Ganancias: los empresarios se alarman y advierten que el cambio de alícuota desalienta inversiones
El proyecto de ley de modificación de la alícuota del Impuesto a las Ganancias enviado por el Gobierno al Congreso sigue cosechando rechazo en el sector privado.
A la postura contraria ya conocida de la industria, se le suman ahora las del sector del comercio que considera que la iniciativa oficial desalentará inversiones, aumentará la informalidad y colocará a las pequeñas y medianas empresas en una situación todavía más crítica a la que ya atraviesan.
Así surge de una carta enviada por la Cámara Argentina de Comercio (CAC) a las autoridades nacionales en la que se asegura que, de ser aprobado, el proyecto generará que una parte significativa del sector empresario (en la medida que logre obtener ganancias) se verá alcanzado por alícuotas cercanas al 35% más la retención del 7% en el caso de distribuir utilidades a sus accionistas o socios.
También se advierte sobre una reducción de las inversiones ya que la utilidad neta que pueda arrojar un proyecto se verá reducida por el incremento del impuesto, situación que, combinada con el alto costo de capital vigente para la Argentina, determinará que muy pocos planes generarán un grado de rentabilidad tal que favorezca su concreción en ausencia de subsidios o beneficios fiscales.
Posición desfavorable
Para la CAC, "la Argentina estará en una posición desfavorable respecto de otras economías potencialmente receptoras de inversiones como los restantes integrantes del Mercosur, dado que la alícuota elegida supera a la vigente en la mayor parte de los países exportadores de capital, por lo que la imposición argentina solo parcialmente podrá ser computada como tax-credit", agrega la nota que lleva la firma de Natalio Grinman y Rodrigo Pérez Graziano, presidente y secretario de la entidad empresaria.
Ambos consideran que el incremento de la alícuota de Ganancias también agravará una situación delicada por el reciente aumento de la tributación en las jurisdicciones provinciales y municipales, como consecuencia de la medida adoptada respecto al consenso fiscal.
Por lo cual, estiman que el proyecto que se debate en el Parlamento acentuará la disparidad entre un Estado cada vez más grande y un sector privado en retroceso, cuando es el desarrollo de la actividad y las inversiones empresarias la única manera de generar puestos de trabajo de calidad y obtener fuentes genuinas de recursos para el mismo sector privado y para la recaudación tributaria, logrando así la tan necesaria sostenibilidad fiscal.
"La flamante iniciativa incrementa la incertidumbre e impide al sector privado planificar a mediano o largo plazo, lo que es otro factor de reducción de la inversión productiva", advierten los miembros de la CAC, quienes consideran imprescindible atacar las causas de la caída de la recaudación y la informalidad.
En ese marco, piden al Gobierno que adopte una política que permita ampliar la base imponible con una presión fiscal que se reduzca y permitir el mantenimiento de los ingresos fiscales totales y mejorando el nivel de empleo formal, a través de la liberación de recursos productivos para la inversión, el incremento de la oferta y los puestos de trabajo, aspectos que, por su magnitud, no admiten demora.
Mayor presión
De esta forma, los empresarios siguen advirtiendo a las autoridades sobre las consecuencias negativa que tendrá el proyecto de ley que ingresó a la Cámara de Diputados y que propone reemplazar la alícuota fija (o "flat") actualmente del 30% que grava a los sujetos de los incisos a) y b) del art. 73 de la Ley del Impuesto a las Ganancias. Es decir, a la casi totalidad de las sociedades empresarias, pymes y grandes compañías.
Los hombres de negocios consideran que la escala que se propone, luego de la reformulación del proyecto, es tal que implica que sobre el excedente de ganancia neta imponible por encima de los $20 millones se aplique la alícuota máxima, de 35%.
Como resultado, la alícuota efectiva será plana hasta una suma de ganancia neta sujeta a impuesto de $5 millones y a partir de esa suma creciente acercándose al 30% hasta el límite de $20 millons y en adelante a mayor ganancia sujeta a impuesto la alícuota efectiva se acercará progresivamente al 35%.
Adicionalmente, el proyecto mantiene la retención con carácter de pago único y definitivo del 7% actualmente vigente sobre los dividendos o utilidades distribuidas.
De este modo, la alícuota efectiva actual del 34,9% sobre las utilidades distribuidas (30% + 7% s/70%), pasa a ser del 30,25% para el primer tramo, de hasta el 34,9% para el segundo tramo –sin modificación sobre la situación actual– y de hasta el 39,55% para el tercer tramo.
Por otro lado, los segmentos de la escala se actualizarán anualmente a partir del 1° de enero de 2022 en base a la variación del Índice de Precios al Consumidor ocurrida entre el mes de octubre del año anterior y el mismo mes del año precedente.
La iniciativa así reformulada tuvo dictamen positivo de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados y seguramente en breve será tratado en el recinto.
Para los empresarios, la consecuencia directa de esta modificación será un incremento de la presión tributaria en un contexto macroeconómico crítico, incluidas la mayoría de las medianas empresas tramo I y II, dado lo relativamente reducidos, aún luego de la reformulación del proyecto, que resultan los tramos de las escalas.
De todos modos, coinciden en el objetivo de favorecer la sostenibilidad fiscal por entender la la importancia primordial de asegurar dicha sostenibilidad en el largo plazo como medio de evitar los recurrentes accidentes macroeconómicos que ha sufrido el país y poder iniciar un proceso de desarrollo sostenido.
Pero advierten que dicho objetivo no debe ser encarado a través del incremento de impuestos "ante una presión impositiva que ya conspira contra ese desarrollo, sino mediante una creciente eficiencia del gasto público y su reducción progresiva en el tiempo en los tres niveles de gobierno".
Esta situación se agrava considerando la extensa crisis que ha provocado la pandemia en curso, cuyos efectos se han sentido particularmente en el comercio y los servicios, como la hotelería, la gastronomía.
En este sentido, el informe de la CAC propone disponer alícuotas reducidas para las micro, pequeñas y medianas empresas tal como se encuentran declaradas en el Registro de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresas y los Emprendedores.
De este modo aseguran que las alícuotas del Impuesto a las Ganancias estarían directamente relacionadas con el tamaño de las firmas y no con el aleatorio resultado de un ejercicio comercial.