Bonos argentinos en dólares: expertos explican por qué puede ser la próxima inversión estrella
Los bonos argentinos nominados en dólares siempre generan "sorpresas" de todo tipo en Argentina, muchas de las cuales fueron poco agradables para los inversores, como las señales poco amigables con el mercado, o los recordados default en el pago en algunos de ellos y su posterior renegociación de dicha deuda.
La cuestión es que ahora algunos analistas financieros ven que el inicio de un período bastante favorable para invertir en ellos, por lo que estos instrumentos pueden servir para aprovechar algunos beneficios fiscales, entre otros aspectos a tener en cuenta.
Esto ocurre más allá que a muchos ahorristas se les puede erizar la piel al sentir nombrar este tipo de inversiones, ya que suele aplicar aquella frase que dice: "El que se quemó con leche, ve una vaca y llora".
Más allá de eso, "para quienes estamos en el mundo financiero es necesario ser pragmático y estar atento a las oportunidades", sostiene a iProfesional Ignacio Abuchdid, director de Invertir En Bolsa (IEB).
En este sentido, agrega que, obviamente, también es importante tener en cuenta que aunque existan algunas veces ciertas oportunidades, no todas ellas son aptas para todos los inversores, en términos de la capacidad de tolerancia de riesgo.
En resumen, este analista considera que existen tres motivos fundamentales que llevan a ser más constructivos de cara al futuro para invertir en los bonos denominados en dólares.
Estos aspectos positivos a considerar a la hora de invertir en estos títulos, para Abuchdid, son:
1. Freno a la caída de los precios de los bonos
Esto se debe a que si bien la deuda en dólares fue recientemente reestructurada y se ha despejado por unos años el sendero de pagos, "una serie de acontecimientos poco felices, como las medidas del 15 de septiembre, llevaron a una fuerte caída en los precios y, por ende, un aumento en los rendimientos, el cual promedia hoy el 16%", resume este analista.
Sin embargo, acota que el equipo económico ha logrado ir revirtiendo el clima negativo, algo que se manifiesta mediante una disminución de la brecha en entre los dólares alternativos y el dólar oficial.
"Esta situación nos lleva a pensar que, en el corto plazo, una caída potencial de los precios se ha acotado en forma significativa. Como se dice en la jerga, vemos un riesgo de ´downside´ bajo", afirma Abuchdid.
2. Ventajas impositivas
Dada la proximidad de fin de año, el analista financiero considera que es probable que ocurra una demanda estacional de bonos soberanos en dólares, debido que presentan ciertos beneficios fiscales, que lo tornan atractivos.
Esta demanda estacional se debe, principalmente, "a que la alícuota de estos bonos es de entre 1,50% y 2% menor para el nuevo impuesto a la riqueza, y de mantenerlos en cartera por 6 meses, se encuentran exentos del pago del impuesto de bienes personales", alienta Abuchdid.
Y completa: "Es por esto que, para quienes tienen en cuenta los aspectos impositivos, resulta atractivo comprar este tipo de activos de cara a fin de año, para pasar el 31 de diciembre de 2020 con bonos en cartera y así eficientizar el pago de impuestos sobre los bienes y el patrimonio".
Por lo cual, concluye que no resultaría raro pensar que en las últimas semanas del año se pueda ver un alza en los precios de estos papeles, impulsada por los motivos recién mencionados.
3. Otros puntos que juegan a favor
Existen ciertos aspectos internacionales y otros del ámbito local que refuerzan esta mirada favorable hacia los bonos en dólares.
"En lo que se refiere a lo internacional, interpretamos que el contexto de tasas bajas por parte de la FED y del Banco Central Europeo (BCE) se mantendrá durante todo el 2021", afirma Abuchdid.
En este sentido, la postura es que, si bien las tasas más largas podrían aumentar, el consenso de mercado se orienta hacia una tasa a 10 años para los bonos de Estados Unidos que se aproxime al 1,5%.
"Dicho rendimiento, frente a la TIR de los bonos argentinos, genera una diferencia muy significativa" a favor de estos papeles, alerta este analista.
Por el lado de los otros aspectos locales que pesan en la ecuación hacia los bonos en dólares, se puede citar que con una brecha algo más estabilizada, se calcula que se podrían observar mayores liquidaciones de exportaciones y, de a poco, el Gobierno podría dejar de vender bonos de las arcas públicas para contener los dólares alternativos.
"Esto último ha sido uno de los factores que no ha permitido una recuperación en los precios de los bonos. Además, un potencial acuerdo con el FMI sería otro catalizador favorable para los bonos", concluye Abuchdid.
En síntesis, por todos los factores expuestos, en un horizonte de mediano/largo plazo, su perspectiva para estos instrumentos es de un "interesante upside" en la cotización de los bonos, el cual estimamos en una suba en sus paridades del orden del 25%.
Entre sus recomendaciones se encuentran los bonos en dólares a mediano plazo, como el que tiene vencimiento en 2030 (AL30) y el Global al mismo vencimiento. Además, suma al que caduca en 2038 (AE38).-