Colapso comercial: la dramática cantidad de locales cerrados en las avenidas Santa Fe y Cabildo
La cuarentena establecida a partir de la irrupción del coronavirus, con sus sucesivas extensiones, viene haciéndose sentir con la peor de las durezas en el ámbito de las pyme en Capital. Y en ese sentido, el corredor que comprende a las avenidas Santa Fe y Cabildo ya ostenta la triste condición de ser uno de los tramos comerciales en los que más resulta visible otra epidemia que se disparó a partir del Covid-19: el cierre sucesivo de locales. Organizaciones de empresarios y asociaciones vecinales estiman en casi 1.500 los puntos cerrados por disposición oficial. De ese número, señalan, casi el 20 por ciento -300- no volverá a abrir sus puertas.
Una particularidad del caso: sobre Santa Fe y Cabildo rige aún el primer DNU que sólo permite la apertura de comercios "esenciales". Según indicaron a iProfesional referentes de la Asociación de Amigos de la Avenida Santa Fe, todo el tramo es considerado por el Gobierno de la Ciudad como un shopping a cielo abierto.
De ahí que, por acercar una muestra de cómo impacta la medida, desde la plaza San Martín hasta la esquina de Santa Fe y Pueyrredón el número de locales abiertos, sobre un total de 504 montados, no alcanza la docena.
"Hoy el corredor hasta Cabildo es una zona discriminada. Y digo esto porque existe habilitación para los comercios situados en calles paralelas a la avenida, pero no para la misma Santa Fe. Hoy gana quien tiene un local en la calle Arenales, por poner un ejemplo. El comerciante de la avenida, mientras tanto, hace números para ver cuánto más puede resistir", dijo a iProfesional José Clavería, director de la Cámara de Comercio y Servicios y, en simultáneo, titular de la asociación antes mencionada.
"Son muy pocas las empresas con espalda para poder resistir uno o dos meses más. Los comercios individuales, en cambio, ya llegaron al límite. Aquellos que venían pagando el 50 por ciento de los alquileres ahora directamente no cubren ese ítem. Las boletas de los servicios, en cambio, no dejan de llegar. La actividad comercial en la avenida Santa Fe está en una situación dramática", recalcó.
Clavería comentó que en la franja que va desde Santa Fe y Pueyrredón hasta el cruce de la avenida con Scalabrini Ortiz, "al menos otros 500 locales se encuentran cerrados y calculamos un números similar ya en la zona de Cabildo".
"A excepción de supermercados y farmacias, y algún gastronómico puntual, todo lo demás sigue cerrado a partir de la decisión del Gobierno de la Ciudad. Las autoridades argumentan que el objetivo se seguir evitando la aglomeración de personas. Pero lo que no ocurre en las avenidas sucede en las calles aledañas, que además ostentan veredas más angostas por lo que el peligro es mayor. Suena insólito, pero la avenida es observada como si fuera un shopping cerrado. Sobre Cabildo pesan las mismas restricciones", dijo.
Crecen los cierres
Desde FECOBA, la federación que integra a los comerciantes y la industria pyme, señalaron ante iProfesional que los números complicados que evidencia Santa Fe hacen eco con los porcentajes de locales cerrados que también muestran avenidas como Córdoba o varios tramos de Corrientes.
"Del total de los locales que no pueden abrir por las medidas sanitarias fijadas por el Gobierno de la Ciudad tenemos claro que al menos el 18 por ciento ya cerró de forma definitiva. Ya sumamos meses de inactividad y para los comerciantes instalados en las principales arterias esta imposibilidad de operar volvió directamente inviable cualquier posibilidad de continuidad", comentó a iProfesional Fabián Castillo, presidente de la organización.
"Recibimos informes de nuestros gerentes zonales en toda la Ciudad y la zona de Santa Fe está entre las que más impacto negativo viene recibiendo a partir de la prohibición de operar como forma de prevenir los contagios. En torno a esa avenida hoy sólo pueden funcionar los comercios de proximidad ubicados en calles paralelas y pertenecientes a rubros esenciales", destacó.
Castillo dio por descontado que "el deterioro de la avenida en lo económico se hará más visible" con el correr de las semanas. Sostuvo que, tal como viene de ocurrir en torno a la avenida Belgrano, los comerciantes acentuaron el diálogo con el Gobierno porteño con el fin de levantar las restricciones a la actividad de los locales.
"La decisión sanitaria es evitar lo más posible el movimiento en las arterias de alto tránsito. De ahí esta traba sobre Santa Fe, Cabildo, y otras tantas avenidas. Confiamos en que los comercios puedan comenzar a reabrir al menos para atender a los vecinos del barrio", dijo.
Este martes, los comerciantes nucleados en FECOBA solicitaron a la Ciudad la extensión en una hora del horario de atención al público, debido a que este domingo se celebra el Día del Padre y esperan una recuperación en la facturación, después de más de dos meses de restricciones en la actividad.
De alzarse con ese pedido, los locales podrán abrir a partir de las 10 de la mañana. Y también tendrán luz verde para levantar las persianas este sábado 20, en la víspera de la celebración.
"Creemos que están dadas las condiciones para establecer esta excepción", indicó Castillo, para quien "los protocolos sanitarios se están cumpliendo en prácticamente todos los negocios" y desde el punto de vista comercial "adelantar una hora el horario de apertura dará un poco más de margen para empujar algo las ventas".
Desde hace dos semanas, en el marco del levantamiento paulatino de las restricciones iniciadas el 20 de marzo, los locales comerciales en la Ciudad de Buenos Aires pueden abrir de lunes a viernes a partir de las 11.
Pero además del adelanto de una hora en el permiso para abrir los establecimientos, Castillo puntualizó la importancia que para el sector tendría una habilitación extraordinaria para este sábado.
"Muchas familias hacen sus compras para el Día del Padre el día anterior a esa celebración. En este contexto de crisis que vive el sector, hay que pensar todas las alternativas para dinamizar el consumo y proteger a las pymes", destacó.
Crisis extendida
La situación dramática que viven los comercios situados en el corredor que comprenden las avenidas Santa Fe y Cabildo guarda enormes similitudes con lo que ocurre en otros puntos de la Ciudad.
En ese sentido, el barrio de San Telmo, con su tradicional paseo de tiendas, galerías y locales gastronómicos, aparece como otra de las áreas más golpeadas por el parate en tanto el 90 por ciento de su actividad depende de un turismo hoy inexistente.
Cerca de 700 puntos comerciales sufren una afectación directa por la ausencia de visitantes y alrededor del 50 por ciento de ese número aún no volvió a reabrir sus puertas desde que se activó el aislamiento social en marzo.
En ese paisaje de persianas bajas se destaca el tradicional Mercado de San Telmo, que hoy nuclea a un grupo cada vez más acotado de comerciantes que pelean por mantener la vida comercial del lugar.
Apenas un puñado de verdulerías y carnicerías, y tres locales gastronómicos adaptados al delivery y el "take away", operan de lunes a viernes -la Ciudad mantiene el veto al funcionamiento del grueso de los rubros gastronómicos durante el fin de semana- mientras crece el cierre definitivo de puestos y la venta de fondos de comercio.
Según indicaron a iProfesional empresarios pyme que operan en el mercado, los comercios que se mantienen en sus lugares sobreviven a partir del pago fraccionado de los alquileres -previo acuerdo con los propietarios-, ventas puntuales de alimentos en el caso de los gastronómicos, y el consumo de ahorros propios mientras se aguarda por un retorno del turismo que podría tomar forma con la eventual vuelta de los vuelos a partir del mes de julio.