Vivir en una chacra cerca de Buenos Aires ahora es más barato: las zonas más buscadas
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La proliferación del Covid-19 trajo consigo una batería de cambios y tendencias que, con el correr de los meses, se han ido consolidando y prometen perdurar en el tiempo. La mudanza fuera de Capital Federal, por ejemplo, es uno de los comportamientos que devino recurrente. Y es ese mismo movimiento el que terminó por fortalecer la demanda de casas y lotes en barrios cerrados.
Pero también, potenció un negocio inmobiliario que no concentraba demasiada atención comercial en los tiempos pre pandemia: las chacras en zonas cercanas a Buenos Aires.
La consolidación del teletrabajo como práctica, sumado a una baja de precios del orden del 30 por ciento sólo en los últimos dos años, activó un interés inédito por propiedades que en la primera parte de 2020 prácticamente carecían de toda demanda. En los últimos meses, indicaron a iProfesional desde una de las comercializadoras clave en ese mercado, el segmento transita una instancia de auténtico furor.
Cuánto vale una chacra cerca de Buenos Aires
Con valores que oscilan entre los 150.000 y los 700.000 dólares, las chacras más solicitadas presentan superficies que van de las 5 a las 70 hectáreas. Y, aunque brotan pedidos en zonas como la Patagonia cordillerana o el centro del país, lo cierto es que el grueso de las operaciones que se cierran ocurren en un radio cercano a la Capital Federal.
"Antes de la pandemia prácticamente no había movimiento en términos de demanda. Luego, la decisión de irse a vivir fuera de la ciudad terminó acelerando los pedidos y se empezaron a cerrar operaciones. La misma demanda empezó a tirar abajo los precios. Muchas familias adquieren esas propiedades como una segunda casa. En algunos casos incluso las prefieren luego de la experiencia de vivir en un barrio cerrado", dijo a iProfesional Federico Nordheimer, director de la comercializadora homónima.
"La demanda, por todo lo que generó la pandemia en cuanto a cambios en las formas de vida, creció por lo menos 200 por ciento en este tiempo. Quien compra lo hace con los dólares en la mano. Casi en el 100 por ciento de los casos. La chacra no tiene costos como las expensas y están quienes también arman un emprendimiento aprovechando la tierra y con eso cubren los gastos y demás", añadió.
En esa dirección, el experto sostuvo que no faltan los inversores que, justamente en esas granjas, montan negocios de producción de frutales, granjas y otros proyectos que les acercan muy buena renta.
Mudarse a una chacra: zonas más demandadas
Nordheimer mencionó a Lobos, Brandsen, Monte, Areco y Chascomús como algunas de las zonas que están recibiendo inversiones en chacras por parte de particulares porteños.
"Es un fenómeno que también ocurre en el entorno de ciudades como Córdoba o Rosario. Fuera de Buenos Aires, la predilección es por áreas ubicadas a entre 100 y 150 kilómetros de distancia. San Pedro y Baradero también despiertan mucho interés y han recibido inversiones", dijo.
"Hay una valoración de la naturaleza muy diferente que se intensificó a partir de la situación sanitaria. Siempre el interés, igualmente, tiene que ver con chacras cerca de ciudades importantes o con fuerte movimiento comercial. Los inversores toman en cuenta la necesidad, también, de llevar a cabo trámites o garantizarse determinados servicios. No es que compran en medio de la nada", destacó.
Respecto de las pautas que deben cumplirse para comprar una propiedad de esas características, Nordheimer fue claro: "La adquisición de una chacra implica un proceso similar al que se atraviesa para comprar una casa en la ciudad. Es algo que no reviste complejidad. La oportunidad, dados los precios, es ahora. Y no faltan los propietarios que escuchan y avalan buenas contraofertas".
La baja de valores que evidencian las chacras coinciden con la merma en la cotización que vienen mostrando los lotes rurales. En esa dirección, entidades como la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) reconocen bajas de al menos 20 por ciento desde que inició la pandemia.
"Mientras el mundo va en un sentido, nosotros fuimos en el contrario. En Argentina, el valor de la tierra productiva ha bajado mientras que en otros países se ha afirmado", expuso la entidad en un comunicado reciente.