Esta inversión tiene bajo riesgo y supera a la inflación: permite ganar hasta un 14% en dólares
En un contexto de elevada volatilidad como es el que habitualmente muestra el mercado financiero local, y en un contexto muy complejo, con una inflación que se disparó en marzo, los ahorristas y pequeños inversores enfrentan la difícil decisión de donde invertir su capital.
En tal sentido, si bien la oferta de instrumentos es relativamente amplia, la concentración en un reducido número de ellos es casi una obviedad. Dólar billete, plazo fijo en pesos tradicional o ajustado por UVA son claramente los más elegidos, pese a que últimamente han venido ganando terreno los CEDEAR.
Pero existen otros instrumentos que por poco difundidos no entran en el radar de este tipo de inversores, siendo las Obligaciones Negociables uno de ellos, pese a las ventajas que tienen sobre otras formas de inversión.
Obligaciones Negociables: ¿cómo funcionan?
Las obligaciones negociables representan deuda emitida por empresas que necesitan financiarse. Si bien son similares a un plazo fijo, el inversor coloca sus fondos directamente en las empresas, es decir sin intermediarios bancarios, por lo que la rentabilidad que se puede obtener suele ser más alta.
Invertir en ON de empresas argentinas es sencillo y se parte de montos bajos, a lo que se suma que existe un buen número ellas para elegir.
De hecho, las empresas que pueden emitir ON son las sociedades por acciones, las cooperativas, asociaciones civiles constituídas en el país y sucursales de sociedades por acciones del exterior, en los términos del artículo 118 de la Ley de Sociedades Comerciales N°19.550
Un punto a tener en cuenta es que las Obligaciones Negociables son activos de deuda privada, por lo que el inversor se convierte en acreedor de la empresa. Esta cuestión es clave, ya que le otorga el derecho a que le restituyan el capital más los intereses convenidos en un periodo de tiempo determinado.
La compañía que necesita fondos puede hacerse de ellos a través de la emisión de ON. Al hacerlo, contrae deuda con los obligacionistas (inversores) que adquieren los títulos colocados y se compromete a cancelar dicha deuda en un plazo preestablecido más los correspondientes intereses.
La devolución del capital puede pactarse en cuotas semestrales o anuales o todo al final del período, mientras que la renta se paga también en forma regular, pudiendo ser la tasa fija o variable y en diferentes monedas.
Una acción se diferencia de un bono u obligación en cuánto a que su comprador se convierte, dependiendo de la cantidad de acciones que tenga, en propietario de la empresa, mientras que si invierte en ON está comprando una parte de la deuda de la entidad emisora. A partir de esta definición, no se convierte en socio sino en acreedor.
Las ventajas de invertir en ON
1. Certidumbre en el cobro de la renta al vencimiento: disponen de un cronograma de pagos, lo que le permite a los inversores percibir la renta establecida y la devolución del capital en la forma y plazo acordados.
2. Calificación de riesgo: previo a su lanzamiento son calificadas por alguna agencia autorizada, lo cual permite conocer la capacidad de pago del emisor.
La calificación recae sobre la emisión y no sobre la empresa, por lo que que esta puede tener diferentes calificaciones por cada una de sus emisiones, dependiendo de la moneda, plazo y estructuras de los bonos emitidos.
3. Garantía: las obligaciones negociables suelen contar con el respaldo de una garantía, que puede ser real, fiduciaria, de una sociedad de garantía recíproca de otro tipo, aportando seguridad a la inversión.
4. Diversidad de Tipos: la variedad de las ON dependerá, entre otros factores, del perfil de inversor, las preferencias en plazos, tasas, de las garantías, moneda, forma de amortización, y la posibilidad de convertirlas en acciones de la empresa.
5. Plazos: las ONs pueden ser de corto, que suelen denominarse "papeles comerciales" o de largo plazo.
6. Nivel de Liquidez: las ON pueden mantenerse en cartera hasta su vencimiento o negociarse en lo que se denomina el mercado secundario, cuando parezca oportuno. Sin duda que, más allá de los factores estructurales de cada empresa o emisión, este es un aspecto central a tener en cuenta, ya que para el inversor es clave poder ingresar o salir de un papel cuando lo requiera.
7. Rentabilidad: es el mayor atractivo que presentan para los inversores, pues no solo surge de la tasa de interés que fija el emisor sino también de su cotización en el mercado secundario, a partir de la diferencia entre el precio de compra y el de venta.
Según Manuel Couso, creador de Academia Merval, "Hoy en día, el inversor puede obtener una renta cercana al 10% anual en dólares siendo acreedor de empresas como Cresud (CSDOD), VISTA (VSC3D) y Genneia, entre otras".
Algunas de las características de esta alternativa, detalla este analista, son la planificación del flujo de fondos, ya que otorga fechas ciertas de cobro de renta, a lo que se le suma la calificación de riesgo, que permite conocer el grado de exposición que trae aparejado la inversión seleccionada.
Y, por otro lado, influye la liquidez. "Con esto último nos referimos a que, si bien podemos conservar el titulo hasta su vencimiento, también podríamos optar por vender o deshacernos de la obligación negociable en el mercado secundario", completa.
Para Matías Daghero, Presidente de Closing Bell Advisors, "quienes deseen permanecer 'invertidos en dólares', las ON ofrecen en la actualidad buenos retornos. Encontramos empresas de primera línea como Arcor, con rendimientos del 6% anual; Pampa Energía, del 8% o Irsa, del 14 por ciento. "
Para perfiles más agresivos, también hay instrumentos con vencimientos cercanos como la ON de Cresud, que vence el 30 de abril y que hoy se compra a 99 dólares y estará pagando 102,25 dólares.