La Justicia rechaza el acuerdo entre tecnológicas para no robarse empleados
La excusa era frenar la escalada de sueldos, cada vez mayores. La realidad, una estrategia de Steve Jobs que ha trascendido a su vida, para evitar que los empleados de Intel, Google, Adobe y Apple se cambiasen a alguna de estas empresas. La jueza del distrito de San José, el corazón de Silicon Valley, Lucy Koh, ha rechazado la oferta de u$s324 millones que pactaron las empresas para compensarlos.
El caso comenzó en 2011 con una demanda colectiva por parte de los empleados, un total de 64.000, en la que acusaban a las cuatro empresas de evitar hacerse con los ingenieros de alguna de las firmas involucradas. Según la jueza, la cifra, ofrecida en el mes de mayo, está por debajo de lo razonable, relata un artículo publicado por el diario El País.
El acuerdo entre Apple, Intel, Adobe y Google no solo limitaba la movilidad laboral de sus talentos, como tanto les gusta referirse aquí a los empleados, sino también les imponía de forma implícita un tope salarial.
La lógica de las empresas implicadas es que si los trabajadores no cambiaban de compañía, tampoco tendrían que afrontar grandes aumentos, ni internos para evitar la fuga, ni en nuevas contrataciones. En 2012 los empleados de Pixar, LucasArts e Intuit, dedicadas a la animación, denunciaron una situación similar, consigna El País.
La demanda colectiva pide u$s3.000 millones para compensar el dinero que dejaron de embolsarse por su trabajo. Si durante el juicio se llegase a demostrar, como ha dejado caer la defensa, que se trata de una práctica de monopolio, la cifra podría llegar a los 9.000 millones de dólares.
Las estimaciones de la defensa argumentan que, de no existir el plan de Google, Apple, Adobe e Intel, sus sueldos serían un 25% superiores. De las cuatro empresas, solo Intel se ha pronunciado al respecto: "Lamentamos que la corte haya rechazado nuestra propuesta que evitaría una larga negociación de meses".
El escándalo va más allá del juzgado, evidencia especialmente el poder de Apple y Google y deja al descubierto los peores rasgos del carácter de Steve Jobs.
El caso utiliza como prueba un intercambio de correos entre el propio fundador de Apple y el ex consejero delegado de Google, Eric Schmidt. En las misivas se evidencia un acuerdo tácito para no tocar ni tentar a ninguno de los ingenieros. Schmidt se disculpa y le asegura que tomará medidas al respecto.
Jobs responde, a su manera, con una carita sonriente en emoticono, :), al conocer el despido del especialista en Recursos Humanos que intentó la incorporación. El correo más antiguo data de 2005, es la respuesta de Jobs al intento de Google de contratar en bloque a varios ingenieros: "Si os hacéis con solo uno de ellos, significará la guerra".
Los abogados de la demanda insisten en que Koh debería aprobar el acuerdo para proteger a los empleados y consideran que se enfrentarían a grandes gastos si siguen adelante. El sentir no es común, una sección de los mismos insisten en que sería mejor crear una mesa de negociación y llegar a un acuerdo económico, concluye El País.