Club de París: Guzmán viaja a Francia para reestructurar la deuda pendiente desde 2014
En medio de la turbulencia por el dólar, el ministro de Economía, Martín Guzmán, viajará la próxima semana a Francia para negociar la reestructuración de la deuda pública con el Club de París.
Mientras el pleno del gabinete nacional estaba reunido en la Casa Rosada, Guzmán, ausente con aviso de esta cita, tomó la decisión y será recibido el próximo miércoles en París por el grupo de acreedores, con los que se espera definir un nuevo cronograma de vencimientos del pasivo estimado en u$s2000 millones, más intereses.
La Argentina acordó con el Club de París diferir los pagos de deuda hasta renegociar un nuevo entendimiento o hasta el 30 de septiembre de 2024, lo que ocurra primero. Tiene el apoyo del FMI, que incluso avaló que si se realizarán pagos al grupo de 22 acreedores, serán descontados de la meta de acumulación de reservas en el Banco Central a cumplir en el programa, por u$s 5800 millones para este año.
Guzmán viaja a Francia para reestructurar deuda
La reestructuración de la Declaración Conjunta de 2014 se considera crítica, a efectos de restablecer relaciones con las agencias de crédito para la exportación nucleadas en el club.
Este tema reviste importancia para el Gobierno, dado que reestructurar la deuda con los parisinos sería un envión positivo en el escenario global actual, como muestra de confianza para generar oportunidades de desarrollo de inversiones en el sector energético.
La reestructuración de la deuda que fuera por última vez renegociada en 2014, siendo entonces ministro de Economía Axel Kicillof.
Emisión para cubrir vencimientos: por qué el Gobierno no consigue mercado
Los economistas calculan que el Banco Central emitió ayer $85.000 millones en una sola jornada, para comprar los bonos en pesos que renovó el Tesoro en el mercado secundario.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, festejó que pudo renovar los $243.700 millones que necesitaba para cubrir los vencimientos de esta semana, pero esto se logró con gran intervención del Banco Central y organismos públicos.
El economista Gabriel Caamaño, de la Consultora Ledesma, calculó que la emisión monetaria del Banco Central de ayer para comprar bonos CER en el mercado secundario estuvo entre $80.000 millones y $85.000 millones.
Ramiro Castiñeira, de Econométrica, explicó que "no hay mercado local para financiar tanto déficit fiscal, que hoy ya llega a u$s31.000 millones, colocando tamaña magnitud de deuda pública".
"El mercado ya se lo está advirtiendo, no será quién pague el pato de la boda atragantándose con títulos públicos que tienen un riesgo país de más de 2.000 puntos. La deuda pública en moneda dura cotiza a menos del 30% de paridad, con precios que descuentan una renegociación, reperfilamiento y quitas con 99,99% de probabilidad", recordó.
Además, "los bonos a tasa fija compiten contra las Leliqs del BCRA. Si el dueño de la maquinita paga 61% por las Leliqs (TEA), al Gobierno termina pagando entre 70% a 80% de TIR", precisó.
"Los bonos atados a la inflación ya pagan hasta 15%+CER. Mientras más cercano el vencimiento al cambio de gobierno, más tasa de interés paga, dado que aumenta el riesgo de caer en una reprogramación en el perfil de vencimientos", explicó.
"Por último, la deuda pública en moneda dura tiene una tasa de interés entre 20% a 40% de TIR, con paridades menor al 30% y descontando una renegociación con el próximo gobierno. El Gobierno no tiene ni reservas, ni crédito, ni superávit fiscal con que pagar, por lo que la renegociación/reperfilamiento y quitas es con una probabilidad del 99,99% según la valoración de los títulos por el mercado", indicó.
Los números de la deuda en Leliq y CER
"La meta de emitir sólo 1% del PBI tal como establece el acuerdo con el FMI no se cumplirá. El año pasado la emisión monetaria fue 3,6% del PBI y este año no estará muy lejos dado que el déficit será mayor", advirtió Castiñeira.
"Parte de la emisión se intenta contener con Leliqs que pasaron de $1,2 billones al inicio de gestión, a $5,6 billones en la actualidad. La deuda con CER pasó de un billón al inicio de gestión, a más de $8,3 billones en la actualidad", precisó.
"Dado el déficit fiscal ($4billones), el cuasifiscal del BCRA ($2billones) y las tasas de interés con que se pretende refinanciar, todo el stock de deuda pública en pesos (Leliqs y deuda con CER) se duplicará a fin de la actual gestión desde los valores actuales", calculó.
"Con más de $10 billones de Leliqs para fin de 2023 y más de $16 billones de deuda con CER para fin de mandato, es natural preguntarse cómo lo pagará el próximo gobierno", alertó.
Pan para hoy, hambre para mañana
"Para la deuda en dólares ya sabemos que el mercado descuenta con 99,99% de probabilidad una renegociación, un nuevo reperfilamiento y quitas. Dada la dimensión que tomó la deuda en pesos, también vale preguntarse cuál será su suerte", comentó.
A su vez, Santiago Manoukian, economista de Ecolatina, consideró que "si bien resulta complejo analizar los resultados de la licitación sin poder discriminar entre tenedores de los instrumentos del sector privado y público, a priori haber logrado renovar todos los vencimientos, obteniendo financiamiento extra es positivo en un escenario de estrés financiero como el actual".
"No obstante, frente a un mercado más impaciente que demanda mayor cobertura inflacionaria, esto se logró por medio de un fuerte repunte en las tasas y un acortamiento de la duration de los títulos, con la mitad de los títulos colocados indexados a la inflación. Lo que genera preocupación es si esta paciencia es transitoria o llegó para quedarse", consideró.
"Si el BCRA vuelve a subir con fuerza la tasa, podría complicarle los próximos rollovers al Tesoro, dado este contexto de mayor aversión al riesgo Tesoro que tiene el mercado hoy", afirmó Manoukian.
Castiñeira advirtió que "el Gobierno emitió el equivalente a u$s50.000 millones de deuda pública atada al CER en poco más de dos años de gobierno y todo su plan es emitir otros u$s40.000 millones hasta fin de mandado. Alberto Fernández se propone ser el Gobierno que más aumentó la deuda pública en una gestión. El FMI dice que eso es un buen plan".