Pizzerías "al horno": el delivery no alcanza y se hunde el sector, ¿cuántos puestos de trabajo peligran?
No terminaban de hacer pie que ahora les llueve otro mazazo. El segmento de la gastronomía en general, y de las pizzerías en particular, transita su peor momento en décadas y la nueva decisión oficial de restringir el horario de atención actualiza el peligro de cierres multiplicados en todo el sector.
Desde APPYCE, la asociación que integra a los dueños de pizzerías y casas de empanadas, reconocieron ante iProfesional que la medida complica fuertemente la supervivencia del sector.
"En tanto la gastronomía solamente estará habilitada para trabajar en modalidad delivery, esta situación que impactará desfavorablemente en el sector y consecuentemente en el funcionamiento de los locales y su personal", indicaron desde la entidad.
Su titular, Lorena Fernández, aportó más detalles respecto del impacto de las medidas que fijará ahora el Gobierno nacional.
"Las pizzerías y casas de empanadas tienen dos turnos: mediodía y noche. El turno vespertino constituye el 70 por ciento de la facturación que hace sobrevivir a los comercios. Por ese motivo muchas pizzerías habían limitado su funcionamiento al horario nocturno con lo cual, con estas restricciones, aquellos comercios que estaban a punto de bajar sus persianas lo harán sin duda ya que no podrán sostenerse", dijo.
"Una vez más apelamos a las autoridades a comprometer urgentes medidas económicas y fiscales que apalanquen y apunten al sostenimiento de las empresas del sector y sus trabajadores", añadió.
Desde APPYCE afirmaron recientemente que sólo el año pasado el sector perdió el 15 por ciento de sus comercios. Y que, por el mal momento económico profundizado en estas semanas, cerca del 35 por ciento de los locales aún en funcionamiento están en riesgo.
Según la entidad, durante 2020 bajaron sus persianas al menos 150 pizzerías sólo en la geografía correspondiente a la Ciudad de Buenos Aires. En términos de empleo, semejante "apagón" representó la pérdida de cuanto menos 1.500 puestos de trabajo.
Desde el inicio de la pandemia, el cierre de locales se volvió una tendencia creciente en este ámbito. Prueba de ello fueron la baja de persianas que, durante 2020, llevaron a cabo dos locales de Podestá, una esquina clave de Kentucky y diversos comercios en barrios como Caballito, Once, Palermo, Villa del Parque, Almagro, entre otros espacios de Capital Federal.
Hoy por hoy, el rubro da empleo a más de 60.000 personas. A la par del golpe que implica la restricción horaria, en el ámbito dan por descontado que la rentabilidad volverá a caer fuertemente por el cierre pautado para cines, teatros y otras actividades recreativas.
Restaurantes, a paso de tragedia
A tono con el panorama que se abre para las pizzerías, desde el segmento de los restaurantes sendas voces señalaron ante iProfesional que lo que viene en el corto plazo es el derrumbe comercial de los pocos locales que siguen operativos en Capital Federal.
"Los contagios se generan en actividades ilegales, no en la gastronomía. Restringir más al sector no es la solución contra la segunda ola. Ya nos hemos tratado de adaptar a todos los cambios. Esto será fatal", comentó al respecto Daniel Prieto, flamante presidente de la AHRCC, la asociación que integra a los emprendimientos del rubro, los bares, confiterías y hoteles de la Ciudad.
El directivo remarcó que cualquier cambio en el horario "genera un daño enorme para muchos establecimientos", aspecto que pone en riesgo la continuidad de miles de puestos de trabajo.
"Cerrar a las 18 traerá aparejada la destrucción de los sectores que trabaja solo de noche. Pensemos en las cervecerías, en los lugares que funcionan en torno a la cena. Para algunos es cerrarles 100 por ciento el negocio. Un mazazo final para los que llegaron tambaleando a esta instancia de la pandemia", sostuvo ante iProfesional.
La cuarentena del año pasado originó la pérdida de 2.000 establecimientos gastronómicos sólo en la Ciudad de Buenos Aires.