Más jóvenes terminan la secundaria pero pocos consiguen trabajo en blanco: la situación del mercado
Si bien hoy muchos jóvenes los que prefieren trabajar freelance para disponer de sus tiempos y abordar proyectos interesantes, sacrificando su propia seguridad laboral, a mayoría de los chicos y chicas argentinos hoy siguen queriendo tener un trabajo registrado y con cobertura de seguridad social.
La misión de conseguir el primer empleo es dura para los jóvenes. Un círculo vicioso donde no se los contrata sin experiencia pero casi nadie quiere ofrecérselas.
Por eso, si bien se viene incrementando la cantidad de personas que completan la educación secundaria, al salir de la etapa formativa obligatoria no consiguen empleos de calidad.
Los que si encuentran empleos de calidad son cada vez menos y son solo el 33% del total. Así lo detallaron en su primer informe conjunto del Observatorio de Argentinos por la Educación y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, CIPPEC, en base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC.
Más jóvenes terminan el secundario
El informe concluye que en las últimas dos décadas tanto el acceso a la educación secundaria como la terminalidad mejoraron 14 puntos porcentuales.
Durante el período 2003-2021, el sistema educativo se expandió. La proporción de adolescentes de 13 a 17 años fuera de la escuela cayó del 9,5% en 2003 al 3,4% en 2021. Y en 2021 el 92% de los adolescentes de entre 13 y 17 años asistieron al nivel secundario, 14% más que en 2006.
La proporción de jóvenes que completaron la secundaria también aumentó 14 puntos entre 2003 y 2021. En 2021, lograron título secundario el 66,8% de los y las jóvenes de 18 a 24 años y el 72,3% de los y las jóvenes de 25 a 29 años. Estas cifras rondaban el 60% en 2003.
"La Ley de Educación Nacional de 2006 marcó un hito al establecer la obligatoriedad completa del nivel secundario", dijo a este medio Esteban Torre, director del programa de Educación de CIPPEC, consultado por los motivos de esta mejora en la terminabilidad del nivel.
Lo que hizo la Ley, explicó, es "movilizar al gobierno nacional y a los estados provinciales a orientar recursos para orientar recursos para asegurar que todos los jóvenes y adolescentes transiten y se graduen de la escuela secundaria. Hubo una fuerte inversión en políticas de inclusión, que permitió el ingreso al sistema educativo de personas que antes estaban excluidas del mismo."
El reporte aclara que se denota un incremento de la cantidad de estudiantes que accedieron al título secundario en la modalidad para adultos y a través de programas de terminalidad educativa. "El despliegue de ferta educativa en la modalidad para jóvenes y adultos, y el impulso a prgramas de terminalidad, favoreció a que la cantidad de jóvenes con título secundario también aumentara", indicó el experto de CIPPEC.
Menos jóvenes consiguen empleos de calidad
Cuando CIPPEC y el Observatorio se refieren a empleos de calidad, están hablando de trabajo registrado de más de 30 horas semanales. Esto es, con la protección del Sistema de Seguridad Social y con descuentos jubilatorios y aportes patronales.
A ese tipo de trabajos hoy accede el 33% de los jóvenes que terminan el colegio secundario y solo 9% de los que no tienen ese título, por eso la importancia de incrementar la asistencia y terminalidad del ciclo.
Otro dato importante es que en los últimos 15 años, el acceso de los jóvenes con título secundario al trabajo de calidad se redujo. En 2006, el 40% de las personas de 25 a 29 años en esa condición conseguían trabajo registrado.
"Durante los últimos 15 años, la cantidad de jóvenes que obtuvo el título secundario aumentó en forma sostenida; sin embargo, esas mayores oportunidades educativas no encontraron el correlato en mayores oportunidades laborales. El desarrollo con inclusión social de las juventudes requiere que pongamos atención a la articulación de las políticas educativas con las políticas de promoción de trabajos de calidad", planteó Torre.
Consultado por política y estrategias para mejorar la inserción de jóvenes en empleos de calidad, el titular del programa de Educación de CIPPEC respondió que la primera debería ser la creación de empleo joven en un mercado laboral que parece poco dinámico en ese sentido, mediante políticas macroeconómicas que tiendan a ello.
"La agenda educativa se encuentra discutiendo sobre las pasantías o prácticas profesionalizantes como un intento de articular mejor escuela y trabajo, y el informe ilumina un aspecto poco considerado: la importancia que mantiene la titulación, el tiempo en la escuela, antes que el intento de vinculación forzada en un mercado de trabajo poco dinámico", señaló por su parte Pedro Núñez, investigador del CONICET y FLACSO.
"En este sentido, incrementar la cantidad de personas con titulación pareciera ser una política más acorde para enfrentar la incertidumbre propia de la época", apuntó.
"También hablamos de co-producción de capacidades, donde tanto el sistema educativo como el productivo deben realizar un aporte. En el caso de la escuela secundaria, la responsabilidad es fortalecer el aprendizaje de saberes fundamentales -lengua, matemática, y habilidades digitales-, y en el caso del sistema productivo sería deseable que pueda ofrecer alternativas de acumulación de capacdades desde adentro, oportunidades de formación en el mismo entorno laboral", opinó Torre.
Asimismo, se pueden realizar políticas de conciliación de estudio y trabajo, porque muchos jóvenes, describió Torre, "apuestan a seguir estudiando y para eso se insertan en trabajos que no necesariamente son de calidad. Habría que promover estrategias que concilien ambos intereses."
Por último, Torre propuso políticas de transición entre educación y trabajo, construir "los mejores puentes para que en los últimos años de la secundaria los estudiantes puedan conocer las distintas formas que puede asumir el trabajo, conocer empresas o agencias de gobierno, entidades de sociedad civil, dialogar con sindicatos, y pensar formatos alternativos de prácticas preprofesionalizantes.
Diferencias de género en acceso a empleo de calidad
El reporte de CIPPEC y el Observatrio remarcan que se confirma en los últimos años una tendencia que muestra diferencias de género en el acceso a empleo de calidad.
Si bien un mayor porcentaje de mujeres termina la secundaria, es mucho más alta la proporción de varones que consiguen trabajos de calidad.
El 71% de las mujeres de 18 a 24 años tienen título secundario, mientras que la cifra cae al 62% entre los varones del mismo rango etario. La buena noticia es que la brecha de género entre quienes terminan la secundaria se viene reduciendo en los últimos años, a medida que crece más la cantidad de chicos que completan el ciclo.
No obstante, en 2021, el 48% de los varones de entre 25 y 29 con título secundario tenían un empleo de calidad, mientras que solo 16% de las mujeres en esa misma condición lo tenían; una brecha de 32 puntos.
La asimetría se mantiene entre quienes no tienen título secundario: el 15% de los varones de 25 a 29 años con secundaria incompleta acceden a un empleo de calidad, mientras que la cifra cae al 2% entre las mujeres.
Gustavo Gándara, director ejecutivo de Fundación UOCRA, afirmó al respecto: "Es clave generar un sistema articulado de formación profesional y terminalidad educativa dirigido a este sujeto joven/adulto, con propuestas formativas más flexibles que adecuen la oferta de formación a la dinámica de itinerarios laborales atravesados por significativas discontinuidades".