Para los empresarios, las medidas "podrían no alcanzar" para evitar el malestar de los mercados

Luego de los anuncios del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, sobre el"reperfilamiento" de los vencimiento de la deuda con el FMI y la reestructuración de los pagos a los tenedores institucionales de bonos, los principales hombres de negocios del país salieron a calificar las decisiones de "necesarias", aunque advirtieron que son "insuficientes" y que podrían no alcanzar para encauzar la economía y equilibrar las turbulencias financieras.

Muchos esperaban que las reacciones del Gobierno tras el "martes negro" en el cual volvieron a subir el dólar, el riesgo país y las tasas, fueran más profundas y encaminadas a contener nuevos simbronazos para llegar a las elecciones generales de octubre.

De todos modos, la percepción en el mundo corporativo no es del todo negativa, aunque algunos ejecutivos y empresarios del sector productivo siguen creyendo que la confianza no se recupera con este tipo de medidas.

Entre quienes abonan esta teoría se encuentra José Urtubey, miembro del comité ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA) y uno de los dueños de la compañía Celulosa, para quien se trata de "parches".

"No están enmarcadas en un plan económico y son consecuencia de la falta de planificación", el hermano del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, para quien el Gobierno "destruyó el sector productivo, lo cual no es bueno para ningún sector, ni siquiera el financiero".

En el mismo tono respondió Javier Madanes Quintanilla ante la consulta de iProfesional. El dueño del grupo Aluar y de la fabricante de neumáticos Fate considera que existe poca confianza en cuanto a que las medidas constituyan una suerte de paquete de transición hacia la nueva gestión que deberá asumir el gobierno a partir del 11 de diciembre próximo.

"Hay una serie de dudas sobre si lo que se está haciendo podrá cumplir con el objetivo que se busca como es el de alcanzar una suerte de paz cambiaria hasta el inicio del próximo gobierno", agrega el empresario.

Sostiene además que el paquete anunciado por Lacunza le genera "muchas dudas" y advierte que el reperfilamiento de la deuda deberá ser encarado por el próximo presidente a pesar de haber sido anunciado por un gobierno en retirada.

Y advierte que el problema de la Argentina va mas allá de lo financiero y tiene que ver con la inercia en la que se encuentra la economía desde septiembre del año pasado, cuando todas las variables comenzaron un proceso de desaceleración pronunciado. "Muchos pensamos que hasta que no se revierta esa tendencia, no habrá una solución de fondo", señala Madanes, para quien el problema de los vencimientos de la deuda sería manejable con facilidad si fuesen creíbles los números de la economía.

"Hasta tanto no se ponga en marcha de nuevo el país sin contradicciones que no incentiven a la inversión y a usar la capacidad instalada a pleno, cualquier solución se retrasará por la falta de confianza", asegura.

Reclama también a la clase dirigente que mire el panorama de manera más amplia atacando otros temas como el control de capital, apertura del mercado cambiario, políticas de retenciones y fundamentalmente cómo se enfrenta de una manera ordenada la reducción del gasto público que, considera, de largo plazo no es manejable ni administrable "para un Estado que busque un crecimiento sano de la economía y el bienestar de la sociedad".

Algo más optimista se muestra Daniel Funes de Rioja. Uno de los vicepresidentes de la UIA admite que los técnicos de la entidad empresaria aún no realizaron una evaluación precisa, aunque se muestra esperanzado en que las medidas "ayuden a serenar los mercados y dar previsibilidad a la economía".  El también abogado, agrega que las turbulencias financieras son muy negativas para cualquier aspiración de normalización de la economía.

Desde el sector de las finanzas también analizan los anuncios con mayor optimismo. Hasta los califican como "impecables". Por lo menos en la perspectiva de Miguel Arrigoni, titular de la financiera First Capital, y para quien se trata de una "jugada excelente" que obliga a Alberto Fernández a no cuestionarlas "porque si lo hace sumirá al país en el caos". "Conlleva a la oposición a dejar el discurso popular y la obliga a definirse en los hechos en su posición frente a los compromisos".

Sus palabras coinciden con la decisión del candidato presidencial del Frente de Todos de no hacer declaraciones sobre el plan anunciado por Lacunza y dejar que hablen los mercados.

"Si acepta el convite y acompaña, dará una muestra de unión cívica frente a los problemas a los problemas grandes del país, ya que tiene la oportunidad de demostrar junto al peronismo, que no son repudiadores seriales y serán tomados como gente seria por la comunidad internacional", asegura. También señala que el Gobierno, finalmente ha tomado una iniciativa, luego de años de descalabros por parte de la política financiera.

En tanto, desde el mercado inmobiliario señalan que las medidas reconocen, ante la imposibilidad de acceder a más financiamiento externo, el problema de liquidez del Gobierno para hacer frente en el corto y en el mediano plazo a los pagos de la deuda en las condiciones originalmente pactadas, por ahora solo en cuanto al plazo de vencimiento.

Para Alejandro Ginevra, el objetivo es evitar que el repago de las deudas se convierta en presión sobre reservas internacionales y tipo de cambio que empujen a una espiral inflacionaria. "Pueden entenderse como un control de cambios indirecto que evita la forma de un cepo", explica.

También las califica como "probablemente inevitables" y asegura que ya fueron usadas en otras circunstancias y países, como el caso de Estados Unidos cuando la crisis financiera 2008/2009.

En cuanto a las persectivas, el dueño del GNV Group, anticipa que podrán disminuir la demanda efectiva sobre activos externos como el dólar-peso, asumiendo que la crisis actual refleja desconfianza de los mercados sobre la sostenibilidad de la deuda argentina.

"Indudablemente, profundizarán la desconfianza sobre los fundamentos de la economía argentina y por ende postergan decisiones de inversión productiva y procesos de reactivación", advierte el empresario inmobiliario.

En tanto, Fabián López, de la evaluadora RSM, pide entender que lo positivo de las medidas tiene que ver con extender los plazos de los vencimientos, "con lo cual es muy beneficioso desde el punto de vista financiero para el país".

Estima que en el corto plazo ayudan a tener más respaldo para controlar el dólar, mientras que el costado negativo que advierte se vincula con la demora en tomarlas, la extensión del vencimiento de corto plazo para los primeros meses del próximo gobierno, se ratifica el fracaso del plan económico y agrega una mancha más para el país, por no cumplir con los pagos en término.