Con la producción suspendida, cada vez más empresas prevén pérdidas por la cuarentena
A pesar de las excepciones que el Gobierno nacional decretó para una serie de actividades que pueden evitar el aislamiento obligatorio en el marco de la lucha contra el coronavirus, una gran cantidad de empresas vienen sufriendo los efectos colaterales que la pandemia generará en sus actividades.
Muchas ya decidieron suspender sus operaciones, otras frenan proyectos de inversión y ya pronostican fuertes pérdidas para cuando la situación se normalice. Y la gran mayoría dio de baja la realización de las tradicionales asambleas ordinarias y extraordinarias que se llevan a cabo durante este mes de marzo y en abril por la imposibilidad de convocar a sus accionistas de manera física.
Ya desde la semana pasada se vienen observando un preocupante freno en las actividades de una gran cantidad de compañías ante la obligación de que el personal cumpla con el aislamiento social obligatorio.
Por caso, los centros comerciales de IRSA, que cerraron sus puertas para minimizar el riesgo de propagación del virus y proteger la salud pública, en principio hasta el 31 de marzo próximo, si es que la cuarentena se termina ese día.
Fuentes del holding que dirige Eduardo Elsztain sostuvieron que tratan de esta manera de preservar la salud y el bienestar de sus clientes, empleados, locatarios y toda la población, y anticiparon que reevaluarán constantemente sus decisiones de acuerdo con la evolución de los eventos, las normas que se dicten y las pautas de las autoridades competentes.
Pero más allá de estos enunciados vinculados al aporte de IRSA al combate contra la pandemia, está claro que el parate total tendrá un impacto negativo en los resultados de la compañía que todavía no los ha cuantificado pero que ya avisa que los sufrirá.
El mismo escenario se da en los principales concesionarios de las rutas más importantes del país como son Autopistas del Sol (Ausol) y Grupo Concesionario del Oeste (GCO).
Ambas sociedades son propiedad del holding español Abertis y tienen a su cargo los peajes de la ruta Panamericana y los accesos Norte y Oeste, y debieron dejar de cobrar el servicio en el marco de las órdenes dictadas por el gobierno nacional pero con la obligación de mantener el servicio de emergencia en la red vial concesionada, y los servicios principales, en el marco de sus respectivos contratos de concesión.
De acuerdo a voceros de las compañías, "las medidas informadas impactan fundamentalmente en los ingresos al afectar su fuente de recaudación" por lo cual su directorio se encuentra analizando los posibles pasos a adoptar en protección de sus derechos.
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Producción en suspenso
Un escenario similar se da en la industria cementera, donde Loma Negra y Holcim frenaron sus actividades. Se trata de las dos principales empresas de este sector que, frenaron la producción para cumplir con el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 297/2020 que dispone el aislamiento social, preventivo y obligatorio hasta el 31 de marzo próximo.
En el caso de Loma Negra, frenó la producción y despacho de cemento y hormigón y también, las operaciones de tratamiento de residuos de su controlada Recycomb, hasta tanto estén dadas las condiciones para retomar las actividades.
En ese marco, la principal compañía cementera de la Argentina suspendió temporalmente las obras del proyecto de construcción de la segunda línea de Planta L´Amalí, en la localidad bonaerense de Olavarría y dispuso que su staff administrativo continúe trabajando en forma remota desde sus hogares.
Otra de las medidas que adoptó el directorio de Loma Negra se vincula a la constitución de un Comité de Crisis "a los fines de monitorear y evaluar la implementación de medidas para mitigar los efectos derivados de esta situación".
Un escenario similar sufren en Aluar, una de las mayores productoras de acero de la Argentina que es controlada por la familia Madanes. Debido a una menor asistencia de personal por la obligación de cumplir con el aislamiento, desde la compañía salieron a informar que se ven en la necesidad de "ejecutar una reducción de un 25% de nuestra producción".
Según fuentes de la firma, la decisión adoptada permitirá seguir operando a un nivel más bajo de producción, con un mayor nivel de seguridad dadas las condiciones imperantes. "Cuando se normalice la situación se buscará retomar los niveles habituales de producción", agregan.
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Siguiendo el mismo camino en cuanto al freno temporal de operaciones, las autoridades de Central Puerto optaron por establecer un sistema de guardias especiales destinadas a asegurar el despacho de energía al sistema, ya que se trata de otra de las actividades incluidas entre las excepciones del decreto de aislamiento social obligatorio.
Con este mecanismo, desde la central buscan mantener las actividades y a la vez resguardar la integridad física de sus empleados. Sin embargo, también optaron por frenar las obras del Parque Eólico la Genoveva y el Proyecto de Cogeneración T6 que, según la compañía, "se ha visto afectado por la interrupción de tareas de contratistas esenciales en el marco de las disposiciones del Decreto".
