Datos oficiales: la contracción del empleo es peor que la de 2002
El Ministerio de Trabajo que conduce Claudio Moroni dio a conocer este martes los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) sobre empleo registrado en los meses de febrero y marzo de 2020.
"En el mes de marzo, la información relevada por la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) muestra un escenario desfavorable, el nivel de empleo registrado del sector privado tuvo una caída de 0,5% en relación al mes anterior. Esta es la mayor contracción mensual de los meses de marzo desde el año 2002. En marzo de 2009, con la crisis internacional como escenario se registró una caída similar, apenas menor a la actual", remarcó la cartera.
En efecto, al analizar los datos que ofrece el SIPA para el mes de febrero, se denota que la cantidad de asalariados en todo el país fue de 12,091 millones, mostrando una caída de 0,6% con respecto al mismo mes del año anterior. Esto significa que hubo 77,4 mil trabajadores menos.
En la comparación interanual, el conjunto de asalariados se redujo 1,1% (-105,6 mil trabajadores), con aumentos del 1,3% en empleados de casas particulares (+6,6 mil trabajadores) y del 1,1% en el sector público (+33 mil), y una reducción del 2,3% en el sector privado (-145,2 mil).
El conjunto de trabajadores independientes aumentó 1,2% frente a febrero de 2019 (28,3 mil), con un aumento del 5,1% en monotributistas sociales, 1,2% en monotributistas (+17,4 mil y +19 mil respectivamente) y una caída de 2,0% en autónomos (-8,2 mil respectivamente).
Más aún, al analizar el comportamiento del empleo privado exclusivamente y con datos de marzo de 2020, la cartera que condice Moroni asegura que En términos interanuales, se vió una contracción del empleo registrado en las empresas privadas del 3%. Los sectores de actividad que explican la caída del empleo de marzo de 2020 fueron, fundamentalmente, la construcción, la industria y el comercio.
Sin ingresos ni nuevo empleo
Al intentar dar las explicaciones del caso, el reporte recuerda que el día 20 de marzo pasado se declaró la etapa de aislamiento social obligatorio y que incluso algunos sectores ya habían restringido o suspendido sus actividades unos días antes.
"No cabe duda que esto impactó en las decisiones empresarias de contratación de personal", remarcan, ya que "la caída del empleo formal no se debe al incremento de las desvinculaciones ni al crecimiento de los despidos, sino a la contracción de las incorporaciones de personal".
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La tasa de ingresos registró el nivel más bajo de los meses de marzo de los últimos 18 años (1,4), y fue la primera vez, desde entonces, que el nivel de incorporaciones de marzo resulta inferior al de febrero.
"Como producto del aislamiento social y la paralización de gran parte de las actividades económicas, se espera un mayor impacto en el empleo en los próximos meses. En este sentido, las expectativas empresarias relevadas durante el mes de abril, lo anticipan. Las expectativas netas de aumento de personal, se ubicaron en el valor más bajo de la serie (-6,5%)", prosigue en el análisis el Ministerio, y lamenta también que esta baja haya ocurrido en un momento en el que, hasta los primeros días de marzo, había ocurrido una estabilización y recuperación del mercado laboral.
"Tal como muestran los resultados de la EIL del mes de marzo, la incipiente recuperación del mercado de trabajo en febrero se vio rápidamente afectada por los efectos de la pandemia, principalmente en las actividades limitadas a trabajar de forma remota, como la construcción, el comercio, hoteles y restaurantes y la actividad industrial", asegura la cartera que conduce Moroni y anticipa que espera que al cambiar a esta última fase de aislamiento obligatorio, se pueda retomar el sendero ascendente del empleo.
La baja se profundizará en abril y mayo
Los datos del Ministerio de Trabajo no fueron la única mala noticia vinculada al empleo este martes. El Comité de Evaluación y Monitoreo del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) publicó la Decisión Administrativa 747/2020 en el Boletín Oficial en la cual se ofrecieron más datos de esta delicada situación.
Se trata del Comité que define qué sectores reciben, por ejemplo, el Salario Complementario que perciben las compañías a cambio de no despedir trabajadores que se encuentran sin prestar tareas durante el tiempo que dura la cuarentena.
Y mientras hoy gran parte del país pasa a una cuarta fase del período de aislamiento –menos la zona Metropolitana que queda en fase tres- y más personas retoman su actividad, a través de la mencionada medida se dieron a conocer los datos que sustentan las decisiones mencionadas y que puso en marcha con su ratificación el Jefe del Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero.
La decisión del Comité fue extender el beneficio de postergación de aportes patronales y del pago del 50% del Salario Complementario que se dio en el mes de abril (para haberes que percibieron en mayo dos millones de trabajadores del sector privado) al mes siguiente, y a más cantidad de firmas privadas para evitar una mayor cantidad de despidos y suspensiones.
En particular, tomando informes de los Ministerios de Desarrollo Productivo, de Salud, de Educación y de Transporte, se definió incluir en el programa de Asistencia al Trabajo a empresas de educación y de salud privadas que no perciban ningún tipo de subsidios.
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Asimismo, el Ministerio de Transporte solicitó que se incluya en el Salario Complementario a una nómina de actividades del sector, entre los que están los taxis, los remises, el transporte escolar, los servicios de larga distancia, de fletes y el transporte de carga.
