Coronavirus: qué es hidroxicloroquina, la droga que aprobó Francia y que ya se prueba en Argentina
Las noticias relacionadas al coronavirus, nuevas medidas, su tratamiento, una potencial vacuna, entre otros aspectos, aparecen diariamente y se viralizan de manera casi instantánea. La realidad es que hoy el mundo está pendiente de un único tema, así como de las consecuencias que produce, de manera mediata a inmediata.
En este contexto, este jueves se conoció una noticia en relación al tratamiento contra esta enfermedad. El Gobierno francés autorizó la utilización de una droga basada en la cloroquina en pacientes que se encuentren hospitalizados.
Así lo comunicó la Agencia de Medicamentos de Francia, que lo liberó para su aplicación en el marco definido por la cartera de salud francesa.
Es importante destacar que este tratamiento había sido sugerido por el infectólogo francés y director del Instituto Universitario Mediterranée Infection Didier Raoult días atrás.
El decreto se publicó el jueves encuadrando la utilización de la hidroxicloroquina y autorizando su tratamiento de Covid 19 "solo para los pacientes que están hospitalizados". La norma detalla: "la hidroxicloroquina en asociación con el Lopinavir/ritonavir puede ser prescrito, entregado y administrado bajo la responsabilidad de un médico a los pacientes con Covid 19".
Si bien el decreto no establece la dosis, el profesor Didier Raoult explicó que se deben dar 600 miligramos cada día, es decir 200 miligramos cada vez, tres veces al día, durante 10 días.
Además, los pacientes deben recibir Azitromicina en comprimidos de 250 miligramos. El primer día se toman dos comprimidos de ese antibiótico, con el que se trata de frenar la neumonía bacteriana, y después uno solo por día durante 5 días, según las últimas especificaciones del profesor al diario francés Le Parisien. En cada país los comprimidos contienen diferente cantidad de miligramos.Por último, el profesional francés informó que China, los Países Bajos, Irán, Bélgica, Italia en Lombardía, Nueva York, Corea e India ya están usando la hidroxicloroquina en diferentes dosis. La decisión se adoptó cuando el virus avanza en la región parisina y hay 1.695 muertos en Francia, 365 en las últimas 24 horas.
En Argentina también está presente este fármaco y también se ha comenzado a utilizar en el tratamiento de pacientes infectados por este nuevo virus. Sin embargo, el contexto es distinto. El pasado jueves se supo que Argentina formaría parte de un ensayo clínico mundial, luego de haber sido elegida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para probar tratamientos contra el coronavirus.
El anuncio estuvo en manos del ministro de Salud, Ginés González García, quien además explicó que el testeo ya inició en el Hospital Posadas. Allí tres pacientes se están tratando con hidroxicloroquina, aunque todavía no es posible hablar de resultados. Asimismo, González García resaltó que el país es uno de 10 que forman parte de un ensayo clínico internacional junto con Noruega, Canadá, Francia, Tailandia, España, Bahrein, Irán, Sudáfrica y Suiza.
¿Qué es la hidroxicloroquina?
Se trata de un derivado del antipalúdico cloroquina, una droga que se usa para tratar el paludismo, es decir, la malaria, así como para inmunizar a quienes visitan países con presencia de estas enfermedades.
Además de su efecto positivo en el tratamiento del paludismo y en la inmunización de pacientes contra esta patología, los fármacos de este grupo también se usan para tratar algunas enfermedades autoinmunes sistémicas, como el lupus eritematoso o la artritis reumatoide. Una investigación publicada en 2016 en la revista Scielo asegura que la "hidroxicloroquina es, por lejos, la más utilizada en el tratamiento de las enfermedades autoinmunes sistémicas y otras enfermedades reumatológicas. Sin embargo, no en todos los casos en que se la emplea están claros los beneficios que su uso determina".
A su vez, aclara que el objetivo del estudio fue actualizar los aspectos farmacológicos más relevantes, los beneficios del tratamiento en diversas enfermedades autoinmunes y reumatológicas y la seguridad de su uso. Este último punto resulta fundamental, dado que se trata de un medicamento que puede tener una serie de efectos adversos que deben ser analizados antes de prescribirla a un paciente.
Los medicamentos antipalúdicos tienen algunas particularidades farmacológicas relevantes. Es característica la variabilidad interindividual en la absorción, lo cual implica que cada paciente puede requerir dosis distintas en función de sus características particulares y de cómo el fármaco se absorbe en su cuerpo. Además, las concentraciones de plasma en la sangre pueden alterarse con el nivel dentro del propio individuo, ya no solo entre dos diferentes.
Una vez que se toma la hidroxicloroquina se distribuye ampliamente en el tejido muscular, hígado, bazo, riñones, pulmones, células de la sangre, glándulas pituitaria y suprarrenal y tejidos que contienen melanina; al igual que todos los medicamentos de este grupo, se metaboliza en el hígado y se excreta por vía renal.
La vida media de eliminación de esta droga del cuerpo es de 30 a 50 días y demora cerca de 4 a 6 semanas para producir su efecto antiinflamatorio. Esto significa que desde el momento en que se comienza a tomar tarda entre 4 y 6 semanas en producir el efecto deseado, sobre todo el patologías autoinmunes, y que desde finalizada la toma tarda entre un mes y un mes y medio en irse por completo del organismo por vía renal.
La seguridad del tratamiento con esta droga ha sido analizada por diversos especialistas, no solo en su aplicación en enfermedades autoinmunes, sino también en otras patologías. Así, se puede decir que, de acuerdo a lo mencionado por los autores del estudio citado, los efectos adversos más frecuentes son leves; algunos de ellos pueden ser molestias gastrointestinales, prurito acuagénico -una condición que hace que el contacto con el agua produzca picazón- y pigmentación cutánea.
Es común que aparezcan al inicio y mejoren con la prolongación del tratamiento; excepcionalmente determinan su interrupción. La psoriasis, por ejemplo, es una de las enfermedades que se puede ver afectada por la toma de esta medicación. Si bien hidroxicloroquina no la provoca, se ha propuesto que su uso puede determinar exacerbación de la enfermedad, lo cual no se ha confirmado consistentemente.
El efecto adverso más severo conocido hasta el momento es su potencial daño oftalmológico, específicamente a nivel de la retina. El mecanismo por el cual estos medicamentos pueden dañar la retina no está claramente establecido, pero es conocido que los antimaláricos se unen a la melanina de la capa epitelial pigmentada de la retina, pudiendo afectar a los conos y bastones. Existen lesiones tempranas, denominadas pre-maculares y se manifiestan como edema, granularidad y pigmentación macular. Si bien es una lesión potencialmente reversible, en caso de no detectarse y suspender el tratamiento en ese momento podría llevar a la progresión al extremo más temido e irreversible, la maculopatía en "ojo de buey". Es importante tener en cuenta que la frecuencia de estas complicaciones con el tratamiento es muy baja, en el orden de 1 a 3/1.000 pacientes expuestos durante los primeros 5 a 10 años de tratamiento.
A nivel cardiovascular se han reportado trastornos de la conducción y falla cardiaca por antimaláricos, pero ambas complicaciones son muy poco frecuentes con el uso de esta droga puntualmente. Por último, cabe destacar que el fármaco es seguro durante el embarazo y lactancia. Su interrupción es riesgosa para la gestación, por lo que debe mantenerse durante todo el período grávido-puerperal.