¿Podrá el dólar blue acelerar y romper el techo de $200?: esto proyecta una economista
El dólar siempre está en el radar de los argentinos, y todo movimiento que sufre su precio enciende las alarmas de los ahorristas. Algo que se refleja en los últimos meses, en la previa electoral, con la volatilidad que sufrió su valor en el segmento bursátil y en las cuevas de la City.
Mientras tanto, en la plaza legal la "calma" es evidente por una constante intervención oficial, cuya punta de lanza es el profundo cepo cambiario, más allá de lo que puede pasar luego de las elecciones es todo un interrogante.
A pesar de esta situación, en el mercado se considera que los dólares paralelos están comenzando a tomar impulso.
En concreto, el mes pasado el dólar blue tuvo una suba del 5,6%, el MEP un alza del 1,4% y el contado con liquidación ascendió 1,8%.
Incluso, en los pocos días que ya pasaron de agosto, el "conta con liqui" ya superó un incremento de 2%.
Por otro lado, el consenso de los inversores es que el Gobierno hará todo lo posible para contener al dólar hasta los sufragios.
Es que en los últimos meses, y con miras a las elecciones, las intervenciones del Banco Central mantuvieron estable la cotización del tipo de cambio. Por ejemplo, en el mercado cambiario oficial, en agosto el mayorista apenas aumenta 0,3%.
Esta "contención" del Gobierno se observa también en las cotizaciones en los distintos canales alternativos para hacerse de billetes estadounidenses.
"Las compras de dólares por parte del BCRA, que destinó a adquirir bonos y abastecer al mercado de contado con liquidación, permitió aflojar las presiones sobre la plaza bursátil. Y, en parte, esa tranquilidad se trasladó al dólar blue", refleja el panorama a iProfesional la economista Natalia Motyl, que pertenece al staff de la Fundación Libertad y Progreso.
El rol de las reservas
Se debe tener en cuenta que los elevados precios internacionales de las materias primas influyeron para que en la primera parte del año ingrese una buena cantidad de "agrodólares" a las reservas del Banco Central, que le concedió más poder de fuego para poder intervenir en los mercados cambiarios y controlar el precio del dólar.
"En julio, por octava vez consecutiva, el BCRA fue comprador neto de divisas, después de reducir gradualmente su posición de vendedor neto desde septiembre del 2020", dice Motyl.
De acuerdo a los datos que contabiliza esta economista, en lo que va del año la autoridad monetaria ya compró u$s7.442 millones para engrosar las reservas, donde sólo en el segundo trimestre sumó u$s4.190 millones.
"El Banco Central sigue comprando reservas y las compras son más altas que en el último bimestre del 2019, cuando habían totalizado los u$s3.323 millones. Así, es una señal de que el plan hasta ahora es tener poder fuego y sostenerse hasta las elecciones, manteniendo sin cambios significativos la evolución del tipo de cambio, que sigue siendo utilizada como herramienta antiinflacionaria", sentencia Motyl.
En concreto, las reservas internacionales, de acuerdo a los datos de fin de julio, totalizaron los u$s42.836 millones, unos u$s399 millones más con respecto a junio.
Por su parte, según cálculos de la Fundación Libertad y Progreso, las reservas netas totalizaron en julio en u$s7.192 millones, unos u$s175 millones menos que en junio.
Según detalla, para calcular las reservas netas se le debe restar al total del stock bruto de divisas informado:
-Swap con China (u$s20.047 millones).
-Depósitos del Gobierno (u$s11.031 millones).
-Obligaciones con organismos internacionales (u$s3.153 millones).
-Contrapartida de aportes del Gobierno nacional a organismos internacionales (u$s1.413 millones).
"Es un dato alentador que gran parte de las divisas compradas se queden en las arcas del Banco Central, tanto para sostener la calma en el mercado cambiario como para afrontar los desafíos por delante como los vencimientos con el FMI y el Club de París", asegura Motyl.
En este sentido, hoy las reservas totales están en u$s42.548 millones.
Por otra parte, se debe considerar que el dólar se está debilitando en el resto del mundo, a causa del anuncio de las políticas fiscales expansivas de los Estados Unidos, con el objetivo de amortiguar el impacto de la crisis.
"Además, la emisión monetaria a nivel global hace que suban los activos, con mayores presiones inflacionarias. Así que también juega a favor que no sólo el peso esté perdiendo el valor, sino el resto de las monedas", acota Motyl a iProfesional.
Dólar a fin de año
A nivel local, las mayores restricciones que implementó el Banco Central en el mercado cambiario también están "conteniendo" que la demanda de dólares en la plaza oficial no sea preocupante.
"No hay que dormirse en los laureles. Es un año bastante particular con mucha incertidumbre a futuro, que desestabiliza la tranquilidad cambiaria. Al no tener un plan económico de largo plazo, las personas se vuelcan a activos más seguros como el dólar, en contra del peso", advierte Motyl.
Y agrega: "No se sabe muy bien cuál es el rumbo que tomará la Argentina luego de las elecciones, por ende, muchos ahorristas compran dólares y se protegen ante devaluaciones futuras".
Al respecto, alerta que la deuda remunerada llega al 139% de la Base Monetaria.
"Toda esa deuda contraída por el Banco Central va a tener que ser pagada en algún momento con intereses, y si no se encaran las reformas pro mercado, muy probablemente terminarán inyectando pesos que nadie quiere en la economía. Algo que hará valer menos al peso", alerta Motyl.
En resumen, para fin de año proyecta un dólar blue a $200 y para 2022 estima que puede saltar a $250.
"El dólar a $180 hoy está barato y eso el mercado lo percibe. Es muy probable que a partir que nos acerquemos a fin de año, el valor del billete estadounidense comience a tomar impulso. Por ahora, el Banco Central tiene poder de fuego, pero habrá que ver hasta cuándo podrá sostenerlo sin políticas monetarias y fiscales de largo plazo", concluye Motyl a iProfesional.-