Ya al presentar el primer informe del ATP el mes pasado, el Comité advertía que incluso las empresas de actividades consideradas "esenciales" por el gobierno nacional y que habían continuado operando durante la cuarentena, no estaban exentas del impacto que la pandemia había tenido en sus ingresos.
"Incluso en algunas actividades exceptuadas de la cuarentena muchas empresas registraron caídas en la facturación. Lo mismo ha ocurrido en muchas empresas de firmas con alto potencial de teletrabajo", continúa la misiva y destaca que "muchos trabajadores independientes (monotributistas y autónomos) han sufrido una contracción profunda en su facturación", aseguraba el reporte.
Y en este nuevo informe titulado "El impacto económico del coronavirus en Argentina", se profundizó esa preocupación: "La evolución de la pandemia que nos afecta ha generado un importante impacto en todas las áreas operativas del núcleo productivo mundial. Los índices de producción y consumo se han visto comprometidos significativamente y el dinamismo propio del aislamiento social derivado de esta situación hace prever que no se detendrá la caída en los próximos meses".
Los miembros del Comité aseguran que a partir de marzo "los indicadores de actividad, producción y consumo mostraron evidencias claras de los efectos del aislamiento social obligatorio a raíz del brote de coronavirus en el país". Y a eso se suma que el escenario en 2019 era de por si frágil.
"En el mes que comenzó la cuarentena, diversos sectores como la construcción, la industria y buena parte de los servicios y el comercio fueron sectores que mostraron impactos muy severos", describen. Y si bien desde entonces "el Gobierno ha exceptuado nuevas actividades, gran parte continúa sin funcionar con normalidad, por lo que las proyecciones son negativas para abril", "arrojando disminuciones severas y transversales a los sectores industriales".
"Esto se observó con mayor fuerza en aquellos no esenciales, pero incluso también en ramas que estuvieron habilitadas para producir, tanto por la demanda local como por la externa", y por lo tanto, "para abril, todos los datos anticipados hasta el momento sugieren que las caídas se habrían acentuado, producto de que se trata del primer mes completo con cuarentena", remarcan una vez más desde el comité.
Por último, si bien en mayo la actividad económica está comenzando a normalizarse y el porcentaje de empleos privados formales exceptuados de la cuarentena pasó del 43% el 20 de marzo al 51% el 8 de mayo, para las autoridades es innegable que la situación económica y productiva general sigue estando "profundamente afectada".
Por lo tanto, "en términos de empleo e ingresos, la caída de la actividad productiva puede significar pérdida directa de puestos de trabajo en los casos en los que la tasas de no registro sea más elevada, mientras que en aquellas actividades con mayor grado de formalidad es posible la implementación de esquemas de suspensiones y reducciones salariales con la consecuente pérdida de ingresos para los hogares", advirtieron este martes.
Esto significa que más allá de las herramientas de financiamiento que puso en marcha el Estado Nacional, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el pago del Salario Complementario en grandes empresas y los créditos a tasa cero para pymes, autónomos y monotributistas, el escenario del empleo solo tiende a empeorar.
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"Estos programas fueron originalmente diseñados para una duración de un mes (salvo en el caso del crédito a monotributistas y autónomos, por tres meses), en función de la evolución de la pandemia. A 49 días del inicio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), los primeros indicadores de actividad productiva muestran un deterioro inédito, con caídas que en algunos sectores incluso llegan a superar al peor momento del año 2002", reiteran y por eso recomiendan continuar esos programas durante el mes de mayo.
La buena noticia
Entre tantas malas noticias en esta época hubo una buena que se suma desde el plano del empleo. Aparentemente la reconversión de los trabajadores y el surgimiento de nuevas posiciones que surgieron para hacer frente a la pandemia abrieron la puerta a nuevos empleos en carácter eventual.
Según datos de la Federación Argentina de Empresas de Trabajo Temporario (Faett), las empresas de industria y servicios demandaron alrededor de 5.000 personas para cubrir puestos de trabajo temporario durante la etapa de aislamiento social obligatorio.
La Federación indicó que en la etapa de cuarentena por la pandemia de coronavirus, en especial se ubicaron nuevos trabajadores en tareas de reposición, choferes, cajeros y logística, y superaron la demanda estacional que este tipo de empleos genera para fin de año y las fiestas.
Los puestos más buscados en el aislamiento social obligatorio fueron: personal para envíos y logística que creció 9,5% en abril respecto de marzo; repositores, choferes y cajeros lo hicieron en un 7% en igual período, mientras que el sector tecnológico mantuvo un ritmo de crecimiento de la demanda de 5% en abril frente a la demanda de marzo. En tanto, los números de mayo mantienen los niveles de abril.
"El mundo retail contrató más personal que en temporada alta, es decir, para las fiestas y fin de año", explicaron desde Faett a Télam.
En este sentido, el presidente de la Federación, Ricardo Wachowickz, indicó que "hubo un crecimiento en actividades como alimentación, energía, cadenas de valor, y una demanda enorme de este sector de la economía".
"El trabajo temporario es la herramienta fundamental para atender esa demanda", resaltó, al tiempo que precisó que, en lo que va desde el inicio de la cuarentena, el 20 de marzo pasado, "más de 5.000 puestos de trabajo fueron cubiertos".