Mazazo a shoppings y cines: el cierre total hasta el 30 de abril reaviva el drama, ¿quiénes son los que más pierden?
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La decisión del Gobierno de cerrar rubros y actividades por el plazo de 15 días vuelve a poner en riesgo la continuidad de sectores de relevancia para la generación de empleos. En ese sentido, tanto el ámbito de los shoppings como los complejos de cines aparecen ahora en la nómina de los que no podrán operar. Y es esa misma condición de veto la que reaviva las peores perspectivas para los empresarios de esos sectores.
El cierre de los centros comerciales se definió esta mañana. Pero lo particular es que los directivos del rubro se enteraron por los medios de comunicación y no por algún tipo de notificación oficial.
En sendas salidas radiales, Alberto Fernández informó que los shoppings deberán mantener sus puertas cerradas hasta el viernes 30 de abril. Y que, en gran medida, la decisión resultó consecuencia de las aglomeraciones constatadas en Unicenter por efecto de las liquidaciones de Falabella.
Lo fijado ahora por el Presidente de la Nación cambió por completo el ánimo entre los administradores de los centros comerciales, que habían sido exceptuados en las medidas anticipadas durante la noche del miércoles.
En el sector ahora advierten que lo que viene ahora es un nuevo freno en la ocupación de locales. También aumenta la preocupación acerca de la extensión de este nuevo cierre, dado que no faltan los empresarios que dan por descontado que la medida que se aplicará ahora volverá a renovarse en mayo.
"Lamentablemente, nos están aplicando una medida que es discriminatoria para los shoppings. ¿Por qué dejan que abran algunos comercios y rubros y otros no? Hemos probado que nuestro protocolo es efectivo y una medida así complica el empleo y la demanda de locales", dijo a iProfesional Mario Nirenberg, gerente general de la CASC, la cámara que integra a los actores del rubro.
"El cierre de los centros comerciales trae aparejadas, además, complicaciones para otros espacios como son las empresas de los patios de comidas, los complejos de entretenimiento y ni hablar de los cines. Ya una limitación en el horario nos complicaba muchísimos en términos de facturación: esto directamente es un mazazo a la actividad", añadió.
Hasta este nuevo cambio de reglas, los niveles de ventas que venían exhibiendo los shoppings de Capital Federal tras el retorno del año mostraban a la recesión como otro gran enemigo a vencer. El directivo sostuvo que las ventas crecieron 11 por ciento durante febrero –versus igual mes pero del año pasado–, aunque volvieron a caer en el transcurso de marzo.
El nuevo cierre atenta directamente contra el hasta ahora gran dato alentador del rubro: la reducción de la vacancia en los locales. Respecto de esto, Nirenberg sostuvo que del promedio del 20 por ciento constatado a fines de la cuarentena se había pasado a un porcentaje cercano al 8 por ciento. "Ahora vuelve la incertidumbre y la posibilidad de que todo se caiga", dijo.
"En un año normal el promedio se ubica en torno al 2 por ciento. No estábamos tan lejos de ese porcentaje. Se estaba dando mucho recambio de marcas con vistas al segundo semestre del año. Ahora hay que ver qué pasa", expresó.
El segmento de los centros comerciales sufrió, sólo durante el primer año de pandemia, pérdidas por 1.200 millones de pesos en concepto de expensas impagas, lucro cesante y alquileres no cubiertos.
Los cines, más golpeados
Las salas de cine, en tanto, son otro de los ámbitos alcanzados por las restricciones impulsadas por el oficialismo. En diálogo con iProfesional, Martín Álvarez Morales, CEO de Cinemark-Hoyts y presidente de la Cámara Argentina de Exhibidores de Multipantallas, definió a esta instancia como "un golpe más".
"Cada cadena deberá revisar sus costos. Ya no se venían cubriendo más allá de que hubo una vuelta en la actividad. Las decisiones en torno a los cines no se entienden porque es uno de los espacios donde más se respetan los protocolos", afirmó.
"Con el retorno nos estaba yendo bien, esto en términos de las condiciones en que podemos operar. Sobre todo, a partir del estreno de Godzilla Vs. Kong. Pero igual los números del sector están complicados", dijo.
Álvarez Morales remarcó que los cines no han registrado contagios, y que este tipo de decisiones complica la estabilidad laboral de todo el sector. La actividad brinda trabajo a más de 10.000 personas.
El segmento viene de perder a emprendimientos como el Cinema City de General Paz, un complejo de 6 salas que funcionaba en Cabildo al 2700, y el Arte Multiplex de Belgrano -5 salas-, en Cabildo al 2800. El cierre de este último se confirmó a principios de semana.
En febrero pasado, el Gobierno autorizó el regreso a la actividad de los cines en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). A partir de ese momento, se implementó un protocolo que permite solamente el 30 por ciento de aforo en la Ciudad y un 50 en el conurbano.
En los complejos es obligatorio respetar el distanciamiento social y el uso de barbijo. Otro aspecto del protocolo: a todas las personas que ingresan a la sala se les toma la temperatura.