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Impuesto interno, licencias no automáticas y menos ventas: los fantasmas que las automotrices se veían venir

Arranque poco prometedor para las automotrices. En enero los patentamientos se derrumban y los precios se dispararon. ¿Qué esperan hacia delante?
17/01/2020 - 11:00hs
Impuesto interno, licencias no automáticas y menos ventas: los fantasmas que las automotrices se veían venir

Apenas está transcurriendo la primera quincena de enero y la cantidad de noticias que invade a la industria automotriz cambia por completo el rumbo del negocio, más aun, después de un año que fue para el olvido.

Fue en los últimos días de diciembre pasado cuando las primeras decisiones del flamante Gobierno empezaron a golpear al sector, medidas que se siguieron sumando en el arranque del 2020 e hicieron que, hasta hoy, muchas marcas no puedan bajar línea a sus concesionarios sobre cómo salir adelante.

Lo cierto es que, más allá de este escenario y el ruido de los cambios en el impuesto interno y las licencias no automáticas para importar, puertas adentro los directivos dicen que "se lo veían venir". Y no porque el Gobierno esté en contra de la industria, sino porque tiene un único objetivo que en varias reuniones se lo dejaron en claro: hay que cuidar los dólares.

En este contexto, es que se decidió realizar un cambio importante al impuesto interno, se volvieron a instrumentar las licencias para controlar la importación de autos y partes, y se diseñó un plan que, sin quererlo, lleva a un solo destino: que la venta de autos siga cayendo, por lo menos en el primer semestre.

Impacto en las ventas

Las consecuencias de estas medidas son inmediatas y preocupantes: en los primeros días de enero, los patentamientos cayeron 30% respecto del mismo mes del 2019, que ya de por sí había sido flojo. Si bien no se puede hacer una proyección a largo plazo, porque son apenas unas semanas del mes, en los concesionarios sostienen que la gente no está tomando decisiones a la espera de un mercado más estable y organizado.

Por otro lado, las proyecciones de patentamientos que empiezan a trazar las automotrices son variables. En algunas aparece algo de optimismo, mientras que, en otros casos, no ven un mercado mayor a las 370.000 unidades, es decir, por debajo de 2019.

Con un mayor impulso al consumo, financiación y una economía con más certidumbre, el escenario podría mejorar. Marcas como Volkswagen, Ford, Chevrolet y Peugeot se animan a pensar en un 2020 similar al que pasó, con 430.000 unidades promedio patentadas, pero todo dependerá de las medidas generales que aplique el Gobierno.

¿En producción? Todavía nadie se arriesga a dar un número. En Peugeot, que a mitad de año lanzará el nuevo 208 fabricado en El Palomar, estiman que lograrán mejores resultados porque será un modelo importante de exportación.

En marcas como Volkswagen y Chevrolet, que también tienen dos proyectos en marcha, recién en 2021 sentirán el impacto.

Mientras tanto, las automotrices siguen apalancando sus productos con financiamientos propios, muchas acciones de postventa y a la espera de nuevas medidas macroeconómicas que ayuden al consumo en general.

Impuesto interno: quiénes son los afectados

El primer problema que enfrenta el sector es que el cambio en este gravamen afecta a marcas masivas, no solamente premium como se pensó originalmente. Y el impacto arranca a partir del segmento medio: volvió la doble escala y la base mínima inicial es muy baja, arranca en $1.8 millones de venta al público.

Es decir, algunas versiones de modelos como Volkswagen Vento y Toyota Corolla, sedanes familiares de marcas generalistas, quedan alcanzadas por el tributo. Lo mismo pasa con los SUV medianos como el Ford Kuga y Chevrolet Captiva, entre otros tantos.

Esta situación es la que más preocupa a las compañías, ya que se tienen que replantear el portfolio de modelos que venderán en el país y cada una de sus versiones.

Thomas Owsianski, CEO de Volkswagen Argentina, explicó que están revisando todas las versiones de cada modelo para ver cuál se justifica seguir comercializando.

El problema principal lo tienen con los autos mexicanos, tales como Vento, Golf y Tiguan. En estos casos, se replanteará la oferta, pero también saben que, quien elige esos vehículos, está dispuesto a pagar un poco más por su equipamiento, aunque lo alcance el impuesto, y eso hace que evalúen bien qué modelos vender.

Lo mismo admitieron desde Ford, que se revisarán algunas versiones puntuales, si bien por ahora no hay cambios de planes.

"Nosotros somos muy fuertes en pick ups, y ese segmento no está afectado. La Ranger 2020 anda muy bien, y los nuevos modelos como Ranger Raptor y F150 Raptor superaron las expectativas", explicaron los directivos.

Por otro lado, una de las cuestiones que se analizan en el sector es lograr que los autos de producción nacional queden exentos de este gravamen. Productos como el Chevrolet Cruze en su versión tope de gama y la SUV de Toyota, la SW4, sufren ese problema.

También se está pensando en los modelos que este año se sumarán al mercado: el nuevo Tarek, un SUV de Volkswagen que estará listo a fin de año, y el proyecto Tango de Chevrolet, que se lanzará en 2021 aunque ya a fines de 2020 estará la pre-serie.

En este caso, si bien desde algunas marcas están confirmando que hubo reuniones con el Gobierno para que el impuesto no se aplique a la industria nacional, un alto directivo de una automotriz dijo que esto no se puede realizar.

"Aunque negociemos con el Gobierno, el impuesto interno a los autos nacionales no se puede sacar ya que la medida podría hacer que la Organización Mundial de Comercio sancione al país por la decisión. Al mismo tiempo, otros países podrían tomar la misma medida con los vehículos nacionales que se exportan", es la explicación que dan desde el sector.

"La realidad es que el impuesto va a seguir y estamos acomodando la industria y las ventas a esos parámetros. Estamos reviendo a qué modelos alcanzará hoy y en los próximos meses, porque con el precio del dólar, que es el que rige a muchos 0km, hoy puede que no lo alcance pero en tres meses sí, si varía esa moneda, ya esta medida recién vence el 31 de mayo", agregó otra fuente.

Licencias no automáticas, la otra preocupación

Además del gravamen que volvió a tener dos escalas y que la base mínima imponible es muy baja, otra de las preocupaciones es el nuevo decreto sobre las licencias no automáticas, que podrá retrasar no solo el ingreso de autos, sino los autopartes para la fabricación.

"Recién empezaron a regir los nuevos trámites y estamos analizando cómo se debe realizar. Hay que llenar formularios y ser muy ordenado, como sucedió en 2014, aunque el escenario ahora es diferente. Hay buena relación con el Gobierno y un mejor trato que en 2014 y 2015", contaron desde una automotriz.

Eso no implica que no haya temores por la demora que estos trámites pueden generar, especialmente en lo que hace referencia a autopartes, que demorarían la producción.

Hoy el stock se fue acomodando a los niveles más razonables y los planes de fabricación se hacen a tres meses, por eso se necesita que no haya trabas y todo lo que está en la aduana ingrese rápidamente.

"Acá lo más importante es la competitividad, pero es un tema que nunca se trabaja. Por eso, todas estas medidas que se dictaron no nos tomaron por sorpresa, se esperaba una reacción de este tipo para que no salgan los dólares, el problema es que siempre son medidas que no favorecen la producción, que es lo que se debe recuperar", es el comentario que se escuchó en las reuniones de directivos.

En este sentido, coinciden en que, si ayudan a la producción y se puede exportar más, entrarán más dólares. "Pero hoy el Gobierno solo piensa que no se vayan más dólares", coinciden.