EN TRIBUNALES DE SAN JUAN

Tía Maruca pide concurso preventivo y busca renegociar una deuda de casi $300 millones

La fabricante de las tradicionales galletitas sufre una grave situación financiera, que la llevó a solicitar proceso concursal para sostener su actividad
NEGOCIOS - 29 de Agosto, 2019

Tras no haber podido regularizar su complicada situación financiera generada por la grave situación económica que sufre el país, la fabricante de galletitas Tía Maruca decidió solicitar la apertura de su concurso preventivo.

Lo hizo en los tribunales de San Juan, donde tiene su sede y su planta principal, con el objetivo de poder iniciar una etapa de reestructuración de su deuda de casi $300 millones.

A julio pasado, y según los registros del Banco Central, la cadena presentaba un oscuro panorama con una deuda bancaria de $133,7 millones, de los cuales el 12% (poco más de $15,6 millones) está en situación 3 "con problemas/riesgo moderado", y otro 4% ($5 millones) en situación 5 con alto riesgo de insolvencia/ riesgo alto".

Adicionalmente, sumaba 500 cheques rechazados por un total de $127,8 millones, evidenciando que el panorama de la empresa a cargo de Alejandro Ripani, era realmente complicado.

Con ese marco, el 2 de agosto pasado, la sociedad presentó el pedido de apertura de su proceso concursal y el de su controlada Dilexis S.A. Sus ejecutivos habrían optado por esta protección judicial al comprender que se trata de la mejor opción para enfrentar la crisis, ordenar las finanzas, intentar repagar su deuda e iniciar un proceso de recuperación societaria que le permita mantener su estructura actual y a la totalidad de su personal que actualmente ronda los 600 trabajadores.

De todos modos, viene manteniendo un conflicto con sus empleados por salarios y aguinaldos atrasados, según fuentes del Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentación de San Juan en donde advirtieron que la empresa abona los salarios en cuotas a lo largo de los meses. Esto provocó la intervención del gobierno provincial que intenta mediar entre la empresa y el gremio para evitar mayores problemas.

Según pudo saber iProfesional de fuentes del mercado, los dueños de Tía Maruca no proyectan achicar la estructura de la empresa sino que decidieron optar por esta herramienta judicial precisamente para poder sanear las cuentas y retomar el ritmo habitual de operaciones, mientras negocian una reestructuración del pasivo con sus acreedores y frenan el efecto desfinanciamiento que venía sufriendo.

Los problemas de Tía Maruca comenzaron tras haber comprado precisamente Dilexis en marzo del 2007. Se trata de la planta que tenía la multinacional Pepsico en San Juan y en la que producía sus populares galletitas Toddy.

Esa operación contempló, además, el traspaso de algunas marcas de Pepsico, como Dale y Argentinas, y un contrato por tres años para que Tía Maruca continúe produciendo en la provincia las Toddy, que de todos modos sigue perteneciendo a Pepsico.

El deal incluyó la continuidad laboral de los 400 empleados de la planta de la multinacional y la obligó a invertir $200 millones para sostener el aumento de su capacidad de producción.

Con la compra, que fue negociada en dólares, Tía Maruca pasó de producir 300 toneladas al año a 2.700 con el objetivo de competir de manera directa con las líderes del rubro, en especial Arcor.

Sin embargo, el contexto macro del país cambió y ese proyecto de expansión terminó siendo uno de las principales razones de la grave situación que la empresa vive en la actualidad con variables negativas, altas tasas de financiamiento y fuertes incrementos de sus costos que la empresa evitó trasladar de manera directa a sus consumidores, además de la recesión y la caída general del consumo.

También se vio afectada por ciertas medidas tomadas por el Gobierno que también perjudicaron su día a día como las referidas a las exportaciones de trigo, su principal materia prima, y tener que competir en un mercado concentrado donde más que nada Arcor es la empresa que impone el ritmo del negocio.

En la actualidad, la compañía cuenta con una buena demanda de sus productos, mientras abrió un canal de negociación con sus proveedores para abastecer precisamente esas mayores ventas en el marco de un panorama futuro que sus dueños consideran alentador al haber podido iniciar la renegociación de su pasivo.

Tia Maruca nació en 1998 con una pequeña planta en la localidad bonaerense de Ramos Mejía y su nombre es en honor a la tía de un amigo de uno de sus fundadores, quien nunca llegó a conocerla.

La empresa controla alrededor del 5% del mercado local de galletitas, que está liderado por Bagley (un joint venture de Arcor y Danone) y Mondelez (la ex Terrabusi), además de otras marcas más pequeñas como Granix, Don Satur y 9 de Oro, entre otras.

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