Con el dólar estable los ahorristas comienzan a mirar las colocaciones en pesos: ¿cuál es la más rentable?
Con el dólar estable y un horizonte de desaceleración de la devaluación por delante, los ahorristas miran con algo más de cariño a las colocaciones en pesos. En las últimas semanas, los títulos que se ajustan por la inflación se convirtieron en los favoritos de los inversores.
Los bonos CER tienen dos componentes. Por un lado está el cupón de interés que oscila en torno al 1% y por otro un rendimiento equivalente a la inflación. Estos títulos empezaron a remontar cuando el Indice de Precios al Consumidor (IPC) metió una marcha más.
Entre octubre y enero en promedio la ganancia de los bonos CER fue del 20%. Con esto le sacaron ventaja a los bonos a tasa fija -que rindieron 9%- y a los títulos dollar linked, con 7%.
En febrero el atractivo de estos títulos se mantuvo. En la segunda semana del mes "toda la curva CER mostró una suba promedio del 2%".
El dato de inflación de enero que dio 4% (y lo que se empieza a percibir en febrero), sumado al sincericidio de Martín Guzmán al avisar que apostará al atraso cambiario para combatir la inflación, decretó que los bonos en pesos que ajustan por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) tienen todas las de ganar.
No solo eso. El anuncio del ministro de Economía, además, le quita cualquier atractivo a la batería de emisiones corporativas que se venían haciendo con los denominados "dollar linked", o sea los que apostaban por una suba del tipo de cambio oficial.
"Está claro que la inflación le va a ganar al dólar este año. No fue lo mismo en 2020, cuando ambas anduvieron parejas. Pero lo que dijo Guzmán termina de saldar el debate: ya nadie va a apostar por una suba del tipo de cambio oficial y todos saben que la inflación no va a ser la que quiere el ministro. Será más. Por lo tanto, el mecanismo de ajuste de los pesos serán los bonos CER", decía un operador de un banco local.
Atraso cambiario versus inflación galopante
El "todopoderoso" ministro de Economía, que no sólo está a cargo de la deuda (FMI), sino de los temas fiscales y ahora también -al parecer- monetarios y cambiarios (dejando "pintado" a Miguel Angel Pesce), dijo que el dólar a fin de año llegará a $102 con una devaluación del 25%, o sea menor a la que tiene en el Presupuesto (de 29%). Si bien pareciera poco lograble esa meta de precios, algo que no controla el Gobierno evidentemente, sí puede controlar el ritmo de suba del dólar con el megacepo que aplicó.
Así, si el dólar sube 25% y se dan los pronósticos del mercado con respecto al alza del IPC en torno al 50%, habrá un fenomenal atraso cambiario en la Argentina en este 2021. Delphos Investment dice con el tipo de cambio oficial en $88,36, la devaluación diaria debería ser de 4 centavos, es decir, menos de la mitad de la observada a lo largo de este comienzo de 2021.
"Jugando un poco con los números y suponiendo que logran bajar la tasa de desindexación que viene mostrando la economía y el 2021 termina con una inflación en torno al 40% (REM estima 50%), el TCRM se apreciaría casi un 11% dejándolo en un valor de 110,7, habiendo comenzado el año en 124", advierte.
Javier Rava, director de Rava Sociedad de Bolsa, indicó que "en medio de la voluminosa operatoria que vienen teniendo los bonos en pesos indexados al CER, se dieron a conocer los datos de inflación publicados por el INDEC. Los mismos eran esperados en foco de que confirmen las expectativas de los inversores y las proyecciones publicadas por el BCRA según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM)".
"Por lo pronto, febrero parece ir por la misma línea inflacionaria, apreciando a los bonos indexados al CER que mantienen la misma línea con una nueva rueda de considerables alzas a lo largo de toda la curva, ya que en este contexto son y seguirán siendo uno de los instrumentos favoritos de cobertura y muy demandados por los inversores en tanto no se generen cambios relevantes que modifiquen las expectativas", explicó Rava.
Unanimidad de opiniones por los bonos CER
¿Qué espera el mercado sobre la evolución del nivel de precios? Un informe de GMA Capital dice que una forma de responder consiste en un análisis sobre qué valor de la inflación deja a un inversor indiferente entre un bono a tasa fija y un título CER. "El resultado obviamente depende de qué títulos se tomen para el análisis. Para este año, la inflación implícita ronda el 48% anualizado. Hacia 2023 y 2026, los valores son 46% y 40% anual, respectivamente. ¿Cómo se interpreta esto? Significa que si se espera que la inflación esté por encima de dichos valores, convendrá buscar la cobertura CER, más allá de las tasas negativas de corto plazo de la actualidad", advierte.
Por el contrario, si las expectativas están puestas en una variación de precios no tan elevada, las apuestas estarán sobre los bonos a tasa fija.
GMA señala que el modelo de tasa real negativa es una constante. Con un retorno de -12% anual en plazos fijos, las inversiones tradicionales en pesos no logran compensar la inflación esperada. Y los tenedores de pesos que no apuntan a bienes o divisas, se ven obligados a buscar destinos más sofisticados. "En este contexto, la búsqueda por rendimientos positivos se volcó hacia todo el espectro de renta fija en moneda local. Uno de los grandes ganadores que captaron la demanda fueron los bonos CER. De hecho, el alza en sus precios fue tan marcada que llevó también a tasas negativas en el corto plazo", remarcó.