Medicamentos biosimilares: cuánto ahorro significan para el sistema de salud argentino
La biotecnología actualmente es una de las áreas que más se está desarrollando en el campo de la salud. Es un campo en el que la inversión ha aumentado exponencialmente en los últimos años, lo cual ha fomentado su crecimiento.
Los medicamentos biosimilares son uno de los resultados del desarrollo de esta industria, que también se aplica en otros rubros además de la salud. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus iniciales en inglés) un biosimilar es un producto aprobado en base a la demostración de que es altamente similar a un medicamento biológico aprobado por la FDA, denominado medicamento de referencia. Además, no debe tener diferencias clínicamente significativas en términos de seguridad y eficacia respecto del que se utiliza como referencia.
En Argentina se producen este tipo de medicamentos. De hecho, el país cuenta con tecnología de punta y plantas de última generación. Una de ellas es la que la empresa mAbxience, parte del Grupo Insud, inauguró recientemente y que se suma a las otras dos que ya estaban activas.
Esa producción local ha permitido que la Argentina exporte productos de alto valor agregado y de calidad internacional, lo cual le ha otorgado la participación en el mercado nacional y mundial. Cabe mencionar que mAbxience, con su nueva inauguración, proyecta ingresar en los mercados farmacéuticos de 52 países, entre los que se encuentran algunos de la Unión Europea, África, Asia y Estados Unidos.
A nivel local, la fabricación de estos productos también ha impactado positivamente. De acuerdo a los resultados de un estudio realizado Centro de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (CETSA) de la Universidad ISALUD, el sistema sanitario se ha ahorrado una altísima suma de dinero. La investigación indica que desde la introducción del primer biosimilar en Argentina -en el año 2014-, el sistema de salud nacional tuvo un ahorro directo acumulado de 65,7 millones de dólares en costos de tratamientos.
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El ahorro deriva de la sustitución de medicamentos biológicos de alto costo por otros de igual calidad, pero con precios entre un 15 y un 25% más bajos. De esta manera, se ha podido ampliar el acceso a tratamientos por enfermedades crónicas, por patologías oncológicas o enfermedades autoinmunes. En este contexto, más de 35 mil pacientes han recibido este tipo de terapias, una cifra que continúa con una tendencia de aumento.
Además del impacto en la reducción de los costos para el sistema de salud y el aumento de la accesibilidad, la producción local de medicamentos biosimilares tiene un valor estratégico elevado. A través de la inversión y el desarrollo de la industria biotecnológica local, Argentina se posicionó como pionera en Latinoamérica en la investigación, desarrollo y producción de este tipo de tratamientos.
La capacidad local de manufactura de este tipo de productos, entonces, tiene múltiples beneficios. Por un lado, se encuentra la generación de una plataforma nacional de investigación y desarrollo de medicamentos biológicos, algo esencial para el sector. Por otra parte, se pueden ver el aumento en el acceso a tratamientos, la reducción de las importaciones, el aumento de opciones terapéuticas para los pacientes, una mayor capacidad de investigación clínica local y el incremento en las exportaciones de productos de alto valor agregado.
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Cabe destacar, a modo de conclusión, que la industria se ha visto impulsada por la disponibilidad de capital humano de alta especialización. Asimismo, la cadena de proveedores es de un valor elevado, por lo que también se configura como un elemento que fomenta el crecimiento y desarrollo de la producción local de biosimilares.
Qué medicamentos se fabrican actualmente en Argentina
En el país se producen dos anticuerpos monoclonales biosimilares. Uno de ellos es el Rituximab (disponible desde 2014 con el nombre Novex) y el Bevacizumab (se puede encontrar desde 2016 y es más conocido como Bevax).
Ambos medicamentos se emplean en el tratamiento de diversas patologías. El linfoma no Hodgkin, leucemia linfática crónica, artritis reumatoidea, cáncer colorrectal, cáncer de mama, cáncer de pulmón, cáncer de células renales avanzado, cáncer de ovario epitelial y cáncer de cuello uterino persistente, son las afecciones para las cuales el Bevacizumab y el Rituximab se indican actualmente.
Por último, es importante tener en cuenta que hay programas de desarrollo e investigación en este campo activos en todo el mundo. La mayoría de ellos estudia nuevas áreas terapéuticas en las que los biosimilares podrían tener resultados positivos, como la hematología, la oncología, la osteoporosis y algunos trastornos pediátricos.