ARGENTINA, BARATA

Una buena para el turismo: la brecha cambiaria podría favorecer el ingreso de turistas brasileños y chilenos

El contexto actual de precios relativos impulsa el turismo en el país, gracias a que el poder de compra de los ciudadanos de ambos países creció 35% y 81%
NEGOCIOS - 11 de Diciembre, 2020

En un marco de completa paralización del turismo global durante todo el 2020, con tibias recuperaciones en algunos mercados, los turistas de todo el mundo analizan las variantes para viajar a corto o mediano plazo que por ahora permite la pandemia del Covid-19.

Examinan especialmente la evolución de la situación sanitaria y, en el caso de los argentinos, le suman el costo de viajar, más allá de las restrictivas medidas sanitarias impuestas para combatir el coronavirus.

Ocurre que los problemas que tendrán para pasar unas vacaciones en el exterior también se vinculan al escenario económico de crisis que el país viene atravesando desde, por lo menos, hace tres años.

Caída del salario

En ese período, la capacidad adquisitiva de los salarios domésticos para realizar turismo internacional se redujo considerablemente: un 38% en el último año, y respecto de fines 2017 otro 65% (caso de ingresos equivalentes a dos salarios industriales).

A esto se le suman el impacto de las devaluaciones y recargos tributarios como el impuesto PAÍS y Ganancias, llevando al turismo emisivo a su mínima expresión.

Así se desprende de un estudio elaborado el IERAL y la Fundación Mediterránea, en el cual se anticipa que, al examinar la evolución de capacidad de compra y flujos turísticos en años previos, se desprende que en el futuro si se quisiera eliminar el impuesto PAIS y el recargo impositivo a los consumos en el extranjero, podría darse un boom de turismo emisivo, incluso si se acompañara con una devaluación.

La conclusión es compartida por los economistas Marcelo Capello y Marcos Cohen Arazi, autores del documento, y quienes estiman que para los turistas brasileros y chilenos, el contexto actual de precios relativos favorece el turismo en Argentina (valiéndose de las cotizaciones alternativas del dólar), teniendo en cuenta que el poder de compra de los ciudadanos de ambos países creció 35% y 81%, respectivamente.

De este modo, los economistas aseguran que cuando se normalice el turismo, la Argentina podría tener una balanza relativamente equilibrada.

"Resulta interesante analizar cómo evolucionó la capacidad adquisitiva de los argentinos para realizar turismo internacional, teniendo en cuenta los cambios salariales, las modificaciones en el tipo de cambio, la tributación, y también la aparición del impuesto PAIS y la percepción de impuesto a las ganancias a los consumos turísticos", detalla la investigación.

Una de las principales conclusiones sostiene que hacer turismo al exterior resulta muy oneroso, lo cual podría favorecer el turismo interno, a partir de examinar el poder adquisitivo medido en salario industrial y en un salario equivalente al doble del salario industrial. En el caso del impacto del impuesto a las Ganancias se establecen dos situaciones: soltero o casado con hijos.

En el análisis se consideran los efectos de la suba salarial nominal, la suba del dólar, la presión tributaria de Ganancias y los recargos a los consumos en dólares.

Se recuerda la turbulencia de los años 2018-2020, tanto en términos cambiarios como en lo relativo a la reintroducción de recargos al consumo en dólares, que representó una brusca caída de la capacidad de compra.

Con relación a la capacidad de compra del salario industrial para hacer turismo internacional, se informa que en el último año se redujo 38% en el caso de solteros y 37% para casados con hijos, y respecto de fines 2017 se redujo 65%, generando que la capacidad de compra actual sea comparable al de comienzos de 2006.

En el caso de la capacidad de compra personas con salario equivalente a dos salarios industriales, en el último año se redujo 38%, y respecto de fines 2017, un 65%, siendo comparable al escenario del 2005.

"En 2020, si bien los flujos turísticos fueron afectados en forma decisiva por las restricciones a la movilidad y la pandemia, se verificó una relación emisivo/receptivo que es el mínimo en 30 años, lo que en parte se explica por la pérdida fenomenal de capacidad de compra de los salarios argentinos", ilustra el documento del IERAL y la Fundación Mediterránea.

A modo de conclusión, se agrega que ese desaliento del turismo emisivo podría derivar en mayor turismo interno, pero se advierte que el traspaso aludido no es automático, teniendo en cuenta que varias provincias aún no brindaron certezas para los potenciales turistas, o lo hicieron muy recientemente, haciendo que la decisión de vacacionar se torne más difícil de llevar adelante.

"Es interesante examinar los factores explicativos de la variación del poder adquisitivo en dólares de los salarios -para la realización de turismo internacional-, para separar los efectos involucrados", añade la investigación.

