Para estar atentos: ¿qué daños causa el estrés en nuestro cuerpo?
El estrés es una consecuencia muy frecuente del estilo de vida que llevan muchas personas, así como de las variables que operan en su día a día y de las características personales de sobrellevar ciertas situaciones. Pero así como es una consecuencia de este conjunto de factores, también es la causa de una serie de síntomas que pueden afectar severamente la salud, sobre todo cuando se prolongan en el tiempo.
Conocer la sintomatología que puede aparecer a partir de la presencia del estrés es útil para entender cómo puede afectar el funcionamiento del organismo y poder hacer algo al respecto.
Efectos comunes del estrés
El estrés no es solo un problema que afecta a la salud mental de la persona. También puede provocar síntomas a nivel corporal, físico, y que finalmente pueden afectar el comportamiento de la persona.
Así, el estrés que no se controla puede contribuir a muchos problemas de salud, como la presión arterial alta, las enfermedades cardíacas, la obesidad y la diabetes.
El estrés en el cuerpo
El dolor de cabeza, la tensión muscular, y el dolor en el pecho son algunas de las manifestaciones que este trastorno puede provocar a nivel físico. Asimismo, es frecuente que los pacientes refieran sentir fatiga, cambios en el deseo sexual, malestar estomacal y problemas en el sueño.
El estrés en el estado de ánimo
A nivel anímico, el estrés también puede provocar una serie de síntomas que pueden resultar perjudiciales para la salud mental de la persona. La ansiedad, la inquietud y la falta de motivación o de capacidad de enfoque son algunos de los más frecuentes. Asimismo, es común que las personas estresadas se sientan abrumadas, irritables o enojadas, al tiempo que pueden estar tristes o deprimidas.
El estrés en el comportamiento
La conducta es otro de los aspectos que se puede modificar a partir de la aparición del estrés. Los cambios en la conducta alimentaria se pueden ver afectados por este estímulo; es frecuente que las personas en situaciones de estrés comiencen a comer mucho, muy por encima de las cantidades regulares, o por el contrario, muy por debajo.
Los arrebatos de ira, el consumo de drogas ilegales, el alcoholismo, el consumo de tabaco, el aislamiento social, ya sea en general o de su grupo de pertenencia, y la disminución de la práctica de ejercicio, son otros de los síntomas que pueden aparecer como consecuencia del estrés.
¿Cómo controlar el estrés?
Ante cualquier síntoma de estrés, hay varios hábitos que se pueden poner en práctica para sobrellevar la situación y poder mejorar diariamente.
- Hacer actividad física con regularidad
- Practicar técnicas de relajación, tales como respiración profunda, meditación, yoga, taichi o masajes
- Mantener el sentido del humor
- Pasar tiempo con la familia y los amigos
- Reservar tiempo para pasatiempos, como leer un libro o escuchar música
- Evitar el alcohol, el uso de tabaco, la ingesta de cafeína y de drogas ilegales -como la cocaína, por ejemplo-
- Es aconsejable encontrar maneras activas de controlar el estrés, dado que las formas inactivas de hacerlo -como ver la televisión, navegar por Internet o jugar videojuegos- pueden parecer relajantes, pero también pueden aumentar el estrés a largo plazo
- Por último, dormir lo suficiente y llevar una alimentación saludable, son formas de complementar el control del estrés, junto con los hábitos mencionados.
El estrés en el trabajo
El trabajo es una actividad que ocupa gran parte del día de la mayoría de las personas. Algunas trabajan más, otras menos, algunas le dedican más esfuerzo, otras menos, pero lo cierto es que son pocos los que actualmente escapan de esa rutina.
Esa actividad, sea cual sea, puede provocar situaciones de estrés, ansiedad, e incluso angustia por momentos. De hecho es perfectamente esperable que eso suceda, sobre todo cuando el trabajo tiene niveles altos de responsabilidad y toma de decisiones.
Cuando el estrés o la ansiedad crecen y afectan a la persona de manera más profunda es posible decir que padece estrés laboral. Si se perpetúa en el tiempo y comienza a provocar daños en la salud mental de la persona se puede hablar de Síndrome de Burnout.
El estrés laboral se caracteriza por un agotamiento del sistema nervioso, con tendencia a cronificarse, que produce un desgaste que da origen a síntomas de tipo depresivos. En algunos casos, pueden incluso ir más allá de lo mental o psicológico y trasladarse al campo de lo físico.
Más allá de los síntomas mencionados, cuando la situación se profundiza y el estrés aumenta pueden aparecer otro tipo de complicaciones, muchas de ellas relacionadas con somatizaciones, síntomas gastrointestinales –gastritis o descomposturas-, síntomas musculares -dolores y contracturas- y malestares de cabeza.
Ahora bien, ¿cómo saber a qué nivel de estrés se está expuesto?
En este sentido, hay un test que permite conocer el grado de este tipo de estrés al que cada trabajador está expuesto. El resultado se obtiene después de responder una serie de ítems, de acuerdo al grado de afectación que la persona sienta; cada uno de ellos se evalúa en una escala de 1 a 6, números que a su vez se identifican con colores del celeste al rojo, según la gravedad que revisten.
El primer elemento es la imposibilidad para conciliar el sueño, seguido de las jaquecas y dolores de cabeza. Luego aparecen las indigestiones o molestias gastrointestinales, junto con la sensación de cansancio extremo o agotamiento y la tendencia a comer, beber o fumar más de lo habitual. Otro de los puntos que se evalúan es la disminución del interés sexual, la respiración entrecortada o sensación de ahogo, y la reducción del apetito. Los temblores musculares -como tics nerviosos, por ejemplo- también pueden ser signo de estrés laboral, al igual que los pinchazos o sensaciones dolorosas en distintas partes del cuerpo.
Los últimos dos elementos a considerar con la falta de ganas de levantarse a la mañana para hacer las actividades cotidianas y la tendencia a sudar en exceso, e incluso llegar a tener palpitaciones.
Una vez respondidas esas preguntas se puede pasar al análisis de los resultados del test. Se puede sumar los números y luego hacer un promedio, o bien observar cuál es el color que más se repite. Dado que hay 6 niveles para evaluar cada aspecto, también hay 6 resultados posibles, que van de una persona que no tiene estrés -abajo de 12 puntos- a alguien que necesita ayuda rápidamente -arriba de los 72 puntos-.
En el medio se ubican las categorías sin estrés -aunque en un nivel algo más elevado, dado que el puntaje es sobre 24 puntos-, que implica que el trabajador se encuentra en fase de alarma y debe tratar de identificar qué factores le causan estos síntomas y ocuparse de ellos.Le sigue el estrés leve -más de 36 puntos-, que tiene características similares a la categoría anterior.
El estrés medio -respuestas que den más de 48 puntos- implica que es necesario que la persona tome consciencia de la situación en la que se encuentra y trate de modificarla, ya que si se prolonga puede generarle problemas más profundos y difíciles de solucionar.
El estrés alto está por encima de los 60 puntos y significa que la persona está en una fase de alto agotamiento físico y mental, lo cual puede tener consecuencias en su salud.