La historia del abogado estrella que estafó a Jon Bon Jovi, María Sharapova y otros famosos por u$s380 millones
Es muy probable que su nombre pase desapercibido para la mayoría de las personas, salvo aquellos que fueron víctimas de sus estafas.
De hecho, su protagonismo en los medios tuvo escasa presencia por un hecho absolutamente fortuito: apenas 5 días después de ser acusado de defraudar a miles inversores, estalló el escándalo de Madoff.
Marc Stuart Dreier nació en 1950 y ejerció la profesión de abogado durante varios años, una vez recibido en la Universidad de Yale hasta que fue condenado a 20 años de prisión en 2009, acusado de cometer fraude utilizando un esquema Ponzi, a lo que se sumaron varios cargos por fraude electrónico y un cargo de lavado de dinero.
Apenas recibido, comenzó lo que por entonces se afirmaba sería una carrera brillante a fines de los 70 en una prestigiosa firma de abogados, de la cual se convirtió en socio en pocos años.
En los años posteriores fue socio de diversos estudios de abogados, hasta que en 1996 se asoció con Neil Baritz abriendo oficinas en pleno Nueva York y se dedicó a gestionar demandas colectivas de consumidores que le generaron enormes ingresos. Pero su elevado nivel de gastos y su estilo gerencial poco convencional terminaron con la sociedad.
Poco tiempo después, en 2006 fundó una compañía con su nombre dedicada a inversiones de alto rendimiento. Tenía oficinas en cinco ciudades, pero la sede principal funcionaba en el 499 Park Avenue. Lo llamativo del caso es que en sus paredes tenía entre 30 y 40 millones de dólares en arte, incluidas obras de Picasso y una representación de Warhol de Jacqueline Kennedy Onassis.
Como parte de su estrategia tendiente a captar clientes adinerados, para lo cual consideraba necesario impresionar a sus clientes, compró una casa en Westhampton y un yate de 37 metros de largo que pagó u$s18 millones. Pero también era dueño de un triplex de Manhattan y otro en Ocean Avenue en Santa Mónica, California. Además era miembro del exclusivo Harmonie Club y mantuvo un alto perfil en eventos de caridad.
Dreier LLP operaba como una corporación y no como una sociedad. En ella era el único socio propietario, controlaba todas las finanzas de la empresa y manejaba todas las funciones administrativas. No había comité ejecutivo ni reuniones de socios. Todos los acuerdos se estructuraron de modo que solo él supiera todos los detalles y tuviera acceso a todas las cuentas.
En 2007, Dreier se expandió a Los Ángeles por lo que los ingresos de la firma pasaron súbitamente de u$s60 millones en 2006 a u$s90 millones en 2007.
Pero poco tiempo después y en medio de la efervescencia de la crisis de las hipotecas subprime, afectado por la falta de liquidez su esquema piramidal quedó en evidencia y empezaron a llover las denuncias por fraude.
La cuestión es que desde entonces más de 200 acreedores han presentado demandas por un total de más de u$s450 millones. Entre los afectados, figuran fondos como Eton Park Capital Management que reclamaba más de u$s84 millones
El listado de ricos y famosos incluye a estrellas del espectáculo como Bill Cosby, Tim Burton, Justin Timberlake, Elvis Costello, Jon Bon Jovi, Diana Krall y compañías que representan a los Doors, los B-52y los Ramones .
Entre las figuras del deporte sobresale Maria Sharapova y el Manchester United FC , los Mets de Nueva York y la Asociación de Jugadores de Béisbol de las Grandes Ligas.
¿Cómo operaba?
La acusación formal de la Justicia de Nueva York se basó en ocho cargos, estableciendo que su engaño comenzó en 2004, que Dreier entregó a los compradores de sus pagarés estados financieros falsos, organizó reuniones para inversores con personas que se hicieron pasar por funcionarios de supuestos emisores de los pagarés, vendió pagarés falsos supuestamente emitidos por un plan de pensiones canadiense y desfalcó por una cifra millonaria la cuenta de depósito en garantía de un cliente.
En su audiencia de declaración de culpabilidad el 11 de mayo de 2009, Dreier leyó lo siguiente: "Diseñé un plan para emitir y vender pagarés ficticios supuestamente emitidos por empresas de Estados Unidos y Canadá", y posteriormente se declaró culpable de cometer estafas por 380 millones de dólares, mediante la venta de instrumentos financieros sin valor.
En esa misma audiencia, el juez Rakoff dijo: "Ha deshonrado la honorable profesión de abogado ... Hay 100 buenas razones por las que el Sr. Dreier debería ser encarcelado. Por su propia admisión hoy aquí, ha demostrado que debe estar entre los que han cometido algunos de los fraudes más atroces de la historia".
Este mismo juez señaló que los fiscales habían demostrado que Dreier "no solo es un maestro del engaño y un decano de la deshonestidad, sino el tipo de persona que, bajo tensión, puede recurrir a medidas desesperadas" y su motivo para huir era "palpable".
El 13 de julio de 2009, Dreier fue sentenciado a 20 años y se le ordenó comenzar su condena de inmediato.