Por qué el grupo Perez Companc se baja de la compra de Vicentin
Además de las fuertes protestas del campo que amenazan recrudecer durante las próximas semanas, la decisión del Gobierno de crear fideicomisos para controlar y regular las operaciones de varios commodities tuvo repercusiones en una de las operaciones empresarias de mayor importancia para el sector durante los últimos años.
Es decir, en el futuro de Vicentín, la mayor agroexportadora de la Argentina cuyo proceso de cambio de accionistas acaba de sufrir una deserción.
Ocurre que Molinos Agro, la empresa de la familia Perez Companc, abandonó la alianza que había formado con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y Viterra, propiedad del conglomerado suizo Glencore, para quedarse con la empresa santafesina.
Los tres grupos habían acercado una propuesta conjunta para quedarse con la la empresa que se declaró en default en diciembre del 2019 por una deuda cercana a los u$s1.300 millones y que el gobierno de Alberto Fernández intentó, sin éxito, estatizar.
Sin embargo, el proceso acaba de recibir un duro golpe tras la decisión de los directivos de Molinos Agro de dejar de formar parte de la sociedad creada para quedarse con el 98% del capital social de Vicentin y sus activos.
Por qué Perez Companc se baja de la compra de Vicentin
Según un comunicado de la compañía, el desestimiento va "en línea con la prudencia, que ha sido un activo central para la sustentabilidad del Grupo Perez Companc durante más de 70 años".
Para Molinos Agro, el contexto internacional y nacional que se presentan actualmente no permiten considerar como positiva la oportunidad de tomar compromisos de esta naturaleza.
En el documento publicado durante esta jornada del miércoles 30 de marzo, la compañía aclara las razones por las cuales adoptó la medida en medio de lo que considera un escenario de alta volatilidad en el plano local, especialmente regulatoria, derivada de la inestabilidad económica mundial.
Si bien el documento no hace explícita referencia a las últimas medidas tomadas por el Gobierno en el sector, para los analistas queda claro que la creación de fideicomisos para la soja y el trigo; la intervención de los mercados y la quita del diferencial del 3% a la harina de soja jugaron en contra de la continuidad de Molinos Agro en el deal.
Se trata de un contexto que afecta especialmente a sectores en los cuales el grupo está involucrado.
Por eso, en su comunicado la empresa explica que el escenario implica cambios normativos en países centrales; afecta el comercio de alimentos y materias primas y la disponibilidad y los costos de la energía; además de endurecer las condiciones de acceso al capital por el alza de la inflación y las tasas de interés.
"Esta decisión no modifica en nada el compromiso que el Grupo tiene con este negocio donde es un actor relevante del sector de industrialización y exportación de cereales y oleaginosas, y con el país, donde emplea a más de 9.000 personas en forma directa a través de sus empresas en los sectores de alimentos, agro y energía", aclara la compañía.
Las otras dos empresas confirmaron su continuidad
Por su parte, la dirección de Vicentín respondió a la decisión de Molinos Agro a través de otro comunicado en el cual se explican los mismos motivos establecidos por la compañía de la familia Perez Companc y se aclara que la situación "no modifica en absoluto el estatus de la propuesta concursal presentada en el expediente".
Para el directorio de Vicentín, la oferta sigue en pie ya que "ha cosechado en las últimas semanas una contundente aceptación, encontrándose en vías de consolidar las mayorías necesarias, tanto en términos de las conformidades personales como así también de los montos de capital requeridos para alcanzar su aprobación".
Se sostiene además que las otras dos empresas que participan de este proceso han confirmado ante las autoridades judiciales su continuidad y su compromiso de garantizar los fazones que permiten asegurar los insumos necesarios para mantener operativas las plantas.
Según el documento, "todas las condiciones expresadas en la propuesta de pago han sido ratificadas en todos sus términos", por lo que la compañía confía en que "próximamente se podrá confirmar que han sido alcanzadas las mayorías y que, de esa manera, el proceso concursal de Vicentin, alcanzará un hito trascendente en pos de garantizar la continuidad operativa de la compañía y de sus trabajadores".
La apuesta de Vicentín al éxito de la propuesta se basa también en que podría aliviar de manera considerable el impacto que la crisis financiera de la empresa genero en tantos pequeños y medianos productores agropecuarios que verán resuelta de manera efectiva el cobro de sus acreencias.
Quién tendrá la última palabra
A pesar del comunicado de Vicentín, la última palabra la tendrá el juez Fabián Lorenzini, a cargo del proceso concursal de la compañía, quien debe definir si acepta o rechaza los términos de la propuesta para normalizar el pago de ese pasivo y encarar el proceso de cambio de control accionario.
Si bien ahora quedó afuera, en mayo del año pasado, Molinos Agro y los otros dos grupo presentaron al directorio de Vicentin una manifestación de interés no vinculante por los activos de la compañía que fue aceptada y que abrió un proceso de auditoría (due diligence), luego del cual acercaron una oferta vinculante que siguió los pasos previstos en el marco del concurso preventivo.
