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El que apuesta al dólar pierde: ¿esta vez, la histórica frase refleja la realidad?

En un país en el que dólar es una cuestión con raíces económicas, pero también culturales, se presenta una situación pocas veces vista en el pasado
21/12/2020 - 15:15hs
El que apuesta al dólar pierde: ¿esta vez, la histórica frase refleja la realidad?

El dólar es parte de la cultura nacional. La afirmación no es capciosa, pues fue el mismísimo presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, quien afirmó en la apertura del ciclo de Seminarios de Economía de la institución que "si bien reconocemos que el origen y la persistencia del proceso de dolarización tiene motivaciones económicas, su reversión tiene que tener presente sus aspectos sociológicos y culturales".

Es precisamente la conjunción de las cuestiones económicas, sociológicas y culturales las que dieron lugar en plena cuarentena por la pandemia a la aparición, desarrollo, apogeo y declinación de un "negocio" que permitió a miles de personas obtener un ingreso adicional, en medio del derrumbe de la actividad económica y del empleo.

Todo ello gracias a la existencia de múltiples tipos de cambio que habilitan la posibilidad de poder arbitrar entre ellos y pese a las restricciones y los gravámenes impuestos por el Banco Central para quien quiera acceder al denominado "dólar solidario".

En Argentina conviven varios tipos de cambios por el dólar
En Argentina conviven varios tipos de cambios por el dólar

En el gráfico se observa la evolución a lo largo del segundo semestre del dólar solidario, con el salto que pegó en septiembre a partir a de la aplicación de la retención a cuenta del Impuesto a las Ganancias, que lo incrementó en un 35 por ciento.

 

De igual manera, se observa cómo avanzó el precio de compra del blue, que suele ubicarse unos cinco a seis pesos por debajo del de venta. En este caso se puede comprobar que hasta la aplicación de dicha retención su precio se mantuvo acotado en una franja que iba de los $120 a los $130, pero luego comenzó a subir en forma sostenida, impulsado además por el virtual cierre del mercado para una gran cantidad de potenciales compradores, hasta alcanzar un máximo apenas por debajo de los 200 pesos.

Fue precisamente en ese momento cuando se encendieron las luces de alarma en los despachos oficiales y se fijó como objetivo prioritario que bajara a niveles considerados "razonables". Claro que para ello se debió apelar, como es habitual a las "manos amigas" y a la venta de bonos, entre otras medidas.

De esta manera, el Gobierno alcanzó, al menos en el corto plazo, "domar" al blue, pues su precio retornó a niveles levemente por encima de los vigentes hasta mediados de septiembre. Si bien esta puede ser una buena noticia, pues de alguna manera ayuda desde el punto de vista sociológico a evitar un recalentamiento de los precios de una amplísima gama de bienes y servicios, es muy negativa para aquellas personas que se hacían de unos pesos con un simple pase de manos.

¿Cómo les fue y cómo les va ahora?

El denominado "IFE cambiario", es decir ese ingreso extraordinario que benefició a miles de personas cuando podían comprar dólares solidarios y venderlos instantáneamente en una cueva, permitió obtener ganancias que iban de los $4.000 a los $7.000 hasta que se implementó la retención a cuenta de Ganancias.

El denominado
El denominado "IFE cambiario" logró obtener ganancias de hasta $10.000
En ese momento, prácticamente la brecha entre el precio de compra del blue y del dólar solidario se redujo a la mínima expresión y con ella la ganancia cayó a menos de 550 pesos.

Pero luego, las variables se reacomodaron y las presiones sobre el tipo de cambio impulsaron al blue hasta cerca de los $200. En ese momento, a mediados de octubre, fue cuando se alcanzó el máximo de ganancia el 23 de octubre, pues llegó a superar los $10.000.

 

Dicho de otra manera, quien disponía de $28.000 para comprar los u$s200, obtenía una renta instantánea de nada menos que el 36 por ciento, muy por encima del 18% que fue el promedio en el período bajo análisis.

Luego de alcanzar ese punto máximo, los márgenes de ganancias comenzaron a caer en forma sostenida, más allá de alguna recuperación de efímera duración, para ingresar en terreno negativo desde el 9 de diciembre pasado.

Dicho de otra manera, como el precio de compra del blue es inferior al que se paga por el dólar solidario, quien hace esta operación pierde plata, pues los últimos datos disponibles muestran una pérdida del orden de los $300. 

Es entonces que a partir de este escenario cuando gana protagonismo esa vieja y trillada frase que esta vez sí, aunque parezca insólito, refleja la realidad: el que apuesta al dólar pierde.

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