Test para la semana: ¿controlar al dólar blue o al contado con liqui?
Hay un dato objetivo que le da marco a las últimas tensiones en el mercado cambiario: en los primeros 14 días hábiles de mayo, el Banco Central había adquirido u$s2.000 millones en el mercado. En el mismo lapso de junio, ese monto cayó a menos de la tercera parte. Exactamente a u$s598 millones, de acuerdo a las cifras oficiales de la autoridad monetaria.
La compra de dólares previene contra cualquier corrida cambiaria. Lo que preocupa es la tendencia. Se sabe que en las próximas semanas se terminará la liquidación de la cosecha gruesa. Y el Banco Central pasaría de comprar a vender billetes verdes, si no quiere avalar una devaluación abrupta.
De hecho, ya intervino en las últimas jornadas. No en el mercado oficial, pero sí en el de los dólares "alternativos": contado con liqui y el MEP. Fueron unos u$s15 millones diarios, de acuerdo a estimaciones privadas.
No es un monto que vaya a desequilibrar el mercado, pero sí marca lo que se viene: un incremento en la dolarización de los inversores. Algo esperable a medida que se acerquen las elecciones de medio término.
Con vencimientos con el Fondo Monetario aún no resueltos (¿habrá que pagar o se refinanciarán?), por un total de u$s3.900 millones de acá a fin de año, y la mayor demanda de billetes verdes -aún con el súper cepo-, la pregunta es si el Gobierno seguirá vendiendo reservas para manejar la brecha. O si se guardarán las balas para pelear en el mercado "oficial".
Al respecto, en el Gobierno existe un debate aún no zanjado. Y cuya resolución dependerá de la negociación con el Fondo Monetario. Los funcionarios, mientras tanto, intentan descifrar si se trata de una dolarización manejable, como para mantener controlada con pocas divisas.
La presión cambiaria podría traducirse en una ampliación de la brecha, que es lo que vino sucediendo en las últimas jornadas. Y que, en los hechos, obligó al Banco Central a intervenir en el mercado "alternativo" para bajar la cotización.
De acuerdo a fuentes del mercado, la aparición oficial se dio a través de la compraventa de bonos, una operación que tiene impacto en el precio del dólar alternativo, pero que al BCRA le cuesta reservas.
Crece el contado con liqui
Por la dolarización que no se detiene, en los últimos dos meses el dólar CCL pasó de un piso de $142 a los actuales $167, y por eso es que el BCRA se ve obligado a intervenir. El "blue", en tanto, cerró la semana en $175.
Hasta hace algunas semanas, el escenario parecía el soñado por Guzmán & Co.: soja arriba de los u$s600 y un Banco Central comprando divisas para las reservas.
Sin embargo, este escenario económico y financiero se fue complicando. Con algunas variables que no se pueden manejar desde la Casa Rosada: por caso, con la perspectiva de una mayor inflación en los Estados Unidos que obligue a la Reserva Federal a una (hasta ahora) impensada suba de la tasa de interés.
Una reversión de los flujos de capitales sería caótico para la Argentina, en el plano cambiario.