Oportunidad: ofrecen casas en barrios cerrados al precio de un departamento en Capital
La pandemia generó en muchas personas la necesidad de buscar casas con más metros cuadrados y espacios verdes. A su vez, el teletrabajo se impuso como una norma que llegó para quedarse. En ese contexto, se disparó la demanda para acceder a terrenos y propiedades en los barrios cerrados del conurbano.
En algunos casos, los precios acompañaron esa suba. Pero todavía existen grandes oportunidades en distintos countries para acceder a inmuebles que cotizan igual que un departamento tres ambientes en la Ciudad de Buenos Aires.
Por caso, es posible acceder a una casa terminada, con pileta, a partir de u$s185.000 en un barrio cerrado de Canning. También existe la oportunidad de adquirirla durante el proceso de construcción por unos u$s25.000 menos. También hay opciones similares en el corredor norte: por ejemplo, en barrios de Escobar hay casas que cuestan en torno a los u$s210.000. Lo mismo ocurre en la zona oeste: en barrios cerrados de Moreno, se ofrecen viviendas por unos u$s200.000. Son valores similares, por ejemplo, a lo que cuesta un departamento de tres ambientes en Palermo.
"Una de nuestras unidades de negocio está destinada a la construcción para inversores. Hacemos casas de muy buena calidad, con un precio muy acorde a los momentos del mercado. Y se puede ir pagando durante el proceso constructivo, obviamente con todos los contratos legales, con las cuotas en función a lo que el cliente pueda. También ofrecemos el producto terminado, lo hacemos por lo general en once meses. Eso vale un poco más caro, porque tendría ya incluso hecho el parquizado y la piscina", contó a iProfesional Norberto De Luca, de De Luca Prop desarrolladores inmobiliarios, que cuenta con distintos proyectos en la zona de Canning.
En cuanto a los precios, lógicamente varía según el tamaño. Pero, a niveles generales, De Luca ejemplificó: "Nosotros tenemos casas de 160m2 o 170 m2 totales, que se están vendiendo hoy durante el proceso constructivo en u$s150.000 ó u$s155.000. Y al final del proceso constructivo, producto terminado, cuesta alrededor de u$s185.000, dependiendo los metros. Todas tienen piso radiante, piscina, doble vidrio y calidad absoluta no sólo en construcción, sino también en los materiales".
La desarrolladora ofrece la posibilidad de pagar una parte durante la etapa de construcción y otra en el momento de la entrega: "Si a una casa, por ejemplo, le faltan cuatro meses para terminar y vale u$s160.000, se puede abonar u$s100.000 y el resto en cuotas. Damos la posesión cuando se cancela o se hace una hipoteca sobre algún otro bien que se tenga".
Este tipo de oportunidades es posible encontrarlas también en otros lugares del Conurbano. Una de las ventajas que cuentan los barrios cerrados en el corredor sur del Gran Buenos Aires, sostienen los especialistas, es que por el momento el precio de los terrenos es más accesible.
Demanda
Para explicar el incremento en la demanda de este tipo de propiedades, se conjugan una serie de factores. "Lo que pasó a partir de la pandemia es que hay gente que busca irse a vivir afuera. Más que nada, porque pudo corroborar que el teletrabajo era posible. Creo que la pandemia precipitó los tiempos de algo que a lo mejor hubiera pasado dentro de diez o quince años. Eso empezó a generar una demanda, pero primero de gente que compró terrenos en los barrios cerrados del Conurbano. Eso también llevó los precios de los terrenos hacia el alza: tuvieron una suba bastante importante en los últimos seis o siete meses", analizó a iProfesional Germán Gómez Picasso, de Reporte Inmobiliario.
"También, obviamente, como los constructores empezaron a ver que había demanda, gente que se quería ir afuera, compraron terrenos y empezaron a construir aprovechando que los costos de construcción estaban, a mediados del año pasado, a mínimos históricos. Pero esto no es nuevo, ocurrió siempre: sólo que ahora, como la demanda creció, muchos desarrolladores construyen para ese público que busca salir de la Ciudad", agregó el especialista, quien aclaró: "Pero lo que pasó también es que los costos empezaron a subir: con un dólar más planchado, incrementos en pesos fuertes, los costos en dólares empezaron a subir".
"En los últimos meses se notó un incremento en la demanda. Esto ha pasado porque, justamente, la pandemia ha hecho que nadie quiera estar encerrado. Y en estos lugares se respira un poco más. Ha venido mucha gente para Canning, tenemos mucho trabajo. Lo que genera un compromiso extra, porque la velocidad de la construcción no se puede acelerar", agregó De Luca, quien remarcó que la construcción de una casa demanda entre ocho y once meses.