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La peor sequía en la historia de Brasil tendrá grandes repercusiones a nivel mundia

Desde 2012, Brasil enfrenta una "sequía crónica y grave" que impacta a nivel global. Este año llegó a un número récord y no llega la época de lluvias
07/10/2024 - 11:02hs
La peor sequía en la historia de Brasil tendrá grandes repercusiones a nivel mundia

La sequía de casi seis meses de Brasil no solo afecta el café, sino también las cosechas de azúcar y soja. Además, aumentó la frecuencia de incendios, afectando la selva amazónica y contribuyendo al cambio climático. La escasez de agua redujo los niveles de los ríos, dificultando el transporte de la cosecha, y disparó las tarifas eléctricas, ya que el país depende de la energía hidroeléctrica. Como uno de los mayores exportadores agrícolas del mundo, la crisis en Brasil impacta directamente en los precios globales de los alimentos.

Durante seis meses, las plantaciones de café de José Orlando Cintra Filho no recibieron ni una gota de lluvia. Las flores blancas, que anticipan una buena cosecha de arábica, no florecieron. En cambio, los árboles se marchitaron, lo que obligó a Cintra Filho a reducir el riego y podar las ramas de sus cafetales antes de lo previsto. Con más de tres décadas de experiencia, Cintra Filho nunca había enfrentado una sequía como esta. El impacto de esta situación ya se refleja en la reducción de la cosecha del próximo año.

Esta situación se volvió más común debido al cambio climático. Desde 2012, Brasil enfrenta una "sequía crónica y grave", según Bráulio Borges, economista de LCA Consultores. Este fenómeno ha reducido el crecimiento del PIB del país, que depende en gran medida de la agricultura. Se estima que entre el 0,8% y el 1,6% del PIB se pierde anualmente debido a estos problemas climáticos. Casi el 60% del territorio brasileño ha sufrido algún grado de sequía desde finales de 2023.

La gran sequía de Brasil a nivel mundial tendrá consecuencias mundiales: en qué productos

El impacto del cambio climático no se limita a Brasil. En Zambia, la sequía ha limitado el suministro de electricidad a solo tres horas diarias. Ghana prohibió la exportación de algunos granos para evitar una crisis alimentaria, mientras que Grecia enfrentó su peor temporada de incendios en dos décadas. Los fenómenos meteorológicos extremos también han afectado la producción de cultivos en China.

Según Marcos Jank, profesor de agronegocios globales, la relevancia de Brasil en el comercio agrícola mundial significa que cuando el país sufre una sequía o heladas, los precios internacionales de productos como la soja y el azúcar pueden aumentar considerablemente.

Los productos básicos como el café y el azúcar ya están registrando aumentos de precios. El temor de que la cosecha de café se arruine en 2025 hizo que los futuros del café arábica subieran un 11% en septiembre, alcanzando su nivel más alto en 13 años. Los precios de la variedad robusta también aumentaron, lo que ha hecho que tanto empresas como consumidores deban pagar más por el café. Los minoristas europeos, en particular, enfrentan mayores dificultades debido a las normas de deforestación que podrían restringir aún más la oferta de café.

El azúcar también está en peligro. Incendios recientes han devastado las plantaciones de caña de azúcar en São Paulo, el mayor estado productor del país. El agricultor Sergio Bota da Silva perdió un tercio de su producción debido a los incendios y la sequía. Los futuros del azúcar sin refinar subieron un 16% en septiembre, alcanzando su nivel más alto en más de siete meses.

El gobierno brasileño ha respondido ofreciendo líneas de crédito a los agricultores afectados por los incendios, con recursos de hasta 6.500 millones de reales (1.200 millones de dólares). Sin embargo, la calidad de la materia prima ha disminuido, lo que ha obligado a los productores a fabricar más etanol de caña, un producto menos rentable que el azúcar. Los incendios también han incrementado los costos de replantación, lo que afecta las finanzas de los principales grupos azucareros de Brasil.

La sequía también está impactando el transporte de las cosechas. Los niveles de agua en los ríos del "Arco Norte", responsables de una gran parte de las exportaciones de soja, están en mínimos históricos. Si la situación persiste, las barcazas tendrán que reducir sus cargas, lo que afectará aún más la economía. El año pasado, una situación similar obligó a Hidrovias do Brasil SA a ajustar sus expectativas de ganancias.

El costo de la energía también ha aumentado. Brasil depende en gran medida de la energía hidroeléctrica, y la sequía ha generado cargos adicionales que podrían incrementar la inflación en un 0,3% al final del año, según Borges. La inflación es una preocupación constante, especialmente entre los más pobres, ya que los aumentos en los precios de alimentos y electricidad los afectan desproporcionadamente. En 2022, más de 67 millones de brasileños vivían en la pobreza.

El impacto en la siembra es otra gran preocupación. Los agricultores están retrasando la siembra de soja, esperando las lluvias. Aunque esto no garantiza daños en las cosechas, aumenta el riesgo para otros cultivos, como el maíz y el algodón, que suelen plantarse después de la cosecha de soja. Un retraso significativo en la siembra podría afectar la producción de maíz a nivel nacional.

La estación lluviosa en Brasil probablemente se retrasará, según expertos meteorológicos. Las regiones productoras de soja, maíz, azúcar y café en el centro-sur y centro-oeste de Brasil podrían enfrentar rendimientos reducidos. Aunque La Niña, un fenómeno climático que enfría el Pacífico, se espera que llegue de manera debilitada, su impacto en Brasil y Argentina podría ser menos severo que en años anteriores.

En resumen, la sequía y los incendios en Brasil, precedidos por graves inundaciones, han creado una crisis económica, social y medioambiental sin precedentes. Según Jorge Hargrave, director de Maraé Investimentos, esta situación subraya la responsabilidad global para enfrentar el cambio climático y sus consecuencias.

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