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De Diego: ¿El cepo salarial y el Impuesto a las Ganancias unirá a las centrales obreras?

El especialista Julián de Diego analiza la situación de los gremios y sindicatos y remarca los puntos que pueden llegar a unificar el reclamo
28/11/2012 - 12:28hs
De Diego: ¿El cepo salarial y el Impuesto a las Ganancias unirá a las centrales obreras?

Abraham Lincoln decía que "Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo".

Haciendo un paralelo. se puede desafiar a todos poco tiempo, se puede desafiar a pocos todo el tiempo, pero no se puede desafiar a todos todo el tiempo. El Impuesto a las Ganancias de la 4º categoría, las asignaciones familiares actualizadas de modo insuficiente, la devolución de los dineros adeudados a las obras sociales y el "cepo salarial" del 20% para el 2013 como una necesidad imperiosa para no perder el último tramo de competitividad que nos queda, están en plena contradicción con las cinco centrales. A las CGT de Caló, Moyano y Barrionuevo y a las CTA de Yasky y Micheli no los une el amor sino el espanto, como decía Borges.

Según los mismos dirigentes existen dos tiempos en el proceso. Unos afirman que la indefinición en torno de las demandas de la CGT de Caló tienen como límite fin de año.

La comisión de estudio del impuesto a las ganancias, que se formaría a propósito de analizar el tema para el 2013 aún no está operativa. A la vez habría que resolver institucionalmente cómo operaría el fondo de las obras sociales, cómo se reintegrará la deuda existente, y de qué modo pasaría nuevamente al control de la central obrera.

Objetivos que parecen inalcanzables según la historia reciente.

Según una segunda postura, en seis meses, o sea cuando las paritarias y la negociación colectiva del 2013 se encuentre en el zénit, las cinco centrales se unirán bajo una de tres formas posibles:

1. una alianza estratégica en donde cada una conserva su autonomía, que todos mantendrían su estructura, pero operarían en los reclamos y demandas en forma conjunta;

2. se formará una comisión o quinteto -o un triunvirato como ya se pensó- que tendrá por fin discutir las estrategias comunes en base al aporte que hagan todos los participantes

3. se conformará una CGT consolidada, como si se tratara de una Confederación non plus ultra en donde todos participan conforme a la representatividad que poseen, en función de los sindicatos adheridos.

Mientras el escenario no está todavía definido, cada una de las centrales seguirá operando según sus propios planes. Luego de la medida de fuerza, a la CGT Moyano y a la CTA Micheli, no le queda otra alternativa que seguir adelante con otra medida. Sino, según la interpretación oficial, habrá sido un acto conspirativo y prefabricado, inspirado en una maniobra extorsiva.

La CGT de Caló no puede quedarse con las manos vacías, y para ello deberá enfrentar el "cepo salarial", tope que opera todos los años, pero que en esta oportunidad, el ejemplo lo debe dar la central oficial, para honrar la alianza.

La CTA de Micheli está ligada a los destinos de Moyano, sea por sus propias limitaciones, sea porque no cuenta por sí con suficiente representatividad para operar en soledad.

La CTA de Yasky también tiene importantes limitaciones. Sin embargo, ambas agrupaciones están ligadas a varios grupos piqueteros que siguen contando con una importante representatividad en los grupos sociales, que pueden dar apoyo logístico a movilizaciones, bloqueos y barricadas.

La CGT de Barrionuevo, espera los movimientos de las demás y es uno de los que piensa en la unidad, en particular, por la necesidad de ser eficientes en las acciones.

Mientras tanto, la atomización del obrero lo ha debilitado. En rigor "dividir para reinar", la máxima de Nicolás Machiavello, parece que hasta ahora ha rendido sus frutos. No solo tenemos fracturados los ejes o centros de mando del movimiento obrero, sino que además tenemos profundas fisuras horizontales y trasnsversales.

Los sindicatos que se desfederan para separarse de los mandos naturales como ocurrió en la industria química y petroquímica, las comisiones internas que se convierten en gremios simplemente inscriptos, con grandes posibilidades de lograr la personería gremial como es el caso de los metrodelegados y de las escisiones en las empresas mineras.

Unos 2000 sindicatos en proceso de inscripción en los últimos diez años, recorren el largo y tortuoso camino del reconocimiento, en espacios libres como ocurre con las empresas de sistemas y centros de cómputos, o en terrenos de disputa como ocurre con camioneros con las áreas logísticas no incluidas en su personería gremial.

Queda destacar que es la necesidad de las centrales de participar de alguna forma en las elecciones del año 2013, cuando hoy todavía no cuentan con inserción alguna. Ya se conoce la postura de Moyano en el sentido de pedirle a sus representados que apoyen a determinado candidato en desmedro de otros. Una fórmula para reconquistar parte del sindicalismo sería a través de la oferta de una serie de bancas en Diputados, que de una forma u otra, fue perdiendo el movimiento obrero en los últimos años.

Aún cuando el cambo de batalla sean las empresas, habrá que observar con cuidado el proceso de integración o de disgregación que se experimente en los próximos meses entre las centrales y el Gobierno Nacional, que enfrentará un 2013 decisivo.