Dióxido de cloro: qué efecto tiene en el cuerpo y por qué no hay que tomarlo
En los últimos días el dióxido de cloro estuvo muy presente, luego de que Viviana Canosa hubiera tomado en cámara esta sustancia. Además, en las últimas horas se supo que un niño de cinco años falleció luego de que sus padres le hubieran dado esta sustancia.
¿Por qué dióxido de cloro?
Desde que empezó la pandemia de coronavirus empezaron a circular versiones de que el dióxido de cloro, al igual que la lavandina, podían ayudar a prevenir el contagio de coronavirus. Diversos especialistas en todo el mundo han desmentido esta información y han indicado que se trata de un desinfectante riesgoso de consumir. Han hecho hincapié en que no es para consumo humano y en que los riesgos de intoxicación son elevados.
A raíz de estos rumores, desde la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) han emitido un comunicado en el que advierten que no se debe consumir ningún medicamento que carezca del aval de la institución.
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"Debido a la circulación de información en redes sociales y medios digitales relacionados a la utilización de dióxido de cloro para el tratamiento de COVID-19 u otras enfermedades, se recuerda que el producto mencionado no cuenta con estudios que demuestren su eficacia y no posee autorización alguna por parte de este organismo para su comercialización y uso", explicaron desde ANMAT.
Indican, también, que en base al informe de este año del Organización Panamericana de la Salud (OPS), resulta necesario destacar que la ingesta de dióxido de cloro y el clorito de sodio reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y si se ingieren, pueden causar irritación en el esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones severas, entre otras complicaciones que pueden incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales.
Además, la inhalación puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis, entre otras complicaciones respiratorias como bronquitis crónica y erosiones dentales, así como complicaciones en otros órganos del cuerpo.
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En este sentido, en el año 2016 la ANMAT emitió un comunicado sobre el producto "MMS –Milagroso suplemento mineral" , derivado del clorito de sodio (similar a los actualmente comercializados) que se presentaba como un tratamiento alternativo para varias enfermedades.
Por ello, el ente de control nacional advierte a la comunidad no consumir productos que contengan dióxido de cloro o sustancias relacionadas (clorito de sodio, hipoclorito de sodio, lavandina) ya que no hay evidencia científica sobre su eficacia y la ingesta o inhalación de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos.
Qué es el dióxido de cloro y qué efectos tóxicos tiene en el cuerpo
De acuerdo a la información publicada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el dióxido de cloro es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo que se utiliza como blanqueador en la fabricación de papel, en plantas públicas de tratamiento de agua y en el proceso de descontaminación de construcciones. Al reaccionar en agua, el dióxido de cloro genera iones clorito.
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Ambas especies químicas son altamente reactivas, por lo cual cuentan con capacidad de eliminar bacterias y otros microorganismos en medios acuosos, pero su uso es como desinfectante externo, de superficies y pisos, nunca para consumo humano.
El dióxido de cloro y el clorito sódico reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y, si se ingieren pueden causar irritación de la boca, el esófago y el estómago, con un cuadro digestivo irritativo severo, con la presencia de náuseas, vómitos y diarreas, además de graves trastornos hematológicos (metahemoglobinemias, hemolisis, etc.), cardiovasculares y renales.
La disminución de la presión arterial puede dar lugar a síntomas graves como complicaciones respiratorias debido a la modificación de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno. Además, la inhalación a través de nebulizadores puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis e incluso producir la muerte si se las exposiciones están por encima del valor límite de exposición profesional. La exposición prolongada puede dar lugar a bronquitis crónica y erosiones dentales.
Cabe mencionar, además, que las concentraciones elevadas pueden ocasionar efectos adversos en distintos órganos.
Es importante tener en cuenta que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha recibido informes sobre eventos adversos graves en pacientes que han consumido dióxido de cloro. Entre estas consecuencias se han visto insuficiencia respiratoria, alteraciones en la actividad eléctrica del corazón, hipotensión, insuficiencia hepática, anemia, vómitos y diarrea grave.