Nuevos dueños de Edenor, obligados a cancelar millonaria deuda de la distribuidora
El desembarco del grupo Vila-Manzano en Edenor obligó a los empresarios y a su socio Mauricio Filiberti, a tener que negociar el pago anticipado de parte de la millonaria deuda que la mayor distribuidora de electricidad del país acumula en la actualidad.
Se trata de la cancelación de u$s114 millones emitidos en una serie de Obligaciones Negociables (ON) Clase 9 a tasa fija de 9,75% con vencimiento el 25 de octubre de 2022 y que fueron emitidas por un valor nominal de u$s300, que había mantenido en cartera propia.
Según informó Edenor a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, luego de la cancelación de esos fondos, el monto en circulación de las ON Clase 9 asciende a un poco más de u$s98 millones.
Los nuevos dueños de Edenor debieron afrontar este pago luego de haber cerrado la compra de la distribuidora a Pampa Energía por u$s100 millones a fines de diciembre del año pasado.
En ese contexto, fueron obligados a cumplir con una cláusula denominada "poison put", que habilita a los tenedores de ON a reclamar el pago anticipado del capital e intereses ante un cambio de accionistas.
Según los diccionarios de finanzas, esta cláusula da ciertos derechos a los poseedores de bonos de una compañía que está por ser comprad y se dispara en caso de una oferta hostil haciendo que esos acreedores tengan el derecho de vender sus bonos a la compañía generalmente a un precio par o sobre la par.
Qué pasará con la deuda
Esta situación hace que la compañía adquirida deba estar preparada para refinanciar toda su deuda inmediatamente después del cambio de propietario, aumentando las necesidades de efectivo y complicando la operación de compra.
En el caso de Edenor, está liquidando de manera anticipada parte de esa serie de ON que vencían el año próximo y que ahora debieron hacer frente el nuevo grupo de control para cumplir con la cláusula.
Estos fondos se suman a los u$s100 millones que Marcelo Mindlin, dueño de Pampa Energía, recibirá por la transferencia de la totalidad de las acciones Clase A, representativas del 51% del capital social y votos de la distribuidora eléctrica que abastece de luz a 3,2 millones de clientes en la zona Norte de Capital y el Gran Buenos Aires.
El dinero será cancelado u$s60 millones al cierre de la venta y los otros u$S40 millones financiados en el plazo de un año desde la fecha de cierre, excepto en los supuestos de compensación o prepago anticipado.
A esto se suma la deuda que la distribuidora eléctrica propiedad de Pampa Energía acumula y que rondaría otros u$s300 millones.
El saldo de precio devengará un interés a una tasa fija nominal anual del 10% comenzando en la fecha de cierre, los que serán pagaderos en forma trimestral.
Estos fondos seguramente Mindlin usará para enfocar sus inversiones en la generación de energía y exploración y producción de gas, con especial foco en el desarrollo y la explotación de sus reservas de gas no convencional (shale y tight gas).
Una nueva etapa para Edenor
La empresa había sido comprada por Mindlin en el 2005 a Électricité de France (EDF), multinacional francesa que mantenía a Edenor en situación de default con sus obligaciones financieras desde 2002, deudas mayores a los u$s 550 millones de dólares y con un juicio contra el Estado argentino en el CIADI por la pesificación de las tarifas con un reclamo de u$s 900 millones.
Ahora, y de la mano del ex ministro del Interior de Carlos Menem y del dueño del Grupo América, la distribuidora arrancará una nueva etapa, en el marco de un proyecto del que también participa Mauricio Filiberti, dueño de Transclor, el mayor productor de cloro de la Argentina.
Les espera una ardua tarea si se tiene en cuenta que, con un market cap actual que no supera los u$s156 millones, Edenor viene atravesando problemas financieros generados por el congelamiento tarifario impuesto por el gobierno de Alberto Fernández que la llevaron a informar en su último balance un pérdida de $1836 millones durante los primeros nueve meses de este año contra ganancias por $17.000 millones.
De hecho, la operación se cerró días después de que Fernández firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para renegociar el cuadro tarifario de las distribuidoras eléctricas y que también extendió el congelamiento de las facturas, por lo menos hasta abril del año próximo.
La actualización de la tarifa está suspendida desde febrero de 2019, a pesar del constante aumento de los costos de operación y las inversiones necesarios para la operación de la red y para mantener la calidad de servicio, en un contexto inflacionario y de recesión sostenida.
La situación de Edenor se vio agravada por los efectos de la pandemia del Covid-19 que hasta ahora le impide encarar un proceso cierto de evaluación de las consecuencias a largo plazo para sus operaciones.