Muerte de Maradona: cómo viven los médicos acusados de homicidio y cuándo podría comenzar el juicio
A poco más de dos años de la muerte de Diego Armando Maradona en una casa de un barrio privado de Tigre, el juicio contra el equipo médico acusado por el fallecimiento del ex capitán de la Selección argentina no tiene aún fecha de inicio. Los pronósticos varían, pero todos coinciden en que recién podría haber novedades entre finales de 2023 y comienzos de 2024.
La fecha final dependerá del camino judicial que recorran las apelaciones presentadas por las defensas de los ocho profesionales acusados de "homicidio con dolo eventual", un delito que contempla penas de 8 a 25 años de cárcel. Todos pidieron la absolución de los imputados.
La pelota la tiene ahora la Sala 3 de la Cámara de Apelaciones de San Isidro, sin plazos fijados para emitir una resolución. Tampoco será la última palabra. Tanto las defensas como las querellas podrán presentarse luego, en el caso de que lo consideren necesario, ante Casación. Recién cuando finalice ese largo laberinto se podría sortear el tribunal a cargo del juicio, encargado de fijar la fecha de inicio del debate.
Los profesionales acusados, entre los que están el neurocirujano Leopoldo Luciano Luque, médico personal de Maradona, y la psiquiatra Agustina Cosachov, continúan con sus carreras en instituciones públicas y privadas.Ambos fueron los principales apuntados. Hoy intentan reconstruir sus vidas mientras aguardan que se defina su situación judicial.
Qué dijo la Junta Médica, clave para la acusación
Para el equipo de investigadores encabezado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad, Luque; Cosachov; el psicólogo Carlos Ángel Díaz; Nancy Edith Forlini; los enfermeros Gisella Dahiana Madrid y Ricardo Omar Almirón, su jefe, Mariano Perroni; y el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna, estaban al tanto de que Maradona podía morir y no hicieron nada para evitarlo.
A esa hipótesis llegaron luego de analizar los chats entre los imputados y las conclusiones de la Junta Médica Interdisciplinaria que analizó el trágico final del ídolo del fútbol argentino.
Maradona falleció a las 12.30 del 25 de noviembre de 2020, a menos de un mes de haber cumplido los 60 años, producto de un edema pulmonar y una falla cardíaca. La Junta Médica estableció que "comenzó a morir, al menos, 12 horas antes", ya que "presentaba signos inequívocos de período agónico prolongado".
El ex jugador de Argentinos, Boca y Nápoli, entre otros clubes, estaba alojado en una casa del barrio San Andrés, elegida como lugar para transitar su internación domiciliaria luego de haber sido operado de un hematoma subdural en la Clínica Olivos.
La Junta afirmó que el desempeño del equipo médico que, según los fiscales, debía atenderlo durante su internación domiciliaria, fue "deficiente, inadecuado y temerario". Sostuvieron que no se tomaron los recaudos necesarios para un paciente con una "pluripatología compleja", que incluía no sólo sus antecedentes clínicos sino también el abuso en el consumo de alcohol.
"Si bien resulta contrafáctico afirmar que Diego Armando Maradona no hubiese fallecido de haber contado con una internación adecuada, teniendo en cuenta el cuadro documentado en los días previos a su muerte, en un centro asistencial polivalente recibiendo una atención acorde a las buenas prácticas médicas, concordamos en que hubiese tenido más chances de sobrevida", sentenció el comité de expertos.
Luque y Maradona, una relación que nació por error
El vínculo entre Luque y Maradona nació a mediados de la década pasada, cuando desde el entorno del astro buscaban a un neurólogo y, por error, convocaron al neurocirujano.
"A los 15 minutos que empezaron a hablar descubrieron que los dos se habían criado en la misma zona y que compartían un origen humilde. Desde ese momento forjaron una relación muy cercana, donde él era su médico de confianza", cuentan desde el entorno del profesional.
Ese vínculo se extendió hasta noviembre de 2020, cuando Luque aconsejó que Maradona fuera operado por un hematoma subdural. Tras esa intervención, el ex futbolista -por ese entonces DT de Gimnasia de La Plata- dejó la Clínica Olivos para continuar con su internación domiciliaria en Tigre. Para el equipo conformado por los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarre y Laura Capra, el neurocirujano era el responsable de coordinar el tratamiento.
Según informó la agencia Télam, los fiscales consideraron que "en su carácter de médico de cabecera (…) evitó asistir y/o al menos propiciar la debida atención médica a Maradona". Entre otras cuestiones, señalan que "no garantizó su debido seguimiento con controles y estudios cardiológicos" y que "en forma sistemática, ignoró y menospreció los síntomas y signos compatibles con la insuficiencia cardíaca que le eran informados".
