Bonos en dólares: cuándo pueden volver a rebotar, según experto
Los precios de los bonos en dólares de la deuda argentina no están pasando por su mejor momento, y los analistas lanzan sus proyecciones respecto a cuándo puede mejorar su rendimiento.
Un dato clave es que después de la última reestructuración de la deuda, el horizonte de vencimientos en dólares con bonistas privados se redujo sustancialmente para los próximos años.
Sin embargo, los precios de los bonos soberanos en dólares se encuentran casi en mínimos, donde por ejemplo el bono global con vencimiento a 2035, con ley de Nueva York (GD35), ha llegado a estar con paridades debajo del 30% de su valor, con el riesgo país, incluso, sobrepasando los 1.600 puntos.
Un dato que alarma, si se tiene en cuenta que cuando apenas se terminó la última reestructuración de deuda, el riesgo país estaba en torno a los 1.100 puntos.
En cuanto a la caída del precio de los bonos, la explicación es que en el desempeño de estos papeles, "las expectativas juegan un papel fundamental", detalla a iProfesional el economista Roberto Geretto, portfolio manager de FundCorp.
Al respecto, cuando en septiembre y octubre pasado las tensiones cambiarias se hicieron más presentes, con un blue que se aproximó a los $200, las medidas cambiarias restrictivas ratificaron el actual rumbo de mayor cepo.
Esto "es una política que dificulta, a largo plazo, la acumulación de reservas. A lo sumo, permite una disminución en la caída de las mismas", afirma el economista.
Y agrega que, por tanto, "si se tiene en cuenta que el valor de un bono representa un flujo de fondos, descontado a una tasa que refleje el riesgo percibido, se tiene que los flujos inmediatos valen poco por los bajos cupones de los bonos. Mientras que los títulos más lejanos, valen poco por la alta incertidumbre (tasa de descuento), dado el actual esquema macroeconómico".
También, en el bajo desempeño de los bonos se tiene una paradoja donde "lo bueno es malo".
Por ejemplo, recuerda que la directora del FMI indicó que elevará al board la propuesta de distribuir DEG por u$s650.000 millones, junto con una nueva distribución que beneficie en mayor medida a los países pobres.
"Esto implica que Argentina recibiría como mínimo u$s4.355 millones para sus reservas", subraya Geretto.
Y completa: "Lejos de ser tomado como algo positivo, esta buena noticia es vista como otro elemento más destinada a lograr estirar el actual esquema económico hasta octubre, caracterizado por un tipo de cambio y tarifas evolucionando por debajo de la inflación".
Bajo esta perspectiva, este es un nuevo ejemplo de un catalizador que "debería ser positivo" para los bonos en dólares, "pero termina siendo negativo, dado que es usado para postergar los ajustes macroeconómicos necesarios y el acuerdo con el FMI", alerta Geretto.
Piso y techo de los bonos
Para este experto de mercados, a grandes rasgos, se pueden identificar 3 pisos para los bonos, dependiendo de "cuan fea" se ponga la situación.
-Un primer piso son los u$s25 que se tuvo a principios del 2020, cuando Argentina se encaminaba al default y la crisis del Covid estaba floreciendo.
-Un segundo piso, algo más abajo, son los u$s20 del año 2001, donde a la crisis macro se le sumaba una crisis política.
-Finalmente, ya en un escenario extremo, un último piso son los u$s10 de Venezuela, que se llegó en dicho país luego de un profundo deterioro macro, político y social.
Por ende, en las expectativas no sólo intervienen factores puramente económicos, sino también de índole social y político.
"En cuanto al techo, un primer nivel puede ser los u$s45 a u$s47 que se tuvo una vez restructurada la deuda, lo cual implica una suba de más del 30%. Este sería un escenario compatible con un acuerdo con el FMI que brinde mayor certidumbre en el rumbo macro y una segunda ola de Covid contenida", sostiene Geretto.
A ello se le incluye un contexto en el que haya unas elecciones legislativas que conformen una composición en el Congreso, que limite cualquier intento de "radicalización" en las políticas.
Factor electoral
En síntesis, descontado un acuerdo con el FMI, al menos hasta después de las elecciones, sólo queda como catalizador positivo para los bonos el resultado de las elecciones legislativas para este año.
"Si bien se percibe que podría ser un factor que impulsen a los bonos, este supuesto habría que manejarlo con cautela", advierte Geretto.
Esto puede ser por determinados sucesos que no siempre son lineales:
1- Reacción económica: aún en caso que gane la oposición, "habría que ver cómo son las primeras medidas post-elecciones y en qué rumbo, lo cual, a corto plazo, podrían afectar más el valor de los bonos", aclara Geretto.
2- Un mal estimador. En este aspecto, "como ya es sabido, las elecciones legislativas son un mal estimador de las chances en la elección Presidencial", detalla el experto.
Por caso, vale recordar los comicios del 2017, donde ganó el oficialismo de ese momento con contundencia y posteriormente, en las presidenciales del 2019, el resultado fue totalmente el opuesto.
3- Expectativas de cambio: antes del 2015, había expectativas de cambio, y con ello esperanzas de un nuevo rumbo macro. "Como quedó demostrado, aún con un nuevo Gobierno de otro signo político, los desafíos económicos y sociales del país son tan grandes que un cambio en sí mismo no representa una garantía", recuerda Geretto.
¿Se recomienda invertir en bonos soberanos en dólares?
Para aquellos que tengan pesos excedentes, según este analista, los bonos en dólares son, sin dudas, "una buena inversión".
"Esto se da por la correlación negativa que hay entre la brecha cambiaria y los precios de los bonos. En un buen escenario para la macroeconomía, se tendría una baja de la brecha y un aumento del precio de estos papeles, por lo que medido en pesos se ganaría por este último lado", resume Geretto.
En tanto, en un "escenario malo", aumenta la brecha y cae el precio de los bonos en dólares, por lo que en pesos se ganaría por el tipo de cambio implícito en los bonos.
En cuanto al retorno que ofrecen, el bono global con vencimiento a 2030, con ley de Nueva York (GD30), tiene una ganancia de más 19% en dólares, "lo cual es muy alto", enfatiza el experto.
"Los riesgos de estos bonos son la alta incertidumbre macroeconómica, donde el mercado estima un precio que, en caso de no solucionarse los desequilibrios económicos para el vencimiento, una nueva reestructuración es probable", dice Geretto.
Otro riesgo también es el bajo carry, debido a que, inicialmente, pagan un cupón muy bajo, y se le suma que en el corto plazo no hay noticias macroeconómicas que ayuden al precio de los bonos.
"Se los puede tener en cartera un tiempo, con el riesgo de no ganar ni por capital ni por intereses", alerta este portfolio manager.
En caso de disponer de dólares, comenta que el análisis es otro y, seguramente, "una cartera conservadora no concentraría un elevado porcentaje en bonos de Argentina", concluye Geretto.