Histórico fallo: Shell deberá reducir sus emisiones de CO2 ¿Qué pasará con otras petroleras?
Los abogados sobre cambio climático se están preparando para enfrentarse a más compañías de combustibles fósiles después de que un tribunal holandés ordenara a Royal Dutch Shell Plc reducir sus emisiones con el argumento de que la petrolera está violando los derechos humanos al contribuir al calentamiento global.
"Ya estamos apoyando a otras organizaciones para que interpongan casos similares en sus países", dijo Donald Pols, director del grupo ambientalista MilieuDefensie, que presentó el caso contra Shell. "Este caso judicial y el veredicto abren un enfoque completamente nuevo a los litigios sobre el cambio climático y debido a su éxito será copiado por otras organizaciones de la sociedad civil en el resto del mundo".
El tribunal holandés dictaminó el miércoles que Shell deberá reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en 45% para el 2030 en comparación con los niveles del 2019. La compañía solo se ha comprometido a reducir las emisiones en un 20% en la década y llegar a cero emisiones netas a mediados de siglo. Shell planea apelar el fallo.
Punto de inflexión
El resultado fue un punto de inflexión para los casos sobre cambio climático llevados a tribunales, los que aumentaron después de que 189 países firmaron el histórico Acuerdo de París en el 2015. Más de la mitad de los 1,727 casos registrados en los últimos 35 años comenzaron después de que las naciones acordaron frenar el calentamiento global, según un informe por Geneva Association. Inicialmente, muchos casos desafiaron los planes ambientales de los Gobiernos, pero los litigantes se están dirigiendo cada vez más a las empresas.
Las compañías que operan en economías desarrolladas, principalmente Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea y Australia, enfrentan el mayor riesgo de acciones legales, según un índice de litigios sobre cambio climático de la firma de investigación y consultora Verisk Maplecroft. Pero las demandas ambientales están abriendo nuevos caminos en los mercados emergentes, con casos presentados en Argentina, Sudáfrica e India.
Si bien la gran mayoría de los casos han terminado a favor de los que contaminan, los abogados y activistas están aprendiendo mediante prueba y error. En cierto modo, lo que está sucediendo en los tribunales se hace eco de cómo los inversionistas están apostando por las tecnologías ecológicas: muchos intentos fracasarán, pero los que tengan éxito podrían reducir de forma importante las emisiones.
Los tribunales también se están volviendo más receptivos a la preocupación pública por el cambio climático. "Las empresas tienen una responsabilidad independiente, además de lo que hacen los Estados", dijo la jueza holandesa Larisa Alwin mientras pronunciaba su decisión. "Incluso si los Estados no hacen nada o hacen poco, las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos".
Las grandes petroleras han tomado medidas para abordar las críticas de los inversionistas y consumidores sobre su impacto ambiental, pero están bajo presión para hacer mucho más a medida que el movimiento global contra el cambio climático cobra fuerza y el costo de la energía limpia cae más rápido de lo esperado.
El hecho de que los litigios ambientales y el activismo de los accionistas se hayan convertido repentinamente en riesgos reales para los mayores productores de combustibles fósiles del mundo "es bueno para el medio ambiente, pero también es bueno para los inversionistas", dijo Michael Coffin, analista sénior de Carbon Tracker. "Debería reducir la cantidad de activos potencialmente varados que posee una empresa, dejando a los inversionistas menos expuestos a un sector que declinará a medida que avanza la transición energética".