Cada vez menos personas pueden coordinar el trabajo con su vida personal
Una de las presiones más grandes que están sintiendo los trabajadores argentinos en este momento es la imposibilidad de conciliar su vida laboral con la personal en una situación de sano balance. Si bien es un punto de tensión en cualquier contexto, en un año en el que muchas personas debieron salir al mercado a buscar ingresos extra a los de sus trabajos, se complejizó el panorama para la salud y el agotamiento.
El relevamiento sobre burnout que todos los años realiza la plataforma de búsqueda de empleo, Bumeran, mostró que en 2021, en plena cuarentena, al menos la mitad de los trabajadores sentían que podían coordinar estos aspectos, y la situación mejoró los dos años siguientes. Pero este año, el 53% ya percibe que no puede lograr un mix de "work-life balance" adecuado.
Así, Argentina, que venía teniendo una situación levemente mejor que sus vecinos de la región en este análisis, ahora se puso a tiro con las demás naciones como Chile o Ecuador, donde quienes no encuentran un equilibrio son el 57% y el 55% de los encuestados por Bumeran en esos países, respectivamente.
Flexibilidad para todos
Este no es el único indicador que señala la relevancia que el tema está tomando en la agenda corporativa argentina, tanto para los especialistas de recursos humanos como para los propios empleados. En el último estudio de bienestar emocional que realizaron en conjunto la organización empresaria IDEA, INECO y Puntual, para el cual entrevistaron a 629 personas a mediados de año, encontró que la variable laboral que creció en valoración tras la pandemia es precisamente el equilibrio entre la vida personal y trabajo (79,8%).
Estas organizaciones encontraron también que el primer factor de peso que las personas valoran de un trabajo fue la flexibilidad horaria (89% lo mencionó), algo intrínsecamente ligado a la posibilidad de coordinar actividades laborales y no laborales.
"De los recientes estudios que hemos impulsado desde IDEA emerge que la conciliación entre la vida personal y laboral es una prioridad para la mayoría de los colaboradores de las empresas, al punto tal que para los jóvenes menores de 40 años, su idea de éxito profesional tiene que ver principalmente con alcanzar ese balance. Los trabajadores entienden que encontrar armonía entre la vida personal y laboral tiene un impacto positivo sobre su propia salud emocional y mental", dijo Luciana Paoletti, gerente de Contenidos y Comunicaciones de IDEA.
"El desafío en todo caso es encontrar un modelo de trabajo que vaya en línea con esa expectativa, que estimule la productividad y que a la vez promueva el bienestar en los colaboradores. Hoy vemos que las empresas hacen interconsultas en torno al esquema de trabajo presencial y remoto: 3x2, 2x3, 4x1. Se preguntan cómo alcanzar un equilibrio que satisfaga a los empleados y que le funcione a la empresa", añadió.
"Sin embargo, más allá de las fórmulas, hay otros caracteres que habría que sumar a la ecuación: la cultura de la organización, el por qué de la presencialidad o la virtualidad, la generación de entornos saludables para trabajar, el fortalecimiento de los vínculos interpersonales, la flexibilidad horaria, el trabajo por objetivos, la promoción de liderazgos íntegros y respetuosos, entre muchos otros", sentenció Paoletti.
También una encuesta de WeWork con Michael Page consigna que las personas de todas las edades están tomando medidas para mejorar el work-life balance: "La Generación X, nacida entre 1965 y 1980, tiende a valorar la estabilidad laboral y la dedicación al puesto de trabajo. Sin embargo, han comenzado a adoptar prácticas más flexibles, buscando un mejor balance que les permita disfrutar de su tiempo personal".
Más del 70% de los encuestados de esa generación y de los Millenial (nacidos entre 1981 y 1996) consideran que el modelo de trabajo impacta de forma positiva en su calidad de vida. Para los Centennial, ya, la vida personal y el trabajo no se escinden de la misma manera que para sus antecesores, sino que se entrelaza constantemente.
"Las diferencias en las prioridades de cada generación reflejan no solo cambios en el entorno laboral, sino también una evolución en la forma en que valoramos nuestro tiempo. Comprender estas diferencias no solo es importante para las empresas que buscan atraer y retener talento, sino también para crear un ambiente laboral inclusivo que fomente la productividad y el compromiso de todos los colaboradores," señaló Romina Diepa, Head of People de WeWork Cono Sur.
¿Cómo coordinar entre el trabajo y las tareas del hogar?
Los motivos que aducen quienes no consiguen un buen balance entre su vida laboral y la personal, son sobre todo que "no logran establecer una planificación de horarios semanal" (39%). Lejos de ello, un 11% de los encuestados por Bumeran menciona que no tiene un espacio propio de trabajo, que no puede organizar las tareas del hogar con familiares o amigos (7%) o con su pareja (6%), entre otros motivos.
Las tareas del hogar, sin embargo, son algo a lo que el 77% le dedica entre 0 y 4 horas diarias. Solo el 5% no realiza tareas domésticas, y el 4% contrató personal para ello.
El 51% de quienes respondieron, además, no cuidan de terceros, y un 2% de ellos cuenta con personal para tareas de cuidado.
Según surge del estudio de la plataforma de Jobint, la clave para la organización de estos aspectos, para el 42% de quienes si sienten que pueden tener un buen equilibrio entre trabajo y vida personal, fue "establecer una planificación de horario semanal", una rutina que al sostenerla en el tiempo vuelva las tareas más efectivas y sencillas.
El 24% además, pudo coordinar los quehaceres del hogar con su pareja, y el 9% contrató personal para trabajar o en el hogar (5%).
Más allá de las medias que las compañías puedan o no tomar para facilitar que las personas logren un buen balance en su vida y en el trabajo, los individuos que se sientan desbordados en este aspecto pueden probar con aplicar una rutina más estricta, que con el tiempo vuelva más fáciles y efectivas algunas de sus tareas.