Otro ejemplo de la crisis que está generando el coronavirus entre las empresas es el de Ferrum, una de las mayores fabricantes de artículos de grifería, que cerró las actividades de sus plantas de las localidades bonaerenses de Pilar y Avellaneda.
Ambos establecimientos permanecerán inactivos hasta el próximo 5 de abril, medida que la empresa tomó condicionada por la caída de la demanda que se viene registrando en el mercado en general y el incremento del stock de artefactos sanitarios que se encuentran en niveles suficientes para atender el actual nivel de demanda.
Según la empresa, el cierre de sus dos fábricas afectará a la mayor parte de su personal ya que solamente se mantendrán en funcionamiento áreas imprescindibles para cumplir con sus compromisos y mantener las instalaciones que no pueden dejar de funcionar.
"Esta medida ha sido consensuada con el sindicato que agrupa al personal de convenio incluido en la medida mediante una asignación compensatoria", aclara la empresa.
En el sector de elecrtodomésticos el cierre de locales es total. Desde Frávega, pasando por Garbarino y hasta los dueños de Musimundo debieron suspender las actividades comerciales hasta fin de mes.
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Sin asambleas
En el caso de las convocatorias a las asambleas ordinarias y extraordinarias, ya casi todas las empresas están anunciando a sus accionistas la suspensión de estos encuentros. Así ya lo hizo, por ejemplo, Ternium, que había convocado a una reunión de este tipo para el 27 de marzo a los fines de considerar sus estados financieros correspondientes al ejercicio finalizado al 31 de diciembre del 2019.
"De acuerdo con lo dispuesto por el art. 1° del Decreto de Necesidad y Urgencia N° 297/2020, de fecha 19 de marzo del 2020, que establece para todas las personas que habitan el país o se encuentren transitoriamente en él en forma temporaria, la medida de "aislamiento social, preventivo y obligatorio hasta el próximo 31 de marzo, y conforme las restricciones dispuestas por el art. 5° del mismo, se informa la imposibilidad de realizar la Asamblea Ordinaria de Accionistas de la sociedad", explica su directorio en una nota enviada a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. También se anticipa que una vez que el Poder Ejecutivo disponga el cese de la medida de "aislamiento social, preventivo y obligatorio", se procederá a convocar a una nueva asamblea ordinaria.
Una situación similar se planta en Aeropuertos Argentina 2000 S.A que había convocado a su asamblea general ordinaria, especial de acciones clases A, B, C y D y de acciones preferidas para este miércoles 25 de marzo.
"Como es de público conocimiento, con fecha 19 de marzo se emitió el DNU Nº 297 de 2020 por el cual se dispuso aislamiento social, preventivo y obligatorio desde el 20 hasta el 31 de marzo inclusive de 2020. Por tal motivo, los accionistas de la sociedad se verán imposibilitados de asistir a la asamblea mencionada", argumenta el directorio de la empresa a cargo de las operaciones de casi todos los aeropuertos de la Argentina.
En función de esta situación, los accionistas han resuelto suspender la asamblea hasta el 22 de abril a las 11:00 horas, a celebrarse en la sede social sita en Honduras 5665 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, siempre que el Gobierno no decida extender la cuarentena obligatoria por otros 15 días.
En otros casos, las empresas analizan mantener las fechas de las convocatorias pero llevar a cabo sus asambleas por video conferencia o por teléfono. Para hacerlo, deben constatar que los firmantes de las actas hayan estado en el país donde se celebró la reunión ese día.
En este sentido, desde la Comisión Nacional de Valores (CNV), salieron a informar sobre los procedimientos para la celebración de estos encuentros en el marco del virus Covid-19 para aquellas compañías que cerraron sus balances el 31 de diciembre del año pasado.
Según el organismo, "en el caso de aquellas emisoras que, por la cantidad de asistentes y/o propias características de la asamblea, consideran que no pueden llevar adelante el acto asambleario conforme las medidas mencionadas, se les otorgará, con carácter excepcional, una prórroga a lo establecido por el artículo 3° del Capítulo II, del Título II de las NORMAS CNV".
En tal sentido, deberán comunicar a la casilla [email protected] los impedimentos y realizar la petición de forma fundada, a fin de que la misma sea inmediatamente merituada para su definición. Para las empresas que consideren que por las propias características del acto y cantidad de asistentes, puede ser llevado adelante, la CNV les pide que se tomen en consideración los parámetros recomendados por el Ministerio de Salud y se arbitren todas las medidas preventivas de rigor a fin de evitar la propagación del virus.
De todos modos, el ente considera "muy razonable" en las actuales circunstancias, y acorde a lo previsto por la Ley General de Sociedades, se estimule cuanto sea posible la asistencia de los accionistas a la asamblea por representación, a fin de minimizar la cantidad de asistentes a la misma.