Cuando se normalice el turismo, la Argentina podría tener una balanza relativamente equilibrada

Por caso, se observa que la caída de los últimos tres años estuvo explicada por los saltos devaluatorios en 2018 y 2019, y en el 2020 principalmente por la introducción de recargos tributarios. Es decir, por la combinación del impuesto PAIS y la de una percepción de Ganancias a los consumos en dólares, que tuvieron un efecto comparable al de la devaluación de 2019.

Derivado de este análisis, los economistas hacen notar la atípica situación ocurrida en el 2016, que dio lugar a un boom de consumo de turismo internacional en ese año y en el 2017.

"Luego de la salida del cepo cambiario que rigió hasta 2015, el tipo de cambio oficial se acercó rápidamente al que regía en el mercado paralelo, aumentando alrededor de 42% en dos meses. Sin embargo, aún en ese contexto la capacidad adquisitiva aumentó para muchos asalariados, por efecto combinado de la suba salarial nominal y la eliminación de la percepción del 35% que se aplicaba hasta diciembre de 2015", sostiene el trabajo económico.

Esto hizo que, lejos de menguar el interés de los argentinos por viajar al exterior, se exacerbara. Luego, en el 2017 y con el dólar evolucionando por debajo de la suba salarial, se continuó favoreciendo el poder de compra de los argentinos para la realización de turismo internacional, lo cual permite señalar el desafío que supondrá modificar los gravámenes sobre los consumos en el exterior, agravado si además el dólar oficial se atrasara significativamente respecto de su nivel de equilibrio.

Pero, a pesar de este escenario doméstico negativo, el informe anticipa un repunte del turismo proveniente del exterior, especialmente de Chile y Brasil.

Según el informe, a partir del análisis de la evolución del salario industrial en esos países, se puede construir un indicador de la capacidad de compra de un trabajador industrial en términos de compra de bienes y servicios en Argentina, y considerarlo una aproximación de la capacidad adquisitiva para hacer turismo en el país.

"Puede notarse en primer término que la existencia de un tipo de cambio informal, con una brecha significativa puede traducirse en una mayor capacidad de compra para el turista, en caso de obtener pesos a la cotización informal", advierte el documento que recuerda que entre el 2012 y el 2015, tanto chilenos como brasileros podían tener una mayor capacidad de compra que la que establecía el cambio oficial.

El tipo de cambio hace que Argentina quede barata para turistas de países limítrofes

Se repite la historia

En la actualidad, con una brecha cercana al 80%, esa situación se reedita. Evaluada al dólar oficial, la capacidad de compra de los salarios chilenos se ha incrementado 6% respecto de la situación de un año atrás, mientras que, evaluada al dólar informal, se ha incrementado 81%.

Respecto de fines de 2015, cuando la capacidad de compra chilena llegó a un mínimo (Argentina estaba carísima en dólares, al tipo de cambio oficial), el poder adquisitivo de los chilenos que vienen al país se incrementó 84% (al dólar oficial) y 123% (al dólar blue).

En estos resultados se condensan cambios salariales, inflación y variación del tipo de cambio en ambos países.

Entre 2013 y 2015, cuando la brecha fue elevada, el ingreso de turistas de origen chileno al país se incrementó 16% en total, y 21% en el caso de los ingresos por vía terrestre.

Si no fuera por la situación sanitaria, o en el caso que esta se estabilice y brinde certezas a los turistas internacionales, seguramente una situación similar podría reeditarse.

En el caso de Brasil ocurre algo similar si se analiza la dinámica con el dólar blue, pero no así con el oficial.

Considerando una valuación con dólar oficial, la capacidad de compra de los salarios brasileros se redujo 20% respecto de la situación un año atrás, mientras que, evaluada al dólar informal, se ha incrementado 35%.

Respecto de fines de 2015, el poder adquisitivo de los brasileros que vienen al país se incrementó 31% (al dólar oficial) y 59% (al dólar blue). También en este caso los resultados condensan cambios salariales, inflación y variación del tipo de cambio en ambos países.

"De este modo, se advierte un factor que podría alentar la recuperación del turismo receptivo, aunque las mayores ventajas para los turistas vendrían de la mano de la cotización informal de la divisa, algo que no todos los viajeros considerarían apropiado al deber recurrir a entornos informales", asegura el IERAL.

En cualquier caso, además del costo de vacacionar en Argentina, los turistas estarán observando la evolución sanitaria (por los riesgos de contagio y eventual hospitalización en el país) y las restricciones vigentes (en especial las relativas a la movilidad), por lo que aún con un importante estímulo de precios relativos, podría ser difícil atraer turismo receptivo internacional a corto plazo.

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