El riesgo disparó por encima de los 2.700 puntos: ¿cuáles son las razones y cómo afecta al sector privado?
El riesgo país superó este miércoles 6 de julio la barrera de los 2.700 puntos básicos en una jornada en la cual los bonos en dólares argentinos volvieron a caer en medio de un escenario de mayor incertidumbre tras la renuncia de Martín Guzmán al ministerio de Economía y el desembarco de Silvina Batakis.
El riesgo país cerró en 2.688 puntos, con lo cual alcanzó un valor récord desde la reestructuración de la deuda en dólares con los acreedores privados finalizada en septiembre de 2020. Aunque durante la jornada tocó un pico de 2.728 puntos.
El primer día tras el canje de deuda, con los nuevos bonos, el riesgo país había cerrado en 1.101 puntos con lo cual desde entonces trepó 144%.
El riesgo país es un índice que elabora el JP Morgan que refleja la sobretasa que paga un país para financiarse respecto al bono del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años. Es un reflejo de la capacidad o disposición de pago de una nación de su deuda. Y en ese cálculo inciden desde los fundamentals económicos hasta la percepción de la situación futura.
Los analistas consultados por iProfesional señalaron que el riesgo país venía hace unas semanas con tendencia ascendente por varios factores, pero remarcan que la escalada se acentuó tras la salida de Guzmán, porque el mercado vislumbra con la llegada de Batakis un mayor riesgo de incumplimiento del acuerdo con el FMI, y aseguran que el contexto internacional tampoco ayuda.
Riesgo país: ¿cuáles son las causas de la suba?
Pablo Waldman, estratega senior de Inviú, sostuvo que "la suba del riesgo país -que refleja la caída en el precio de los bonos en dólares- se debe a los temores que genera el recambio del equipo económico, que parecería venir a implementar medidas con un corte más heterodoxo, lo cual no le agrada al mercado". Y agregó: "Hay un altísimo nivel de incertidumbre. No hay definiciones de peso en temas centrales que hay que resolver. Si bien hubo algunas declaraciones de Batakis que intentaron llevar cierta calma como referirse al equilibrio fiscal, el mercado necesita acciones concretas más que palabras. Y en este gran temor lo primero que aparece en la línea es el acuerdo con el FMI".
En ese sentido, Waldman advirtió que "en lo relativo a emisión monetaria y a déficit fiscal los números quedan muy comprometidos de acá en adelante y no queda claro que el FMI esté dispuesto a dar de nuevo una mayor flexibilidad".
Con la misma óptica, Pedro Siabba Serrate, estratega de PPI planteó que "al escenario de deterioro fiscal, agotamiento del mercado de pesos, y abuso de emisión por parte del BCRA, se le agregó un componente institucional que dejó en evidencia la crisis política que atraviesa la coalición gobernante". Y sentenció: "El incremento del riesgo país refleja ese panorama negativo".
Asimismo, Santiago López Alfaro, presidente de Patente de Valores, comentó que una parte del alza del riesgo país "es por escenario internacional, por la suba de tasas internacional los bonos se han caído en casi todo el mundo, pero una gran parte es factor local porque los inversores no están viendo un programa económico consistente por lo tanto están saliendo de los títulos argentinos".
Para Javier Casabal, analista de Adcap Grupo Financiero, la reacción negativa del mercado de bonos y suba de riesgo país es una combinación de dos factores: "la salida de Guzmán fue inesperada y genera incertidumbre, y a su vez, el mercado estaba esperando que su reemplazo fuera alguno de los nombres que habían circulado desde el ala massista, como podría haber sido Redrado, de quien el mercado hubiera esperado un giro hacia políticas más ortodoxas". En este sentido, enfatizó: "La lectura de los inversores es que la economía ahora quedó enteramente bajo la conducción de Cristina Fernández de Kirchner".
En ese marco, Casabal manifestó que "el mercado se pregunta si Argentina va a reducir en algún momento el déficit fiscal", y remarcó que "en referencia a los subsidios energéticos, Batakis dijo que la sociedad estaba preparada para afrontar un aumento de tarifas". Y acotó: "El mercado encontraría muy positivo que se avance en este tema donde Guzmán no pudo avanzar".
A su vez, Pablo Repetto jefe de Research de Aurum Valores vinculó la escalada del riesgo "con los desequilibrios en los que está inmersa la economía, la dificultad de acumulación de divisas, el riesgo de que se tenga que acordar un nuevo programa con el FMI dado que los objetivos del programa no se están cumpliendo y que la situación política es grave".
Riesgo país ¿Qué temen los inversores?
Repetto consideró que "los inversores temen que se ingrese en un proceso de deterioro aún mayor, con bonos cuya estructura da pocos incentivos a comprarlos"
"Además se percibe una intervención con bonos usándolos como instrumento cambiario lo que los hace mucho menos demandados por el temor al manoseó de los instrumentos", subrayó.
Por su parte, Siabba Serrate alegó que "más allá de sus errores, Guzmán logró conservar una postura que evitaba una radicalización de la política económica"
"Las dudas desde el exterior van por este camino. ¿Cómo seguirá el cumplimiento de las metas con el FMI? ¿Cómo manejará el gobierno la liquidez volcada para sostener las cotizaciones de los bonos en pesos durante los próximos meses?", destacó.
De igual diagnóstico, Nery Persichini, analista de GMA Capital, atribuyó la suba del riesgo país a "la desconfianza creciente del mercado en la capacidad de ajuste de la Argentina", y aseveró que "Batakis luce como una amenaza al cumplimiento de los criterios de performance firmados en marzo con el FMI".
Riesgo país: ¿Cómo afecta la suba al sector privado?
Persichini explicó que "un riesgo país tan alto es perjudicial no solo para el sector público, sino para el sector privado, inhibe completamente el acceso al financiamiento y perjudica el flujo de inversiones reales"
"Sin inversión es imposible pensar en una mejora en la productividad, un factor clave para el crecimiento de largo plazo", afirmó.
Waldman coincidió en que "el riesgo país en estos niveles "prácticamente cierra la puerta a colocaciones (de deuda) grandes internacionales de los corporativos argentinos lo cual dificulta la inversión, sin inversión es difícil pensar en un desarrollo económico sostenible".
También Repetto advirtió que "para el sector privado implica el cierre de la posibilidad de financiamiento, inclusive impide la posibilidad de financiar importaciones como pretende el BCRA y el Gobierno".
Asimismo, Siaba Serrate sostuvo que "el sector privado, cuya deuda cotiza a precios muy por encima de la deuda soberana, se ve afectada principalmente por la inestabilidad propia de la incertidumbre"
"La falta de señales claras sobre cómo se abordará la política monetaria y fiscal implica un golpe a la actividad del sector privado", concluyó.