bien, la propuesta de Vallejos llega en momentos en los cuales el Ministerio de Economía ya dispuso un retoque general del 20% en las tarifas eléctricas, el objetivo de la diputada es plantear un debate más profundo sobre las futuras medidas que podría tomar la cartera que conduce Martín Guzmán.
Más que nada, porque la diputada entiende que existe una fuerte presión del FMI para que se eliminen o reduzcan sensiblemente los subsidios a la energía con el fin de destinar dichos recursos al pago de la deuda de u$s44.500 millones que el gobierno de Mauricio Macri contrajo en el 2018.
"El FMI y el Banco Mundial han tenido históricamente una posición (cosmética o, si se quiere, demagógica, que les permite incorporar a los sectores vulnerables a su relato, en pos de políticas focalizadas. No es algo nuevo, siempre fue así, como lo proponen ahora para ajustar tarifas", arremetió Vallejos al tiempo que recordó que el peronismo y el progresismo siempre se opusieron a esa focalización.
"Nuestros países no son Suecia. Argentina, por ejemplo, tiene 40% de pobreza estadística (por ingresos) y 50% estructural. Y además, hay otro porcentaje de trabajadores (clase media) en riesgo de caer en la pobreza", advirtió Vallejos, quien aclaró que la propuesta apunta en realidad a afectar la política del gasto público de la Argentina. "Efectivamente, el objetivo del FMI es otro: recortar el gasto. Recortar subsidios afecta a sectores mucho más amplios que sólo los ricos, golpeando a trabajadores de clase media más o menos empobrecida. Y NO es progresivo ¿o las tarifas aumentarán más según la escala de ingresos?", indicó.
En contra de la eliminación de subsidios
La economista también desmereció las políticas focalizadas de eliminación de subsidios al señalar que "algunos han hablado de mantener la tarifa social, aumentando la tarifa para el resto. ¿Qué pasará con los pobres y los que están en riesgo de caer en la pobreza?".
En este sentido, Vallejos defendió las políticas universales del gasto público y las contrapuso con las focalizadas que impulsan desde el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
"¿Por qué no se corrige el sesgo regresivo (toda política universal lo tiene; es un debate archi resuelto en la disciplina económica, que aplica, por ejemplo, de igual manera al salario básico universal, cobrando impuestos directos a los ricos para compensar esa renta básica) con impuestos?. Porque los impuestos directos descargan el esfuerzo en los más ricos. En cambio, el recorte del gasto distribuye el ajuste sobre el conjunto y, proporcionalmente -se sabe- más sobre quienes menos tienen (no es igual pagar 80% más de gas para un rico o un laburante de clase media)", ahondó.
En este sentido, recordó que el último informe de Proyecto Económico, advirtió que "la suba de tarifas implicaría un aumento de la tasa de inflación, produciendo una baja del salario real promedio y una suba de la pobreza", lo que traería aparejado "una transferencia de ingresos del conjunto de los asalariados hacia las empresas prestadoras y llevaría a un empeoramiento de la distribución funcional del ingreso".
El trabajo sugiere un esquema mixto por el cual los consumidores paguen una tarifa reducida que cubra los costos operativos de la empresa prestadora más una "ganancia razonable" y que las inversiones queden a cargo del Estado.
Rechazo total
Pero más allá de su propuesta para sostener los subsidios a las tarifas, la diputada Vallejos arremetió de manera fuerte contra el acuerdo firmado por el Gobierno con el FMI al asegurar que no existen diferencias con lo firmado por el anterior gobierno de Mauricio Macri.
"¿Dos años negociando para que nos metan un refrito de lo que firmó Macri en 2018? ¿En serio? No hay ninguna prioridad más ineludible que mejorar la distribución y aumentar la participación del salario. ¿Peronismo, se acuerdan?", aseguró desde twitter.
La diputada entiende que incluye una serie de ajustes presupuestarios camuflados bajo el concepto "racionalización del gasto".
"Uno de los ítems donde se pondrá la lupa es el sistema previsional, a pesar que públicamente se había dicho lo contrario", agregó.
También anticipó que se prestará atención a la evaluación de regímenes especiales, y a mecanismos que favorezcan la prolongación de la vida laboral, además de pretender "limitar las transferencias discrecionales a las provincias y empresas estatales".
Rechazó la idea de que la pauta salarial del sector público se ajuste a la evolución del producto, como un compromiso para no alterar la distribución del ingreso. "El salario perdió nueve puntos contra el 2016, y el FMI pretende congelar esa distribución. ¿Se dan cuenta por qué no puede pasar esta locura?", cuestionó.
Se preguntó si se "puede seguir con el autoengaño de que es bueno aceptar las imposiciones del FMI. ¿O necesitamos que destruyan lo que queda para reaccionar con el hecho consumado?".
Por eso, y anticipando quizá la postura que tendrá la mayoría de los diputados del bloque K a la hora de tratar el acuerdo en el Congreso, pidió "terminar con esta lamentable parodia y hacer lo que hay que hacer. El FMI violó su estatuto, dejó que se fugue cada dólar, con el objetivo geoestratégico de mantener sometida a la Argentina. Acorde al derecho internacional, esos incumplimientos son un ilícito. A a La Haya YA‼".