La última versión de la oferta que analiza el magistrado indica que ACA y Viterra pasarían a controlar el 95% del capital de Vicentín y se comprometerían a aportar u$s300 millones por año como capital de trabajo y otros u$s420 millones para cubrir el pago de las deudas a bancos, cooperativas, empresas y a cientos de productores.
La oferta también atiende muchos de los planteos que justificaron el rechazo anterior, en especial para el pago de los acreedores granarios y la reducción del período concursal a 12 años, además de la resignación del control de la compañía por parte de la familia fundadora.
Otro de los detalles considerados positivos se vincula a los créditos quirografarios (que no gozan de garantías reales ni privilegios), que serán pagados en su totalidad mediante un aporte en efectivo de u$s297 millones, además de una entrega de acciones por la capitalización del saldo de esos créditos.
Los puntos clave de la oferta
Según los términos del documento al que tuvo acceso iProfesional, la propuesta concordataria se estructuraría conforme el siguiente detalle:
1) Conversión a dólares de todas las acreencias quirografarias aplicando el tipo de cambio del día de la presentación en concurso ($60,778 por dólar)
2) Los créditos quirografarios serán cancelados en su totalidad mediante (1) pagos en efectivo por la suma total de u$s297 millones y la capitalización del saldo de esos créditos con acciones, previa cesión por los acreedores de dichos saldos de sus créditos remanentes al fideicomiso de administración referido más abajo.
3) Los pagos en efectivo se aplican a todos los acreedores quirografarios a través de un aporte inicial de u$s170 millones, con un primer pago de u$s30.000 para todos el 1 de julio de 2022 o dentro de los 15 días hábiles bancarios a partir de la fecha en que quede firme la homologación de la propuesta. En cuanto al saldo se abonará dentro de los cinco días hábiles bancarios a partir de la antes referida fecha del primer pago. A esto se le suma un pago adicional de u$s127 millones a los 365 días corridos de la antes referida fecha de pago del primer pago inicial.
Según la propuesta, todos los pagos se realizarán utilizando disponibilidades en caja de Vicentin y el producido de la venta de la participación accionaria de la compañía en Renova y de los otros acuerdos de venta de activos identificados por los inversores estratégicos y/o de compraventa de acciones que también se llevarán a cabo.
En cuanto a los saldos de deuda quirografaria, la propuesta indica que se cederán a un fideicomiso de administración para su inmediata capitalización, quedando la participación accionaria de los actuales socios de Vicentin diluida, en principio, a un 5%.
Además, las acciones emitidas por la capitalización del saldo de acreencias quirografarias permanecerán en el fideicomiso, y las acciones de titularidad de los actuales socios se aportarán a un fideicomiso de garantía hasta que se perfeccione la transferencia.
Como parte de la propuesta, el fiduciario del fideicomiso de administración y los inversores estratégicos formalizan una compraventa de las acciones de Vicentin entregadas a los acreedores por el 95% del capital social y por el equivalente a u$s165 millones pagaderas al momento del cierre y perfeccionamiento de la operación, lo que será diferido a los 12 años de la fecha del primer pago inicial.
Si bien la tenencia de los actuales accionistas de Vicentin será del 5% del capital, el acuerdo permite un incremento de otro 5%, es decir hasta un máximo del 10%.
Otros puntos de la oferta
Habrá también un nuevo directorio propuesto por los accionistas originales de tres miembros titulares y 3 suplentes.
Además, ofrecerán SPA para la compra de la tenencia de acciones de Renova y SPA para la compra del 95% de las acciones de Vicentin; contratos de fazón al costo respecto del 100% de la capacidad industrial de los activos de Vicentin (Planta y Puerto de Sa Lorenzo, Planta Ricardone, Renopack, Oleaginosa San Lorenzo, Patagonia Bioenergía) por un período de 12 años.
También, boletos y contratos de compraventa respecto de ciertos activos de Vicentin (Planta y Puerto de San Lorenzo, Planta Ricardone, Renopack, Oleaginosa San Lorenzo, Patagonia Bioenergía).
Por estas operaciones, los inversores estratégicos realizarán pagos a Vicentin como precio de adquisición de los activos con dos objetivos principales como son los de dotar a la empresa de un flujo de caja adicional para cubrir todas las erogaciones previstas y operar como garantía de los inversores estratégicos y de los acreedores.
Adicionalmente Vicentin y el Banco Nación deberían avanzar en el consenso de una propuesta de acuerdo, incluyendo un plan para el nodo norte, de modo que pueda repagarse la deuda con la entidad pública cercana a los u$s300 millones con parte del flujo de caja del negocio de bioetanol más ciertos pagos en efectivo con una aplicación equilibrada y razonable de parte de los restantes ingresos de Vicentin.
Para ello, además de la garantía ofrecida sobre el Nodo Norte, la compañía podría considerar el ofrecimiento de una garantía real adicional o una transacción que implique que un nuevo inversor tome control del Nodo Norte.