El abogado de Luque, Julio Rivas, apeló ante la Cámara el fallo que ordenó llevar a juicio a su cliente y pidió su sobreseimiento. Entre sus argumentos, sostiene que la internación domiciliaria estuvo a cargo de la empresa de medicina prepaga Swiss Medical y de la prestadora de servicios que esa firma contrató.
"Quedó absolutamente probado que ni los enfermeros de dicha internación, ni los médicos reportaban a nuestro defendido. Tenían su propio grupo de trabajo y se comunicaban y reportaban las novedades del paciente en un grupo de WhatsApp. Luque es ajeno al grupo y a la internación", remarcó el abogado.
Luque, entre hospitales y centros médicos
Mientras espera que se defina su situación judicial, Luque continúa trabajando como neurocirujano en el Hospital "El Cruce" de Florencio Varela y en el Hospital Alemán.
Paralelamente, es una de las caras visibles de Columna Baires, una clínica privada especializada cirugías de columnas donde se desempeña como uno de los tres directores. Su imagen puede verse en la página web y en las redes sociales del centro médico.
En su perfil de LinkedIn también destaca sus antecedentes académicos, su formación en el Hospital Perón de Avellaneda, donde llegó a ser jefe de residentes, y su participación como miembro de la Asociación Argentina de Neurología.
Actualmente vive con su familia en José Mármol, al sur del Conurbano bonaerense. Sus allegados aseguran que, a pesar de la dura acusación que pesa en su contra, no recibe hostigamiento en la calle y las redes.
"Yo lo amé a Diego. Lo respeté. Por más que intenten mostrar una realidad no es tal. Estoy tranquilo, en paz. A Diego yo lo llevo en mi corazón", aseguró entre lágrimas en mayo de 2021, durante una entrevista. Un año y medio más tarde, aseguran que su postura sigue siendo la misma: "No se arrepiente de nada. Si hubiera podido, se lo llevaba a su casa para cuidarlo".
La psiquiatra de Maradona, muy activa en redes
La psiquiatra Agustina Cosachov era la encargada de indicar la medicación que tomaba Maradona y fue quien firmó la externación de la Clínica Olivos. Tuvo un rol protagónico el día de la muerte: fue quien entró a la habitación junto al psicólogo Carlos Díaz y comprobó que el Diez no tenía pulso y no respiraba. "Lo sentí frío", aseguró en su declaración indagatoria.
Entre las acusaciones, los fiscales le atribuyen conocer los problemas cardíacos que tenía en DT de Gimnasia y no haber tomado los recaudos necesarios, desentenderse de los efectos adversos provocados por los psicotrópicos y ser responsable del apartamiento de los acompañantes terapéuticos.
Su defensa, encabezada por el abogado Vadim Mischanchuk, solicitó a la Cámara una audiencia oral para presentar los argumentos de su apelación.
Según adelantaron fuentes del caso a iProfesional, Mischanchuk pedirá el sobreseimiento de la psiquiatra. Si eso no prospera, solicitara un cambio de carátula de la causa a "homicidio culposo", una calificación más benigna que contempla penas de entre seis meses y cinco años de prisión.
"Maradona no se suicidó ni tuvo ingesta de sustancias, por lo tanto no hay relación entre la conducta de Cosachov y la muerte de su paciente, ya que también quedó demostrado que no consumió alcohol ni drogas en los últimos 15 días", sostienen desde la defensa de la psiquiatra.
Sobre la atención que recibió el ex capitán del Seleccionado durante la internación domiciliaria, argumentan que "la muerte no fue previsible para los médicos y enfermeros que estaban a cargo de la parte clínica y mucho menos para la psiquiatra, que solo se ocupa de la salud mental"
Mientras espera saber si será juzgada por un tribunal oral, Cosachov contía con su trabajo en un consultorio privado y un hospital porteño. "No sufrió hostigamiento. Sus colegas la apoyan y los especialistas en adicciones que trabajan en la actualidad avalan su accionar", señalan desde su entorno.
La psiquiatra es activa en las redes sociales. En su cuenta de Instagram (@psiquiatria_AC), donde tiene 14 mil seguidores, publica contenido relacionado a la salud mental. También estrenó un podcast de 6 capítulos, de entre 3 y 6 minutos de duración. En uno de ellos, publicado el 18 de octubre, plantea: ¿De qué manera producen adicción las drogas?", uno de los temas que marcó la vida de Maradona.