Fuga silenciosa: por qué tres de cada cuatro dólares que compra el BCRA no quedan en las reservas
Una de cal y una de arena. El Banco Central profundiza en marzo la compra de dólares en sus intervenciones en el mercado de cambios, pero -como le viene sucediendo- le cuesta que esos billetes verdes queden en las arcas oficiales. Así, en las primeras dos semanas del mes, el Central lleva comprados alrededor de u$s1.000 millones (según estiman operadores), pero las reservas crecen tan sólo u$s300 millones. O sea, dos de cada tres dólares que compra no quedan en las arcas oficiales.
Esto no es nuevo y significa un desafío importante para el BCRA. En febrero, de hecho, con un saldo comprador superior a los u$s633 millones, las reservas virtualmente no subieron. En lo que va del año, el BCRA lleva comprados alrededor de u$s1.750 millones en el mercado cambiario pero las reservas suben tan sólo u$s436 millones. Se quedó tan sólo un cuarto de lo que pudo adquirir en el hiper regulado mercado oficial.
Sin dólares no hay sostenibilidad de la deuda
Claramente es un problema para la estrategia del Gobierno que necesita "un colchón" cambiario que no estaría logrando. Que le queden mucho menos de lo que compra se explica por los pagos de la deuda, las valuaciones de sus activos (como el oro, por ejemplo), y las intervenciones con bonos que realizaba (ya mucho menos) para domar el contado con liquidación y el dólar MEP. Todo eso hace que haya una especie de fuga importante de los dólares que el Central compra -vía una restricción en la demanda privada-.
Que los dólares no queden en las reservas, además, juega en contra en la "sostenibilidad" de la deuda que pregona Martín Guzmán. ¿Cómo le asegura el Gobierno a los inversores que habrá dólares para pagar en los próximos años si no puede acumular divisas? Guzmán había dicho que para levantar el cepo el BCRA tiene que sumar reservas en forma cuatiosa.
Había hablado en su momento de alrededor de u$s70.000 millones, un número inimaginado en los próximos años. Sucede que la Argentina tan sólo tiene flujo por el canal comercial, beneficiado por los precios de las materias primas que exporta. Pero recibe cero divisas por inversión (sea real o financiera). De ahí que a pesar de que este año habría un saldo comercial alrededor de u$s15.000 millones, el crecimiento de las arcas oficiales no parece tan claro.
"La acumulación de reservas juega un papel muy importante para el acuerdo con el FMI", dice la consultora ACM, que calcula un incremento de las reservas para este año en torno a los u$s3.500 millones.
El "regalo" del Fondo para no tener que usar reservas
La incógnita es cómo pagará el Gobierno los vencimientos de este año sin tener el roll-over del FMI al no haber acuerdo hasta después de elecciones (que pasará para el 2022). El cronograma de vencimientos de capital con el FMI tiene un primer vencimiento en septiembre y otro vencimiento en diciembre, ambos por u$s1.850 millones.
"Para hacer frente al primer vencimiento el gobierno podría utilizar reservas internacionales acumuladas durante la liquidación de la cosecha gruesa en la primera parte del año. Sin embargo, posponer el acuerdo hacia 2022 tendría un costo adicional ya que habría que abonar el segundo vencimiento a la vez que la justificación electoral para la demora ya no estaría presente", dice ACM.
El Gobierno especula con la ampliación de capital del FMI, el famoso "regalo caído del cielo", que ayudaría a la Argentina sin hacer absolutamente nada. ¿Y qué pasará con el pago al Club de París en mayo? Son u$s3.200 millones en juego. Lo cierto es que el Gobierno ya está en cuasi default con el organismo, con lo cual "una mancha más al tigre" no debería afectarle tanto.
"El problema hoy no es el tipo de cambio, es que no tenés reservas. Y las perspectivas de que crezcan son muy bajas", afirmó Miguel Kiguel, director de Econviews. Según el especialista.
Por lo pronto, el BCRA tomó nota de esto y empezó a atacar un factor que le hacía perder dólares que anteriormente compraba: la operatorio de bonos. El Central vendía Bonares en dólares contra pesos para bajar el CCL pero luego los recompraba para no bajar su "poder de fuego" de bonos. Esto le hizo perder alrededor de u$s500 millones de sus reservas. En un contexto donde compra billetes pero no los retiene, está intentando que no se le fuguen tan fácil. Después de todo la intención es recomponer las arcas y aprovechar los altos precios de intercambio comercial y el súper cepo cambiario.