Empresas alimenticias reclaman al Gobierno que levante el cepo a los precios
Más allá de los recientes aumentos permitidos por el Gobierno, las empresas alimenticias reclaman el final del programa de Precios Máximos.
Argumentan que se trata de un esquema de control que fue pensado para los peores momentos de la cuarentena por el coronavirus y que ya no tiene sentido sostenerlo más allá de fines de octubre que es cuando vence la última prórroga.
El programa rige desde el 20 de marzo pasado cuando el Gobierno estableció que los productos de consumo masivo debían retrotraer sus valores a los del 6 de marzo, como una respuesta a la incertidumbre que generó el impacto de la pandemia por el Covid-19.
Si bien nació por un plazo limitado, se fue extendiendo en varias oportunidades y ahora debería vencer a fin de octubre, aunque las autoridades evalúan la conveniencia de ampliarlo hasta fin de año o desarmarlo de manera definitiva para continuar con la política oficial atada al programa de Precios Cuidados.
Pero más allá de la decisión que adopten las autoridades, el sector alimenticio pide que el programa finalice. Lo hacen en momentos en los cuales la Secretaría de Comercio Interior, que depende del Ministerio Desarrollo Productivo, actualizó los Precios Máximos un 3% promedio en productos de consumo masivo y renovó por tres meses el programa Precios Cuidados, con la incorporación de 63 nuevos productos, que incluyen más frutas y verduras y una canasta específica para celíacos más amplia.
Para los empresarios, el análisis de la estructura de costo de los distintos sectores económicos que llevó a cabo el ente que dirige Paula Español y que depende del ministro Matías Kulfas es insuficiente y por eso critican las subas permitidas que, por ejemplo, permiten retoques del 2% para leches; dulces; endulzantes; aceites; sopas; caldos; puré; aderezos; condimentos y snacks. O del 3% para bebidas; conservas; limpieza del hogar, entre otros.
La lista también autoriza subas del 4% para arroz, legumbres, infusiones y cuidado personal; del 5% para harina de trigo y aceite de girasol; y 6% para vinos, espumantes, jugos puros y yerba.
Por su parte, la renovación de la canasta de Precios Cuidados tuvo un ajuste promedio de 5% respecto a la última actualización y suma 399 productos de alimentos, bebidas, artículos de limpieza e higiene personal, muchas de primera marca como Hellman’s, Nesquik, Torpedo, Noel, Molto, Lux, Suave y Nivea, entre otras.
En el caso de Precios Máximos, ya en varias ocasiones anteriores el sector reclamó el final de programa durante reuniones mantenidas con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y la secretaria de Comercio Interior, Paula Español.
La COPAL al frente de los reclamos
Los voceros de este pedido ante ambos funcionarios vienen siendo integrantes de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), entidad empresaria que representa a la industria de la alimentación y que preside Daniel Funes de Rioja.
El empresario, quien también ocupa una de las vicepresidencias de la Unión Industrial Argentina (UIA), viene manteniendo un delgado equilibrio en las relaciones con el Gobierno y hasta consiguió que en Precios Máximos también se incluyan incrementos, aunque mínimos, en los valores de los productos que conforman ese programa.
Sin embargo, desde su entorno se asegura que los costos que las alimenticias deben hacer frente vienen subiendo por encima de los aumentos permitidos por el Gobierno y, por lo tanto, ya se hace insostenible mantener el esquema tal como está.
Hacen referencia a los vaivenes del dólar, con una suba mayor al 30% en lo que va del año; a los costos logísticos, que fueron de entre el 14% y el 26%; al de las materias primas que se utilizan para fabricar los alimentos que aumentaron hasta un 50%.
A todos estos incrementos le agrega el llamado "costo Covid" que surge de los gastos relacionados con la implementación de los estrictos protocolos que las empresas deben implementar para poder operar.
También abarca los gastos vinculados al pago de salarios al personal licenciado en el marco de la pandemia, ya sea porque pertenece a un grupo etario o de riesgo o porque está al cuidado de los hijos en los hogares pero, no obstante, con obligaciones salariales para la empresa.
A partir de este escenario, las empresas piden que Precios Cuidados desaparezca para terminar con el desfasaje de costos que existe entre los precios a los que pueden vender sus productos y los gastos que deben enfrentar para producirlos y comercializarlos, por ejemplo.
"Todos los artículos que conforman Precios Cuidados vienen rezagados en sus precios, mientras que los costos siguen aumentando por la inflación", argumentan desde el sector alimenticio.
Desde la Copal se insiste con una revisión integral de Precios Máximos y aclaran que el reclamo se limita a ese programa y no a Precios Cuidados, que no tiene la misma cantidad de artículos y que tiene incrementos pautados cada tres meses que el Gobierno viene cumpliendo de manera casi normal.
De hecho, durante esta jornada también se conocieron algunos retoques a la lista de precios de este programa que, además fue creado mucho tiempo antes que la declaración de la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19.
No es el mismo caso de Precios Máximos al que califican "terminado" si se tiene en cuenta que la emergencia que justificó su lanzamiento en la Fase 1 de la cuarentena ya no existe.
"Consideramos que es el momento de levantar esa política porque responde a un grado de emergencia que lleva seis meses", señalan los voceros de la industria alimenticia.
También se muestran molestos con la obligación de tener que producir al máximo que les impuso el ministerio que conduce Kulfas hace un par de meses.
"¿Para qué mercado nos piden que funcionamos al máximo si no hay consumo?" se preguntan, a la vez que agregan que para cumplir con esa orden se debe contar con capital de trabajo "que hoy no está disponible".