Fin del "dólar soja": el mercado anticipa cuánto pueden caer las reservas del Banco Central
Finalizada la liquidación de exportaciones de las cerealeras a un tipo de cambio especial de $200, el Banco Central comenzó a perder dólares nuevamente. En la primera jornada en la que volvió a mercado único, la entidad que conduce Miguel Angel Pesce quedó con saldo vendedor por u$s34 millones. En la segunda, este jueves, tuvo que vender otros u$s58 millones. Pero en el mercado estiman que estas cifras son apenas una muestra de lo que se viene.
El Banco Central arrancó una pelea por tratar de cuidar cada billete que pudo sumar para las reservas internacionales, además de los que espera recibir por desembolsos de organismos internacionales. En el directorio de la entidad tienen en mente el siguiente número: si se excluye al dólar soja que estuvo vigente en septiembre, con el intercambio comercial del resto de los sectores el BCRA hubiera perdido a razón de u$s140 millones diarios. Es decir, la primera jornada del Mercado Único y Libre de Cambios tras el esquema especial ideado por el ministro Sergio Massa, sólo expresó un 30% de lo que se puede perder de reservas.
Martín Vauthier, de Anker Latinoamérica, afirma que "el dólar soja, si bien tuvo éxito, fue una medida transitoria". Y explica: "No implica más dólares. Son dólares que eventualmente se hubieran liquidado más adelante". Vauthier sostiene que "la foto de la situación del BCRA ha mejorado pero hay que ver la película". El economista señala que "a partir de ahora, la entidad va a tener que administrar flujos que no son fáciles".
En la consultora señalan que ya no va a haber divisas que usualmente se liquidan más adelante y, además, la cosecha de maíz entrará en etapa de baja liquidación. "Cuando se saca el impacto del dólar soja. El resto de las transacciones, en el MULC, el BCRA tuvo un saldo negativo de u$s140 millones de dólares por día. Ese puede ser el número que tengamos en la cabeza y que también tenga el BCRA", explicó.
Las medidas de Massa para cuidar los dólares
El Ministerio de Economía salió, entonces, a anunciar algunos parches para que el drenaje sea el mínimo posible. El principal es que pasó al régimen de Licencias no Automáticas a casi la mitad del universo arancelario del Nomenclador Común del Mercosur (NCM). De unas 1.200 posiciones que quedaron de la administración de Cambiemos, ahora habrá unas 5.000. Con ello podrá demorar las importaciones por 60 días. Luego, las compras quedarán atrapadas por el nuevo régimen importador que reemplazará al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) y al final, potencialmente, por la autorización del BCRA en función del cupo de este año (105% en relación a las compras del 2021 y 170% respecto del 2020).
Por otro lado, el Banco Central está acumulando un problema serio con estos retrasos. Si se analiza el ritmo de autorizaciones de compras que ha venido otorgando la Aduana hasta agosto (que informa el INDEC) y se lo compara con el resultado del Balance Cambiario (que refleja el verdadero flujo de entrada y salida de dólares), se ve que se ha acumulado en lo que va del año una deuda comercial de las empresas argentinas de unos u$s9.408 millones. El INDEC reporta que ha habido en los primeros 8 meses compras al exterior por u$s57.527 millones, pero solo se autorizaron pagos por u$s48.119 millones, muestra el BCRA. Se estima que entre noviembre y diciembre se tendrán que pagar unos u$s1.400 millones de operaciones realizadas en mayo y junio de empresas que estuvieron obligadas a conseguir crédito comercial por 180 días de sus proveedores.
Además, por el lado de los ingresos, el Gobierno anunció un "dólar tecno" para estimular ventas al exterior, con el remanido recurso de garantizarles a las empresas libre disponibilidad de una porción de las divisas que ingresen al país por las exportaciones incrementales, algo que ya lo usó con las automotrices.
También se analiza un monotributo especial para freelancers que vendan servicios al exterior, para que puedan disponer de los dólares que puedan traer al país.
Dólares para las reservas: la nueva jugada del Gobierno
Pero todo el mecanismo diseñado para "aguantar" hasta abril del 2023, cuando empiecen a aparecer nuevos dólares de la campaña siguiente, no alcanzaría. "La meta de reservas acordada con el FMI para este año (u$s8.500 millones) está complicada. Es difícil que lo logre por la cuenta corriente", señala Vauthier. El economista considera que Massa deberá apelar a un "as en la manga" a través de la cuenta financiera, como lo fue el "dólar soja" a través de la balanza de bienes y servicios.
Ese recurso ya se puso en marcha. Luego de la aprobación de las metas del segundo trimestre del año, el directorio del FMI le mandará a la Argentina u$s3.900 millones del segundo desembolso. Massa y el secretario de Planificación, Gabriel Rubinstein, ya le avisaron a Kristalina Georgieva que sin su ayuda no llegan a las metas de diciembre.
El FMI viene con una demora de tres meses en las metas trimestrales. Las de junio fueron analizadas el 19 de septiembre por los técnicos del organismo y aprobadas por el directorio recién el 7 de octubre, cuando ya tendrían que estar autorizando las de septiembre. Las metas del tercero se van a aprobar a lo largo de este mes para que se pueda hacer un nuevo desembolso de u$s5.700 millones antes de diciembre, que eventualmente hubiera llegado en enero del 2023.
Con lo anterior, el BCRA podría tener un poder de fuego para superar "la sequía" de unos u$s18.600 millones de reservas netas. Se integraría con un saldo de u$s6,000 millones que dejó el dólar soja, más los u$s3.900 millones del segundo desembolso, más los mencionados u$s5.700 millones del tercero, a los que se sumarían desembolsos de organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID y la Corporación Andina de Fomento (CAF) por otros u$s3.000 millones.