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La polémica por los créditos UVA llega al Congreso: ¿habrá margen para un tope a las cuotas?

El próximo martes se reunirá la comisión de Defensa del Consumidor y recibirán a distintas asociaciones y beneficiarios. Aspectos a tener en cuenta
18/03/2019 - 06:06hs
La polémica por los créditos UVA llega al Congreso: ¿habrá margen para un tope a las cuotas?

Arranca el debate parlamentario por las cuotas UVA. Con una inflación que aún no llegó a su techo, las cuotas han sufrido un incremento -tanto en términos nominales como respecto del salario- que pusieron en dificultades a miles de deudores hipotecarios que sacaron los créditos en Unidades de Valor Adquisitivo, más conocidas como UVA.

El Gobierno anunció medidas para moderar el impacto de la suba de precios en esos créditos, cuyo capital ajusta en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Pero estas no se terminaron de implementar del todo y de acuerdo a los deudores, no termina de darles una solución concreta a su necesidad.

Por ese motivo, la Comisión de Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia de la cámara de Diputados s se reunirá el próximo martes. Asistirán invitados representantes de las Asociaciones de Defensa del Consumidor inscriptas en el Registro Nacional (RNAC) y Autoconvocados UVA.

Esta será la segunda reunión que tendrá lugar en la cámara baja. La primera, de carácter informal, se realizó hace casi dos semanas. Se trató de un plenario del HABITAR Argentina, cuya temática fue "La crisis de los créditos UVA. Propuestas para una política sostenible e inclusiva de créditos hipotecarios".

Participaron del debate el grupo de Deudores Hipotecarios UVA Autoconvocados, el Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Amor, y los diputados Mónica Macha, Axel Kicillof, Felipe Solá, Javier David, entre otros.

Fuentes del oficialismo consultadas por iProfesional no descartaron que la iniciativa llegue al recinto y remarcaron habrá que analizar el texto final para determinar si es probable que se pueda aprobar. Es que, señalan, el índice de morosidad aún es muy bajo y el incremento de la cuota llega a ser similar o apenas superior al de un alquiler.

En este sistema, se amortiza cada mes cuotas pequeñas e indexan cada mes el saldo del capital adeudado, conlleva que cada mes las cuotas pendientes van reduciéndose pero, al mismo tiempo, el saldo insoluto de capital que se ajusta se incrementa, lo que puede conducir a la curiosidad de pagar y deber más, dificultándose la cancelación del préstamo en relación con los ingresos.

Uno de los puntos que argumentan desde el oficialismo es que el precio de los inmuebles en dólares se mantiene, mientras que el valor de la cuota es en pesos y que en el mediano plazo la inflación puede llegar a bajar, lo que ayudaría a alivianar los costos para los deudores.

En ese mismo sentido se habían expresado desde la Cámara Inmobiliaria Argentina. Su titular, Alejandro Juan Bennazar, señaló que "los precios en dólares de las propiedades se mantuvieron. Así, en pesos, las viviendas hoy valen más del doble".

Pero desde la oposición no lo ven así. El diputado David, del  bloque Argentina Federal, dijo que "el sueño de la casa propia se volvió una pesadilla" porque la situación de beneficiarios de créditos hipotecarios UVA fue empeorando de a poco.

"La verdad que en ese momento ya era difícil encontrarle un camino de solución que pueda lograr un equilibro en la situación por la que están atravesando. Hoy creo que la situación es absolutamente peor que en un principio", agregó el legislador.

"El Gobierno creyó que era fácil controlar la inflación y que iba a rondar entre el 8 o 10 por ciento, por lo que promocionaron los créditos. Eso es lo que pasó", explicó el representante salteño.

"Hay ausencia absoluta del Estado y hay ausencia del sistema financiero, entonces las dos patas que faltan tiene que estar, o las tenemos que traer amablemente u obligatoriamente a que se sienten en una mesa de discusión, a ver cómo solucionamos este tema", concluyó.

En este tipo de contratos, se estipuló que si existe una diferencia de 10 por ciento entre la cuota actualizada por el Coeficiente de Variación Salarial y la cuota efectivamente pagada, que ajusta por UVA, el banco debe ofrecer al tomador una extensión de plazo. El deudor, así tendrá más tiempo para devolver el crédito, por lo que la cuota se aplanará.

Sin embargo, los deudores señalan que nadie quiere extenderse aún más tiempo para saldar la deuda, ya que la gran mayoría son a 20 o 30 años y porque la reducción en la cuota es de menos de 14%, por lo que el beneficio va a volver a ser devorado por la inflación en algún momento.

Por lo pronto, en la cámara de diputados ya hay un proyecto del diputado massista Marco Lavagna que propone la creación de un "Fondo Fiduciario de Compensación Hipotecaria" y la utilización de un "swap de coeficiente de indexación" para actualizar el monto en pesos de las cuotas de quienes se adhieran al "Programa de Protección frente a los Descalces entre la Inflación y los Salarios para los Deudores de Créditos Hipotecarios" por el lapso de 30 años desde la promulgación de la ley.

También propone que el Banco Central sea el que financie a este instrumento con un porcentaje de sus utilidades, algo que el Gobierno considera inviable. Otra alternativa sería que exista cierto financiamiento público y aportes de privados y particulares tomadores de créditos.

Otra opción es activar un seguro, por el que deudor pagaría un plus mensual, para estar cubierto ante desfasajes entre la cuota ajustada por inflación y el ingreso.

Desde la Secretaría de Vivienda de la Nación, a cargo de Ivan Kerr, estiman que sobre un total de unos 150.000 préstamos otorgados, en su mayoría por bancos públicos, había unos 30.000 que fines del año pasado ya estaban en condiciones de solicitar la cláusula gatillo para aliviar las cuotas.

Finalmente, Javier David explicó que desde el año 2001 se habla de esfuerzo compartido, pero que en la actualidad y sobre todo los tomadores de créditos UVA, son los únicos que hacen el esfuerzo.

Naturaleza de los créditos UVA

Con este tipo de créditos, se generó un cambio sustancial en la naturaleza jurídica de los contratos financieros ya que dejan de ser conmutativos (donde todos los datos relevantes son conocidos de antemano) para pasar a ser aleatorios.

En este último caso se desconocen ciertos aspectos, como por ejemplo, el monto mensual de la cuota y la deuda final que generará ese préstamo.

"Dependen de un acontecimiento incierto, como es el índice publicado que corresponda aplicar en la fórmula de ajuste, lo que conlleva que las obligaciones asumidas, sean realmente impredecibles", explica el especialista Eduardo Barreira Delfino.

En este sentido, los préstamos ajustables por índices autorizados para afrontar el largo plazo de amortización, resultan muy sensibles en virtud de su indeterminación intrínseca.

"El desarrollo de un país requiere normalizar la inflación y hacerla bajar a niveles aceptables e internacionales, lo que tornaría innecesario recurrir a los contratos de valor cuantificado o ajustable, para adecuar las distorsiones que se producen en las ecuaciones económicas y financieras de las estructuras contractuales, principalmente las bancarias y financieras. Así de la aleatoriedad se regresa a la conmutatividad", agrega el experto.

En cuanto a si es posible que se disparen demandas para frenar los incrementos, al responder a una fórmula matemática, la única alternativa que tienen las partes de reclamar es si demuestran que los números incluidos en dicho cálculos son arbitrarios.