Empleo: cómo sobrevivir a la pelea por un cargo en una empresa con mucha competencia
Muchas veces se desacredita, discrimina o desautoriza a aquel que aparece como contrincante. Hay personas que no soportan que otras puedan saber más y se vuelven incapaces de escuchar. Esto afecta la capacidad de aprender para integrarse a la tarea lo cual repercute negativamente en la calidad productiva. Es estos casos, la competencia perjudica el desempeño del trabajador y termina jugando en perjuicio de la empresa.
Ricardo Antonowicz, jefe de servicio de Psicología del Sanatorio Municipal Dr. Julio Méndez y coordinador de actividades asistenciales del hospital Borda (MN 11556), opina sobre la "mal entendida" competencia.
Para él, "la competencia laboral sana requiere habilidad, conocimiento y esfuerzo en un marco de respeto por el otro, pero, en ocasiones, su significado se distorsiona expresando comportamientos agresivos intencionales, rivalizando con excesos verbales o por vías más sutiles como el sarcasmo".
"Una competencia laboral sana puede motivar a los colaboradores a superarse, a ir por una milla extra, por un resultado que trascienda lo que lo que las personas, equipos y empresas pueden lograr", complementa Miguel Alfonso Terlizzi, presidente de hucap. Pero aclara, "siempre que hablamos de superación, nos referimos a la superación personal, es decir no se trata de superar a los demás, sino superarse uno mismo, como artífices del cambio que se desea lograr".
Sin embargo, agrega: "Existen muchos casos donde la competencia se torna desmedida y hasta mal intencionada, y entonces afecta el clima en las organizaciones, el cual hace a la calidad de vida profesional de los colaboradores".
El impacto en el espacio de trabajo
Un buen clima laboral impacta directamente la productividad, por ende, en los resultados del negocio. De allí la importancia de fomentarlo. Según Silvana Bono, médica psicoanalista e integrante de Enredados, "hay empleados que no pelean por lo necesario, sino para que caiga el resto".
Son quienes buscan siempre batalla, enfrentamientos y que nos llevan a un sin sentido que perjudica el trabajo en equipo y el avance de los objetivos de la organización generando un clima perjudicial. En este caso, dice la profesional, el departamento de Recursos Humanos deberá proceder y hacerle frente a este tipo de personas.
"Cuando hablamos de un colaborador que no favorece el clima laboral –dice Terlizzi-, particularmente nos referimos a aquel que termina siendo nocivo tanto para su entorno de compañeros, como para su línea de reporte tanto así como para la productividad del área según su tipología y carácter".
Estos colaboradores en las empresas van deteriorando las relaciones entre las personas perjudicando los vínculos y, por ende, otros factores que están desde relacionados con la comunicación hasta con los de productividad propiamente dicha tanto económica, en términos de resultados del negocio como anímica en términos de clima organizacional".
Competir para crecer
Bono asume que la competencia es necesaria y se entiende como sana cuando cumple con ciertos requisitos: por ejemplo, cuando tratamos de competir por un cargo sobresaliendo nuestros talentos, ponemos todo a disposición del equipo, eso entendemos como sano y necesario, pero cuando competimos tratando de opacar el talento y fortalezas de nuestros compañeros es preocupante.
"La competencia es necesaria para motivarnos, para ser creativos, para ser más productivos e incluso monetizar más. Nos transforma en mejores profesionales porque nos lleva a seguir aprendiendo", recalca.
"La buena competencia nos permite aceptar el fracaso, la crítica, a ser flexibles, nos empuja a autorrealizarnos, por eso es indispensable para un buen trabajo, para lograr un cargo nuevo, para lograr los objetivos planteados en la empresa, nos ayuda a focalizar qué es lo importante, a no dispersarnos, aprendemos que es tan importante la espera de los resultados como el empuje para que esos resultados se hagan realidad", reflexiona la especialista. "El mejor trabajo es la sinergia entre todos los trabajadores, aunque haya competencia. Cada uno tiene un talento y debe ser auténtico con lo que quiere, si no lo es, a la larga eso se percibe".
Para Guillermo Miguenz, psicólogo social y comunicador social, responsable de las Divisiones Formativas Quilmes y Consultora Dinamo, ser colaborativo es la clave de la competencia. "La competencia se construye en una dialéctica entre cooperación y competencia. Quienes más crecerán son quienes más colaboran con el otro. Un buen líder lo que tiene que hacer es estar disponible y ser colaborativo, sino no podrá escalar a nivel laboral", concluye.