"La probabilidad de ganarle la 'guerra' a la inflación es nula", advierten economistas
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La frase del Presidente respecto a que empezó la "guerra contra la inflación" despertó una serie de críticas de analistas y de la sociedad, debido a la ausencia de políticas económicas claras para combatir la tendencia ascendente de incremento de los precios.
En este sentido, algunos especialistas ya advierten que las posibilidades de ganar esa batalla es "nula".
Sobre todo después de la publicación del dato de inflación de febrero de 4,7%, las presiones para que los precios sigan ascendiendo son cada vez mayores debido a los aumentos estacionales que se registran en marzo. Y también por los anuncios de alzas de servicios regulados, como es el caso de las tarifas de electricidad, gas y combustibles.
De hecho, los pronósticos de distintos economistas esperan una inflación mensual de 5% para marzo y abril.
Conflicto por los precios
Por eso, el anuncio del Presidente Alberto Fernández de la "guerra contra la inflación", generó mucho ruido y bromas en el mercado.
"Más allá de la expresión tragicómica, más aun considerando el contexto internacional actual, se encamina el ejecutivo a seguir debilitándose en materia de credibilidad", dicen los economistas de la consultora LCG al respecto.
Este enunciado se sustenta en las proyecciones alcistas de inflación en el marco en el que se acaba de aprobar en el Congreso de la Nación el nuevo acuerdo con el FMI.
"El programa asociado ya establece mecanismos de indexación y actualización de tarifas, y la meta de acumulación de reservas impide el atraso cambiario. Lo que implica un crawling peg (devaluación lenta) en línea con la inflación", afirman los expertos de LCG.
A ello se le suma que, estacionalmente, también empiezan las discusiones paritarias.
Guerra contra la inflación
Respecto a la polémica frase presidencial, los analistas son contundentes.
"La probabilidad de ganar esa ´guerra´ en el corto plazo es nula. La economía tiene un piso de inflación del 60% que podría ser más elevado si se extiende el conflicto en Ucrania", sentencian los economistas de la consultora fundada por Martín Lousteau.
De esta forma, detallan los expertos que en un mediano plazo los precios responden a la emisión monetaria, pero alertan que, en el corto plazo, hay precios claves, como el tipo de cambio, salarios, tarifas, entre otros, que explican su dinámica alcista.
"El ejecutivo bien podría encarar una mesa de negociación de acuerdos de precios e ingresos, pero para ello debe sincerarse en cuál será la inflación realmente", sostienen desde LCG.
Por eso, alertan que sentarse en una mesa y "no tener claro el sendero de los precios claves mencionados, es sólo para hacer vidriera".
Tres problemas que unen inflación y política
En conclusión, para estos economistas, existen, al menos, tres problemas políticos interrelacionados con lo inflacionario y el acuerdo con el FMI.
"El primero es que el memorando de entendimiento de políticas con el FMI está subestimando la inflación y presiona mediante otras metas, para que la misma se acelere. De hecho, la meta fiscal es alcanzable sólo con inflación en el cortísimo plazo", afirman.
El segundo problema, agregan, nace en la economía y se traslada a la política. "Es que el anuncio y la nueva subestimación de la inflación siguen socavando la credibilidad a más de 18 meses de terminar la gestión del gobierno actual", advierten.
Y el tercer inconveniente, afirman, nace en la política y "va hacia la economía".
Economía y acuerdo con el FMI
"El acuerdo con el FMI no fue apropiado por la sociedad, algo lógico porque no fue bien aclarado aún, pero menos por la clase política. Y más grave aún, ni siquiera por el mismo oficialismo", resumen desde LCG.
Al respecto, citan que parte del oficialismo votó en contra del acuerdo con el FMI en el Congreso, y parte de la oposición lo votó "sólo para evitar el atraso de pagos con el organismo". Además, quien negoció el acuerdo "sigue criticando abiertamente" al FMI y a sus programas.
"En concreto, y el FMI fue muy claro en su revisión del programa Stand By, si no se logra el ownership (propiedad) del programa, su ejecución puede llevar al fracaso", alertan desde LCG.
Y concluyen: "Todo el oficialismo está actuando en esa dirección y la responsabilidad no será del FMI. El propio G. Rice, vocero del Fondo Monetario, remarcó este punto durante esta semana".
Más allá de todas estas cuestiones, los analistas consideran que el ejercicio legislativo fue "interesante" porque mostró la capacidad de negociación entre sectores no radicalizados, "algo bueno en vistas de evitar el péndulo político".
"No obstante, fue preocupante porque ninguno votó convencido sobre el éxito futuro, sino sobre el espanto de un salto a lo desconocido en las últimas décadas, como el aislamiento internacional y la posibilidad de ser considerado un paria internacional", plantean como reflexión final los especialistas de LCG.-