Este empresario está a punto de quedarse con Garbarino
Ni las medidas impuestas para combatir el coronavirus, ni la fuerte crisis económica que sufre el país precisamente producto de las restricciones sanitarias frenaron la operación de cambio de propietario de Garbarino.
La venta se estaría firmando en los próximos días y el nuevo dueño de la principal cadena de electrodomésticos del país sería Carlos Rosales, principal referente del grupo asegurador Prof y actual tesorero de San Lorenzo de Almagro.
De no mediar inconvenientes de última hora, el empresario le habría ganado así la carrera a los dueños de Covelia, firma de recolección de residuos en gran parte del conurbano bonaerense y estrechamente ligada al sindicalista Hugo Moyano.
La decisión de optar por Rosales estaría ya concretada en un 85% y habría sido tomada por los hermanos por sus dueños, Daniel y Omar Garbarino, y Carlos García, CEO de la firma y a cargo de encontrar un comprador.
El acuerdo incluye el comienzo de un período de due diligence por 30 días que arrancaría la semana próximo para que Rosales pueda conocer en detalle los números de Garbarino y tratar de cerrar un convenio con los proveedores que reclaman una deuda que ronda los $7.000 millones.
El tesorero de San Lorenzo también se habría comprometido a pagar la mitad de los sueldos de los 4.200 trabajadores que emplea la cadena, cuyos ingresos rondan un promedio de $63.000 ya que el otro 50% está a cargo del Estado nacional en el marco del programa ATP lanzado por el Gobierno para ayudar al sector privado en este escenario de profunda crisis.
Su objetivo, si es que finalmente se queda con Garbarino, es utilizar el poder de la marca y de su trayectoria en este negocio para potenciar las ventas online y transformarla en una especie de tienda de puntos de entrega. Es decir, que los clientes no solamente compren electrodomésticos en los locales físicos sino también a partir del comercio electrónico, sumando a esto el servicio de colocación junto con el de entrega.
Garbarino: detalles de la negociación
Pero más allá de la estrategia comercial, Rosales habría recibido la ayuda indirecta de Armando Cavalieri. El titular del Sindicato de Comercio habría puesto el grito en el cielo al considerar la posibilidad de que Moyano desembarque en su sector a partir de Covelia.
Los socios de esta empresa tenían ya un acuerdo con los bancos acreedores para reestructurar la deuda financiera de $5000 millones con una importante quita.
Sin embargo, Cavalieri habría hecho saber de su enojo al propio ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y a otros funcionarios del Gobierno para quienes está más que claro que no son tiempos de conflictos entre dos de los gremios más fuertes del país.
Este sendero político habría terminado de definir la transacción a favor del titular del grupo Prof, quien también posee activos en el rubro hotelero y en el gastronómico a través del restaurante.
Más allá del pago de los salarios, a Rosales le queda un importante trayecto para cancelar no sólo los $7.000 millones con los proveedores, sino los otros $5.000 millones que Garbarino le debe a un grupo de bancos.
Precisamente, ese pasivo fue el que desencadenó la necesidad del cambio de dueño, luego de que los principales acreedores como el Santander y el Galicia, llegaron a un acuerdo con los Garbarino para reestructurar ese pasivo con una fuerte quita pero también con un acuerdo para capitalizar el dinero en acciones y salir a ofrecer la compañía en el mercado.
Inicialmente, el fondo Inverlat fue el elegido, el grupo, dueño de la cadena de cafeterías Havanna, que llegó a un acuerdo con los bancos pero que luego se bajó de la operación al no poder avanzar en las negociaciones con los proveedores extranjeros y locales com Samsung, Carrier y LG, Newsan, Mirgor, BGH y Alladio.
En ese contexto, la cadena siguió funcionando como pudo pero las consecuencias económicas derivadas de las fuertes medidas restrictivas tomadas por el Gobierno para evitar la circulación del coronavirus le han generado un fuerte impacto negativo, al punto que debió pagar a su personal solamente el 30% de los salarios.
Estrategia: venta de alimentos
Para mitigar en parte esta nueva caída, Garbarino debió incorporar hasta productos alimenticios y de otros rubros a su oferta habitual de electrodomésticos para sobrevivir en el medio de la cuarentena que le impidió tener sus casi 200 locales abiertos.
Para sobrevivir, apostó al Marketplace que le permitió incrementar sus ventas online y más que duplicar su tráfico en las redes con un paquete de mercaderías que incluyen hasta fideos, vinos, aceites y preservativos.
También almendras, mix de frutos secos, castañas de cajú, nueces y una gran cantidad de artículos de librería como cuadernos, set de notas adhesivas y bolígrafos.
A todo lo cual le suma productos que habitualmente se pueden conseguir en las farmacias como nebulizadores, tensiómetros, almohadillas térmicas y hasta preservativos.
Una gran góndola online que se encuentra en la página web de la empresa y que los clientes pueden recibir mediante el envío a domicilio, ya que las cadenas de electrodomésticos fueron incluidas entre las que pueden sumarse a la comercialización de sus productos por delivery