China y el "oro blanco" argentino: el Gobierno le da "otra llave" para el dominio estratégico de este insumo clave
La puerta de entrada para el posicionamiento de China en pilares clave de la estructura económica que promueve Alberto Fernández sigue abierta de par en par. A la presencia fuerte en ámbitos como la obra pública, la demanda de carne y la venta de tecnología e insumos industriales, en los últimos meses se sumó la decisión oriental de garantizarse el control de un insumo fundamental para el desarrollo de vehículos: el litio.
Y para ello cuenta con el aval de un gobierno que, siempre desde una perspectiva extractivista, casi no deja pasar un mes sin rubricar algún tipo de acuerdo comercial con la potencia.
Ahora, y mientras se aguarda la provisión asiática de la vacuna Sinopharm contra el Covid-19, oficialismo cerró un trato con la empresa china Jiangsu Jiankang Automobile (JJA) que le da prioridad a la firma para utilizar el litio en el desarrollo de baterías y su aplicación en vehículos urbanos.
JJA "se compromete a realizar las inversiones necesarias para la construcción de una nueva planta de producción de baterías para movilidad sustentable y una planta de chasis completos de buses de pasajeros urbanos, unidades de aproximadamente 12 metros de longitud, en territorio argentino", se indicó de forma oficial.
Por si quedaban dudas, Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, sostuvo que la firma del pacto "profundiza aún más la relación con la República Popular China", para enseguida añadir que el nuevo compromiso "mejora la matriz de nuestro intercambio, incorporando alto valor agregado en nuestra cooperación bilateral".
Recientemente, el funcionario recordó que Argentina avanzará con una legislación para promover la electromovilidad siempre en función de la integración con China, y con vistas a "aprovechar" el liderazgo de la potencia en la fabricación de autos eléctricos.
Jiangsu Jiankang Automobile pertenece en su totalidad Guoxuan Group, gigante que además es controlante de la firma Gotion High-Tech, empresa de peso en la producción de baterías para ese tipo de vehículos.
Mediante un comunicado oficial se recordó que "la Argentina, junto con Bolivia y Chile, poseen salares con niveles de concentración de litio que hacen que su explotación sea sumamente rentable en relación a otros depósitos".
El acuerdo con JJA llega a muy poco de que China comenzara a reactivar su presencia minera en el Norte del país.
Tal como expuso iProfesional hace escasas semanas, la firma Jiangxi Ganfeng Lithium, un gigante del procesamiento del mineral para la industria automotriz, confirmó que inyectará al menos 100 millones de dólares para expandir el emprendimiento Cauchari Olaroz -provincia de Jujuy-.
La intención de la compañía, que bajo la figura de Exar comparte proyecto con la canadiense Lithium Americas, es activar el yacimiento ya a principios del año próximo.
Jiangxi Ganfeng Lithium cuenta con contratos vigentes de provisión de litio con "peso pesados" de la producción de automóviles como Tesla, Volkswagen y BMW, para la entrega permanente de material para el desarrollo de vehículos híbridos o directamente eléctricos.
Por su parte, la también china Hanaq Group, con operaciones en el salteño Salar de Diablillos, concretó durante el último bimestre de 2020 su primera exportación de cloruro de litio desde la aduana de la localidad de General Güemes -distante 55 kilómetros de la capital provincial- justamente hacia la potencia.
Vía el control de esa reserva en Salta, la compañía en cuestión ya es proveedora del 1 por ciento de litio que se extrae alrededor del mundo.
En las últimas semanas, la demanda del mineral volvió a ganar ritmo a partir de una recuperación en la demanda de estos fabricantes. Y también por efecto del mercado interno de la misma China, cuyo gobierno inició un programa de estímulo para la compra y uso de automóviles que no requieran de combustibles fósiles.
Por qué le interesa a China
El gigante oriental apunta a que al menos el 20 por ciento de su parque de vehículos esté integrado por unidades eléctricas a más tardar para 2025. De ahí su renovado interés por pisar fuerte en la extracción y el procesamiento del mineral local.
Además del litio, la ya mencionada Jiangxi Ganfeng Lithium también comenzó a poner atención a las reservas globales de cobalto -Argentina dispone de recursos comprobados en la Patagonia- como otra alternativa para el desarrollo de baterías.
En la Argentina, los trabajos de explotación del litio se concentran en la Puna, distribuidos en salares ubicados en Salta, Jujuy y Catamarca. Un aspecto acallado por las compañías de la actividad es el impacto ambiental que la extracción genera en salares que contienen al mineral. En simultáneo, su producción consume una enorme cantidad de agua, recurso que no abunda en la Puna.
A la par del efecto negativo sobre las fuentes de agua, entre las comunidades también hay malestar porque, a excepción de determinadas tareas iniciales, el grueso de las firmas extranjeras que interviene en el negocio del mineral en el norte del país no contrata mano de obra local.
Disponibilidad del mineral
Junto con Bolivia y Chile, Argentina poseen salares con niveles de concentración de litio a pedir de las mineras.
Según datos de 2018 del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), alrededor del 67 por ciento de las reservas probadas de litio, y cerca de la mitad de la oferta global, se concentra en esa región, denominada el "triángulo del litio".
Desde el Gobierno aseguran que Argentina tiene potencial para convertirse en el principal productor mundial de carbonato de litio. Cuenta con un séptimo de las reservas, lo que la ubica en la cuarta posición global, y aporta cerca de un sexto de la producción total, lo que la coloca en la tercera posición en el ranking mundial.
Por último, y para beneplácito oficial, el USGS también destaca a la Argentina como el país con mayor cantidad de recursos con potencial valor económico, aunque no de probada factibilidad y rentabilidad, con algo más del 20 por ciento del total mundial.