Cae fuerte la brecha entre dólar oficial y dólares financieros: ¿a qué se debe y cuánto durará ?
Los dólares financieros comenzaron esta semana corta a la baja y este jueves se confirmó la tendencia. La brecha respecto del oficial cayó a su nivel más bajo desde septiembre de 2020.
Mientras que el dólar mayorista cotiza a $89, el dólar MEP cae con fuerza hasta los $140 (brecha del 57%) y el contado con liquidación ronda los $144,7 (62% de gap).
A la hora de explicar a qué se debe esta situación, los economistas tienen varias respuestas, pero la primera que surge es que esto es consecuencia directa de la venta de bonos por parte del Banco Central (BCRA).
"La reducción de la brecha obedece de seguro a varios factores: en primer lugar estamos ante una constante intervención oficial que vende bonos en dólares en poder de los organismos oficiales y a la probable baja del ritmo devaluatorio que anunció Guzmán los días previos", detalla Joel Lupieri, economista de Epyca Consultores.
En ese sentido, el analista prevé que, si realmente el gobierno logra evitar el salto en la cotización oficial en los meses venideros, el precio del dólar oficial debería ir acomodándose cerca del solidario y, en el corto plazo, la estrategia puede dar resultados y permitir una relativa "pax cambiaria".
Dólar Guzmán vs. dólar REM
Por su parte, según el economista Fabio Rodríguez, socio director de M&R Asociados, el ministro de Economía, Martín Guzmán, "puja contra las expectativas de mercado que ven las variables relevantes (dólar e inflación) corriendo al 50% anual y, en el corto plazo, recurre a atrasar el dólar, pisar tarifas y alinear paritarias en torno al 30%".
En este marco, señala que la continua operatoria con bonos para contener la brecha y la cercanía con los dólares frescos de la cosecha gruesa son los factores explicativos de la menor tensión en los dólares financieros y en la caída de la brecha.
Y, a su turno, Fernando Marull, economista socio de la consultora FMyA, comenta que, después de un enero en el que el Contado Con Liquidación (CCL) subió alrededor de un 7%, ahora viene bajando. Según su perspectiva, "el impacto de febrero se debe, hasta el momento, a la venta de bonos del BCRA, que tienen algo de contenido de CCL, pero –sobre todo en la última semana-influyó, el comienzo del ingreso de dólares para pagar el aporte extraordinario de las grandes fortunas, que se reglamentó la semana pasada y hay tiempo para cumplimentarlo hasta el 31 de marzo".
Sucede que algunos de los afectados por la medida tienen fondos en el exterior y están entrando dólares a través del CCL, lo que –según Marull- está presionando el precio. Dado que se trata de una circunstancia excepcional, el economista prevé que esto se va a mantener durante unas semanas y no durará mucho más porque "luego entrarán a jugar las elecciones de octubre, que pueden generar un rebote del CCL".
En un sentido similar a lo descripto por Rodríguez y Marull, Claudio Caprarulo, economista principal de la Consultora Analytica, observa que el ROFEX está reaccionando a las declaraciones de Guzmán respecto del objetivo de que la depreciación del dólar este año sea del 23% en línea con lo establecido en la presentación del presupuesto y, por otro lado, señala que la caída en el CCL se da por la intervención del Gobierno.
Datos clave: las reservas y el FMI
Sin embargo, asegura que "para que la tendencia en el Rofex se mantenga y la brecha entre el dólar oficial y los dólares financieros caigan de forma sostenible y en una magnitud que permita modificar las expectativas, hacen falta dólares en las reservas del BCRA".
Explica que, si se consiguen las divisas, Guzmán alcanzará más fácilmente su objetivo de depreciación para este año. Por eso, en respuesta a que, entre diciembre de 2020 y enero de este año, el BCRA aumentó sus reservas en u$s 865 millones, se relajó la presión cambiaria. Y cabe aclarar que esto estuvo en línea directa con una mayor liquidación del agro, superior al promedio mensual de 2011-2019.
Asimismo, Rodríguez asegura que "el inicio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el contexto internacional, signado por la recuperación y los mejores términos de intercambio, también le dan un trasfondo de tranquilidad al mercado cambiario".
¿Qué pasará con el mercado cambiario?
No obstante, a la hora de analizar qué sucederá con el dólar y la brecha cambiaria, Lupieri advierte que anclar el dólar por detrás de la inflación puede acarrear problemas futuros, dejando la moneda "muy barata" y alentando la expectativa de que se actualice fuertemente en algún momento. "Habrá que ver como coexisten ambos efectos: la capacidad del gobierno para reducir la expectativa de devaluación en estos meses, y la erosión en la credibilidad que puede ocasionar el atraso cambiario en el mediano plazo", señala.
Rodriguez, en tanto, advierte que, hasta ahora, no aparece por parte del Gobierno un enfoque macro que coordine mejores respuestas de la política fiscal y monetaria, sino que considera que la propuesta es "solo declamativa" y que se están implementando medidas cortoplacistas cuyo objetivo es llegar a octubre con la mayor competitividad electoral posible.
En ese marco prevé que el enfoque de política económica que pregona Guzmán seguirá muy tensionado hasta octubre por los enfrentamientos internos de la alianza gobernante y sostiene que, "con este panorama, las expectativas y confianza seguirán muy débiles y los desequilibrios afectarán el potencial de recuperación económica".
Así, tal como lo indicó Marull, las elecciones de octubre serán un momento central para definir la política posterior. Al respecto, Caprarulo advierte que, "desde Analytica, descartamos un escenario de modificación en la política cambiaria y, económica en general después de octubre" y detalla que esta postura se debe, por un lado, a que no es el camino que parece haber elegido el gobierno.
Octubre: una meta y un momento bisagra
Sostiene que la aritmética no permite proyectar que pueda llegar a octubre sin haber dado señales importantes en vistas de acumular reservas y prevé que, una vez que termine la etapa de fuerte liquidación del agro, la presión cambiaria volverá a recrudecer. "En ese momento será importante tener un acuerdo cerrado con el FMI y que se viabilice el fortalecimiento de reservas del BCRA, que es lo que le reclamó un grupo de bonistas a Guzmán en un comunicado, que explique cómo va a acumularlas", anticipa.
Todo parece indicar que el Gobierno está aprovechando las condiciones favorables económicas mundiales para Argentina y el ingreso de dólares que se está dando en este momento para calmar las expectativas, disminuir la brecha e incrementar reservas. La negociación del acuerdo con el FMI será una prueba de fuego, sin dudas, y pareciera que octubre puede ser un mes bisagra para la política cambiaria.
La baja en la brecha, por ahora no es una cuestión permanente, si bien es una buena señal. Todo depende del arte con la que se vayan manejando las variables inflación, dólar y reservas de acá a fin de año. Si la meta se acerca a la proclamada por el Gobierno más que a la que el mercado anticipó, será un punto a favor de la confianza para la gestión Guzmán, pero -de seguro- no la tendrá fácil.